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Adiós lumbago, adiós

Adiós lumbago adiós

© Copyright Fernando Conde Torrens, el 2-12-2.014     183

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De buenas a primeras, el otro día, hace casi un mes, me empezó a doler la cintura de manera que casi me quedaba clavado, sin poderme mover, de dolor, después de haber mantenido una postura un poco forzada de la cintura, generalmente agachado. Sobre todo, si hacía esfuerzos en esa posición.    Adiós lumbago adiós

He mirado en mi Diccionario y me quedan dudas de si se conoce el origen del reuma, o lumbago. Parece que no han encontrado aún el bichito que lo produce. Me limitaré a indicar mis síntomas y la solución adoptada.

Eran unos dolores musculares fuertes, en forma de pinchazos interiores, en los músculos en torno a la cintura. Para soportar el dolor y poderte poner erguido, había que irse levantando muy poco a poco, tardando incluso un minuto en enderezarse.

Ya se imaginará el lector mi proceso de análisis: Una dolencia nueva, luego me debo haber agredido sin darme cuenta. No había tenido ningún golpe fuerte. Además, la dolencia era por toda la cintura. Eso apuntaba a inmersión en una atmósfera insana. Y como era dolor muscular – eso estaba claro – de falta de ejercicio. Hice esta hipótesis y empecé a corregir, a hacer ejercicio. Vino a mi memoria la Tabla de ejercicios que hacíamos muchos años atrás, con Tanis. Y empecé a hacer sólo los de cuello y cintura.

Acabo de hacer una prueba. Sentado en la silla, me he agachado, hasta casi poner mi pecho en contacto con las rodillas, he estado un rato así, y luego he levantado varias veces cuatro losetas de mármol, del tamaño de un libro, del suelo, las que empleo en encuadernación. E inmediatamente me he levantado de un tirón. Ningún dolor. Hace casi un mes este movimiento me hubiera hecho rugir de dolor. No hubiera podido levantarme a esa velocidad. Sólo llevo tres semanas haciendo gimnasia de espalda.

Veamos ahora la Tabla milagrosa. Antes, unas indicaciones. Se trata de una gimnasia de elasticidad, no de musculación, no para hacer músculo. Conviene hacerla sin forzar, sin tener agujetas al día siguiente. Nos estamos curando.

Es una  Tabla progresiva. El primer día se hacen sólo cuatro movimientos de cada ejercicio. Al día siguiente, cinco. Al otro, seis. Así, hasta llegar a veinte movimientos de cada ejercicio. Se mantienen varios días los veinte ejercicios. Ya diremos la continuación.


……….Ejercicios para el cuello. Piernas separadas, brazos en jarras, manos apoyadas en la cintura. Se trata de girar la cabeza de modo que el cuello gire en torno a tres ejes:

*  Eje vertical que pasa por el centro del cuello. Al girar la cabeza en torno a este eje, decimos “No”.

* Eje horizontal que atraviesa el cuello de oreja a oreja. Al girar la cabeza en torno a este eje, decimos “Sí”.

* Eje horizontal que entra por la nuez y sale por la columna vertebral. Al girar la cabeza en torno a este eje, parece como que expresamos duda, balanceamos la cabeza.

            Acto seguido, hacemos girar la cabeza de modo que nuestros ojos miren sucesivamente al suelo ante nuestros pies, luego a nuestro hombro izquierdo, luego al techo sobre nosotros, luego al hombro derecho y, finalmente, vuelva a mirar al suelo, a nuestros pies. La cabeza gira a la vez en torno a los tres ejes que hemos indicado antes. Por decirlo de otro modo, la cabeza se separa de su posición erguida todo lo que le está permitido. El giro se empieza primero hacia la izquierda.

            Y para finalizar, se repite el movimiento anterior, pero cambiando el sentido del giro. Si antes se empezó volviendo la cabeza hacia la izquierda, ahora se gira en primer lugar hacia la derecha. Y se repite todo el giro.

Es conveniente cerrar los ojos al hacer estos giros combinados, para no marearse. Si, no obstante, en algún momento nos mareamos un poco, abrir más las piernas, agachar el cuerpo apoyando las manos en las rodillas, y respirar con fuerza por la boca, expulsando el aire a la máxima velocidad posible. Repetir este ejercicio hasta que desaparezca el mareo.

No asustarse por oír crujidos del cuello los primeros días. Es normal; es por lo poco ejercitados que tenemos los músculos del cuello. También con la cintura puede pasar lo mismo.

El lector observará, si practica lo indicado, que la cintura juega un poco y hace una pequeña gimnasia al mover el cuello. Eso es calentamiento previo y viene bien.

.. Adiós lumbago adiós

Adiós lumbago adiós

    Adiós lumbago adiós

.. Adiós lumbago adiós

……….Ejercicios para la cintura, la causante del desaguisado. Piernas separadas. Brazos en jarras, con las manos apoyadas en los costados, a la altura de la cintura, o en los riñones. Vamos a hacer con ella los mismos ejercicios que con el cuello: La giraremos en torno a los tres ejes perpendiculares que pasan por el centro interno de la cintura. 

*  Al eje vertical que pasa por el centro del cuerpo. Al girar todo el cuerpo en torno a este eje, decimos “No” con todo el cuerpo.

* Al eje horizontal que atraviesa la cintura de costado a costado. Al girar el cuerpo (de cintura para arriba) en torno a este eje, decimos “Sí” con todo el cuerpo.

* Al eje horizontal que entra por el ombligo y sale por detrás, por la espalda. Al girar el cuerpo en torno a este eje, nos balanceamos a un lado y a otro.

Ahora vamos a hacer dos ejercicios más.

El primero es como bailar al hula hoop de hace algunos años. Mantenemos los pies y la cabeza fijos en el espacio, en posición normal. Y movemos la cintura, y con ella todo el tronco, hacia adelante, luego hacia la izquierda, hacia atrás, hacia la derecha y hacia delante, suavemente, como si bailáramos un aro grande que nos rodeara por la cintura.

Repetimos este ejercicio cambiando el sentido de giro, empezando a mover la cintura hacia delante, luego hacia la derecha, luego hacia atrás, hacia la izquierda y, finalmente, hacia adelante.

Y, por último, el ejercicio más duro de todos. Ahora vamos a fijar en el espacio los pies, separados, y la cintura. Con la cintura fija, en su posición normal, giramos todo el cuerpo situado por encima de la cintura hacia adelante, luego hacia la izquierda, luego hacia atrás y, por último, hacia la derecha, para volver hacia delante. Es el mismo tipo de ejercicio que estamos haciendo, mover la parte superior del cuerpo alejando la cabeza todo lo posible de su posición media normal. Este ejercicio es el ejercicio rey para los músculos de la cintura.

Normalmente se suda con los dos últimos ejercicios, sobre todo cuando nos toca hacer más de diez o doce movimientos de cada uno. También es normal que nos duelan las manos, o nos den pinchazos, como de artrosis, al terminar la Tabla. Es porque no hemos hecho ejercicios para ellas y las tenemos desentrenadas. Solución, el mes que viene.

Logros: Yo llevaba sólo tres o cuatro días de dolores de lumbago cuando empecé  a hacer esta gimnasia. Pero a los diez días ya no me dolía la cintura con los movimientos suaves que hacía. Al cabo de tres semanas todo dolor ha desaparecido. De ahí el título de artículo. No dejaré de hacer estos ejercicios nunca más. Ya era hora de volver a ser dueño de mi cuerpo … Cuando el lector llegue a hacer 20 veces cada movimiento, comprenderá por qué le dolía la cintura, el por qué del reuma, del lumbago.

Faltan los ejercicios para los demás partes del cuerpo, brazos, abdominales, piernas … Pero eso, otro día. 

……….. Adiós lumbago adiós
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……….. Adiós lumbago adiós

……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén»,  «La Salud», recientemente «Año 303. Inventan el Cristianismo» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En  https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

……….. Adiós lumbago adiós

. Adiós lumbago adiós

. Adiós lumbago adiós

. Adiós lumbago adiós

4 comentarios en “Adiós lumbago, adiós”

  1. Adela dice:

    Eres estupendo y ayudas en todos los campos gracias

  2. Fernando Conde Torrens dice:

    Así debemos hacer todos, Adela, cuando nos llegue el momento. Ya te tocará … Un abrazo.

  3. Xalo Lugo dice:

    Tomo nota amigo Fernando que llevo una temporada que ni el fisio me arregla los dolores, ya me voy acostumbrando a ellos y al placer que me causan cuando los castigo.

  4. Prueba a ver con lo que a mí me fue bien. Si al cabo de 15 días no notas mejoría, mira a ver si es frio nocturno, a remediar con dos toallas de mano sobre los riñones, al dormir. Hay que encontrar la agresión que les hacemos a los músculos de la cintura. Cuando la encuentras y la paras, se nota en poco tiempo, una o dos semanas, o incluso menos. Debemos ser observadores de nuestro cuerpo. Sólo tenemos ése.

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