Carcassonne tras Carlo Magno
© Copyright Fernando Conde Torrens
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Si sólo en Caracassonne – nos hemos de centrar
una época dorada – tenemos que pasar:
La del gran Carlomagno, – que supo bien reinar
mas al fin de sus días – le dio por tropezar
y entre sus tres retoños – sus tierras cuartear.
Lo que fuera un Imperio – que costó amalgamar
se dividió en tres trozos – con aquel fragmentar:
Se iniciaron las luchas, – comenzó el guerrear
y los nietos quedaron – sin nada que heredar.
Los señores locales – consiguieron quedar
dueños de ciertas tierras – y todos a la par,
con el rey, el primero, – mas sólo en figurar.
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Después del novecientos – veremos despuntar
duques, condes, vizcondes, – que van a gobernar
regiones de la Galia. – Se les suele llamar
los señores feudales – Vamos a comprobar
cómo se dio el proceso – para reunificar
lo que el gran Carlomagno – estropeó al marchar.
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Situación de Carcassonne
(Fuente: Carcassonne. Historia y arquitectura. Jean-Pierre Panouillé. Éditions Ouest-France, 1.999.)
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Vio el fin la dinastía – que dominó el lugar,
Carcassonne, sin retoños – para continuar
la estirpe. Cataluña – consiguió sobornar
con sacos de oro y plata – y logró apalabrar
para la propia casa – regir y gobernar
Carcassonne. Pero el de Albi – vizconde, Aton Bernard,
pensó más conveniente – que en vez de ir a parar
Carcassonne allá lejos – se podía quedar
mejor bajo su mando, – que él iba a bien mandar.
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Formó sus batallones – y se fue a cabalgar
a la región vecina, – que no supo frenar
al astuto vizconde – y acabó por quedar
bajo el poder del de Albi – que la supo ganar,
aprovechando, claro, – que abajo, junto al mar,
las luchas intestinas – no le iban a dejar
al catalán arrestos – ni para resoplar
y disputarle al de Albi – su conquista sin par.
Así ocurren las cosas – en tal tiempo y lugar:
El que es espabilado – lleva las de ganar,
mejor pájaro en mano – que cien aves volar.
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Puente de acceso al Castillo Condal. (Fuente: Colección propia.)
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Pero algunos señores – no acaban de tragar
que el astuto vecino – venga a mangonear
en puesto que ellos mismos – podrían ocupar.
Se rebelan cuarenta, – que acaban por quedar
suspendidos del cuello – sin nada a gobernar.
A los que fueron fieles – el de Albi ha de premiar;
sustituye, pues, puestos – y aquí no hay más que hablar.
Con tan expeditivo – método de zanjar
deseos personales – el buen Aton Bernard
no tuvo ya problemas – en el administrar
con pompa y con boato – durante un centenar
de los años siguientes – la región que ganar
supo. Amo de Beziers – de Albi y de Carcassonne,
consolidó el poder – con suma distinción
entre sus dos vecinos, – que, ya sabemos, son
el Duque de Toulouse, – de gran jurisdicción,
y el Conde catalán, – de mayor posición.
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Mapa de Francia que muestra Beziers, Albi, Carcassonne y Toulouse.
Si el Vizconde Bernard – encuentra oposición
con su vecino el Duque, – va en peregrinación
al sur, a Barcelona. – Cuenta allí la cuestión
y el Conde catalán – le da su aprobación
y le promete ayuda – si existe colisión.
Cámbiese Duque y Conde – e igual composición,
en vez de a Barcelona, – a Toulouse procesión,
donde siempre recibe – la ducal bendición.
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(Fuente: ABC. Gran Atlas de carreteras de Europa. Editorial Planeta, 1.993.)
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Con tan buenos vecinos – ya no hay preocupación,
las cuentas siempre salen – y siempre hay solución
para cualquier problema – y cualquier situación.
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Carcassonne. Defensas occidentales del castillo Condal.
(Fuente: Carcassonne. Historia y arquitectura. Jean-Pierre Panouillé. Éditions Ouest-France, 1.999.)
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Treinta años de vaivenes – y otra generación,
otro Vizconde astuto, – con buena educación,
que sabe dónde debe – tocar el diapasón.
Mas pasados cien años – habrá complicación,
que va a entrar en escena – la santa religión
por mano de unos hombres. – No se sabe si son
santos o bien malditos, – según es la opinión
de quien cátaros juzga. – Mas debo hacer mención
de cómo era la vida – en esta transición
en que los Trencavel – son la jurisdicción
en Carcassonne. Forzoso – es hacer distinción
entre el que es pueblo llano – y la escueta porción
de quienes con el Conde – hacen la colación.
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Hablando, pues, del vulgo: – Hay gran animación,
mañana abre el mercado. – Tendrá de duración
una semana entera – para hacer provisión
de cuchillos, tijeras, – que tienen la función
de esquilar las ovejas, – telas de confección,
vistosas y surtidas, – mújol en salazón,
que es pescado barato, – quesos y requesón,
vino para convites – y vino peleón,
al que se añade el agua – llegada la ocasión,
cereales diversos, – almendras, junto con
plantas medicinales – que dan la curación
de vómitos, diarreas, – calentura, presión
del bajo vientre, toses, – e incluso posesión
de espíritus malignos: – A todo hay solución,
que hoy ya se sabe mucho. – Pero en la duración
del mercado hay más guardias – tanto en la población
y en todos los caminos, – que con tal ocasión
de amigos de lo ajeno – hay proliferación
y los guardias lo impiden. – Tras la terminación
del mercado, en la tienda – del otro callejón
hay que comprar un pato, – o mejor un capón,
para dar a Don Sixto, – la gratificación,
que la herencia venida – es por su intervención.
Y para la comida – de la celebración
del día de Año Nuevo – que no falte el jamón
de aperitivo, que eso – es buena introducción,
lentejas de primero – y lucio de ración.
Para la abuela, un caldo – de pollo, que es razón,
la buena mujer tiene – la edad de Agamenón.
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Normalmente, se come – sin tanta ostentación,
repollo, habas, garbanzos – y cerdo en salazón,
y a veces, los domingos, – si es barato, salmón.
De postre, queso o fruta. – Y la legislación
romana es la que rige – y que es de aplicación.
El olmo ante el Palacio – para publicación
de condales edictos. – Y la administración
de cosas de Palacio – al veguer; su misión,
aplicar la justicia – y lograr la exacción
de impuestos, que resulta – forzosa su obtención,
los precisa el vizconde – cual la respiración,
que son el lubricante – de toda la función.
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La sala del segundo piso de una de las torres. Nótese la ventana iluminada.
(Fuente: El Libro de oro. Carcassonne y los castillos cátaros. Casa Editriche Bonechi. Firenza, 2.004.)
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Construcciones de madera en tiempos de guerra. Véase el ballestero sentado.
(Fuente: De la place forte au Monument. Éditions du Patrimoine. Paris, 2.000.)
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Siguiente artículo: Carcassonne y los dos burgos.
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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