Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Tertulia con Fatcat

.Tertulia con Fatcat fue la primera Tertulia tenida con motivo de «Simon opera magna»

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Carta de un amigo

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………. Estimado FCT:

                            La posibilidad de que un no-historiador, alguien que ni siquiera está Licenciado en Letras, sea aceptado como autor de una investigación en una revista especializada seria o en un Congreso es remota (por no decir imposible). Sin embargo, quizá las cosas serían distintas si existiera la posibilidad de que algún historiador fuera lo bastante condescendiente como para :

            a) leer sus trabajos

            b) reconfigurarlos, de manera que sean formalmente aceptables por parte de otros profesionales de la Historia

            c) aceptar publicar y / o publicitar todo ese material como co-autor (eso facilitaría su aceptación en medios académicos)

        Bueno, esto es teórico. Tiene serias dificultades. Luego está la recepción que se podría hacer de sus trabajos por parte del resto de los profesionales … No sé …

        Todo esto viene porque estoy intentando, sin demasiado éxito, ponerme en contacto con Historiadores que me den una opinión razonada, aproximada, (no que me hagan una Tesis, me conformo con que me den una impresión personal). Pues nada. No hay manera. Es que no contestan. Ni uno sólo.

        Lo último que hago es meterme en un Foro de Historia … en francés. Estoy destrozando el francés, un idioma por el que siento cariño, pero que no escribo (ni hablo) con soltura (en fin, espero que no me linchen). No se sorprenda si le digo que el Webmaster es más bien tolerante y ya he podido cruzar unos mensajes sin demasiados contratiempos. Los que leen y contestan se divide en dos clases: Unos, los que no se han percibido aún de la importancia de lo descubierto. Otros, los que se dan cuenta pero hace tiempo que están en el otro lado y no les extraña lo más mínimo el tema de los acrósticos y sus implicaciones. Lo que no encuentro es a nadie que esté tan perplejo como yo. Mi sorpresa es debida.

            – a la existencia de las firmas y a que se hayan descubierto ahora y no antes.

         – a la escasa repercusión que tiene el descubrimiento, el hecho de que todo quisque ‘pase’ de él, cuando lo lógico sería que Occidente entero estuviera planteándose si de repente sus credos se han quedado sin base y durante siglos han creído en un Dios que nunca ha existido y han dejado los destinos de media Humanidad en manos de las Iglesias sin tener legitimidad para ello.

        Esta carta acaba con algunas preguntas:

        ¿Puede Vd. decirnos ya si ha ido recibiendo algún síntoma de reacción (¡del tipo que sea!)?

        ¿Puede darnos unas cifras acerca de la difusión de pueden haber alcanzado sus ideas?

        ¿Qué tal traducir al inglés su web y difundirla en la Internet angloparlante?

                Un saludo.

                             Fatcat

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De Tertulia con Fatcat

    De Tertulia con Fatcat

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……..Gracias Fatcat por su interés. En efecto, mis probabilidades de cara a revistas especializadas a y Congresos es remota, por no decir imposible. Por mi parte he de añadir que no tengo ningún interés en publicar en una revista especializada y menos en acudir a un Congreso de Historia, por decir algo. No es que desprecie nada, pero cada club es para sus socios. No tengo ninguna necesidad de abrirme paso, ni de hacer curriculum, ni de nada parecido. Esa condición, publicar en una revista especializada, la ponía un comunicante. Y no percibía yo equilibrio, imparcialidad o ausencia de prejuicios en su texto, sino más bien lo contrario. De modo que no estoy entusiasmado con la idea.

        Me pareció, y me sigue pareciendo, mucho más eficaz, de cara a la divulgación de mis hallazgos, haber logrado publicarlos en forma de libro. Y la divulgación está ahora en la calle, que es donde intentaba que estuviera, no en ciertos despachos. Confío más en la gente de la calle que en otras instancias. De modo que todo va, como suele decirse, según el plan previsto. Pero tampoco hay motivos para sentirse triunfalista, sino sumamente cauto. Y esto por lo que mi amigo ha detectado también, por lo que podría llamarse «el paro de los relojes».

        Tengo la sensación de que, cuando un medio, alguien con capacidad de convertirse en eco, alguien con autoridad en el tema, alguien así recibe la información de que hay una posibilidad de que todas las creencias de Occidente sean un fiasco, a esa persona o grupo se les «para el reloj». Y, como en Matrix, o como en esos anuncios que se ven en la tele, se queda todo el mundo suspendido en el aire. El tiempo se ha parado.

        No se tome esta descripción o fenómeno como una crítica, ni como una sátira. No lo es. Es más, intento granjearme la buena disposición de todas las personas a las que, digo, se les ha parado el reloj. Luego mal podría zaherirles de antemano. Esta descripción es una manera de no pronunciarme sobre el fenómeno, porque, es evidente, Cronos sigue deambulando por el mundo. Pero no respecto a este tema y para muchas personas.

        Pues bien, confío y deseo que todas esas personas o medios de comunicación recuperen la movilidad, vuelvan a ser dueños de sus actos, vuelvan a la vida normal. Entretanto, espero y confío en el sentido común de todo ese conjunto de personas. He aprendido a no confiar en el sentido común de una persona determinada. Puede no tenerlo. Pero siempre he confiado en el sentido común de un colectivo. Es imposible que todos estén carentes de sentido común. Éste acabará por imponerse y las cosas serán de nuevo lógicas. En cuando recuperen el movimiento.

        Ese «parón del reloj» no explica, pero describe que el Webmaster del Foro al que mi amigo entra elimine ipso facto sus aportaciones a la cantera. Tales aportaciones están hechas desde la vida en movimiento y nuestro Webmastes precisa quietud. ¿Reflexiona, sopesa, aguarda otras reacciones, trama algo …? ¿Qué ocurre dentro del Webmaster en cuestión? Sinceramente, no tengo ni idea.

        Pero vamos con lo que hacen los que sí se mueven. Me agrada que desde fuera me confirmen ese «parada en el tiempo». Así sé que no veo visiones. El fenómeno ya se dio con el libro anterior, resumidamente, «El Grupo». Pero ha sido más evidente y flagrante con ocasión de «Simón». El final de la comunicación a la que esto es respuesta se plantean, como siempre suele suceder, los temas más interesantes. Una duda sobre por qué existen las firmas y por qué se han descubierto ahora y no antes.

        Por lo que sé, las firmas son una denuncia, un desmentido, una prueba. No hay mayor prueba en un escrito que disponer acrósticos múltiples que indiquen el autor real. Y Eusebio, el autor de todo el Nuevo Testamento, los dispuso a miles. Para cualquier escritor, la existencia de acrósticos es definitivo. Máxime si están colocados uno a continuación del otro. Para alguien que no tiene una disposición anímica en contra, los acrósticos son prueba. Pero existe la disposición anímica.

        Sé de buenos amigos míos, a los que aprecio, que sé que me aprecian, y que, por esa particular disposición anímica, no coinciden en el diagnóstico y no dan a los acrósticos el valor de prueba que objetivamente tienen. Y yo respeto esa su disposición anímica. Y me abstengo de argumentar o de sacar el tema con ellos. Porque les aprecio y les respeto. Ellos no están entre los guías espirituales de Occidente. Por eso siguen compartiendo mi amistad.

        Alguien con disposición podrá añadir, «claro ¿y qué de la disposición del autor, de su hambre de denuncia y de popularidad?» Cuando quise encontrar la razón de ser de nuestras ideas, yo no estaba predispuesto, no albergaba resentimientos que quisiera justificar, ni animadversiones que me corroyeran por dentro. Esto puede aceptarse o no, depende de disposiciones. Trato de dejar claro que la objetividad y la ausencia de prejuicios en este tema es posible. Faltaría más.

        ¿Por qué las firmas? Porque hubo una repugnante manipulación y una persona con sentido común y congruente con sus principios cumplió su deber. Gracias a él podemos hoy nosotros disponer de la información de que disponemos. Luego se verá cómo la usamos. Y entonces se verá

                nuestro sentido común social,

                nuestra congruencia como sociedad   y

                nuestro sentido del deber.

        Cuando Cronos vuelva a ser dueño de todo.

        ¿Por qué se han descubierto ahora y no antes? Al final del Grupo se dice que los supuestos investigadores sobre el origen de nuestras creencias «no investigaban sino que extendían nuevas cortinas de humo» (página 299). Nadie dentro del marco jerárquico desvelará nada. Al contrario, pondrán su inteligencia al servicio de la obediencia y deformarán, falsearán y procurarán por todos los medio defender el montaje de su vida. No en vano son los herederos. En algún momento tenía que descubrirse el pastel. Y, sea cuando fuera, se podrá preguntar siempre ¿por qué ahora? Porque ha tocado.

        Parece que nuestra sociedad está lo suficientemente madura y es ya suficientemente fuerte como para acometer el trabajo de modificar el rumbo de su Evolución, penosamente dirigido hasta el presente. Y no creo ser optimista, porque esta sociedad ha demostrado su grado de madurez y de edad adulta apartándose, sin saber lo de las firmas, de la ideología extendida por la casta sacerdotal dominante en el Imperio romano. Y si no, dese uno una vuelta por las celebraciones dominicales de todas las parroquias de su ciudad y divida por el número de habitantes.

        Pero aun más interesante es lo que afirma mi amigo a continuación, extrañándose de «la escasa repercusión que tiene el descubrimiento, el hecho de que todo el mundo «pase» de él, cuando lo lógico sería que Occidente entero estuviera planteándose si de repente sus credos se han quedado sin base y durante siglos han creído en un dios que nunca ha existido y han dejado en manos de las iglesias los destinos de media humanidad sin tener legitimidad para ello.«

        Esa misma extrañeza ya me la han transmitido varias personas. Y silencio no sólo de las jerarquías «atacadas» sino, y sobre todo, de los medios de comunicación. Es el «parón del reloj» ya comentado. Esta situación no puede durar eternamente, ya recuperarán el movimiento. Y entonces tendrá que verificarse lo que mi amigo indica, que como sociedad nos replanteemos nuestro norte. El que perdimos cuando lo de Constantino y su montaje. No tengo la menor duda de que eso sucederá.

        Nosotros, los hispanos, tenemos experiencia de haber pasado por esa situación, allá por 1.975. Y la superamos bien, notablemente bien.

        Quisiera traer a la memoria del lector la incertidumbre sobre el futuro, la convicción de ser difícil el paso, la ausencia de antecedentes, la falta de experiencia, la supuesta inmadurez del personal … Había tantas incógnitas … Y sin embargo se movió. Y en la dirección correcta. Creo en el sentido común de todo un colectivo. Pues, igual.

        Se repetirá la historia. Nosotros ya tenemos experiencia.

        ¿Síntomas de reacción percibidos? Las tres discusiones con tres comentaristas, las dos en este blog (ver Eusebio de Cesárea o el azar, apartado Consecuencias, del 14-11), y el tercero en medievalum.

                * Todos culpan al azar del contratiempo sufrido con Eusebio.

           * Todos se caracterizan por su escasa sintonía con el encausado, quien esto escribe.

               * Todos afectan hacer caso omiso de las firmas.

               * Todos se aferran a las defensas clásicas, las que Simón tira por tierra.

                * Y todos tratan de llevar la discusión hacia otro lugar, pero firmas no, por favor.

        Por otra parte, los periódicos que se han hecho eco de «Simón, opera magna» están en esta web.

        ¿Difusión de lo hallado? En el libro «Simón, opera magna» se cita la web www.sofiaoriginals.com, que llevaba funcionando año y medio. La afluencia a dicha Web se ha duplicado en el mes de Octubre y en Noviembre, por lo que preveo,  mantiene la cota del mes anterior. Las estadísticas más significativas de la web para Octubre, último mes disponible, son:

                Usuarios:     1.330

                Accesos:    11.150

                Tiempo medio por Usuario: 7 minutos.

        Por otra parte, a este blog están entrando en estos momentos algo más de 400 visitantes diarios. Y ello parece un logro decente para un blog que tiene escasamente dos meses y medio de edad.

        No obstante, lo anterior es una muestra. Y, dado el «parón del reloj», me ofrece unas perspectivas que empujan a la confianza.

        Sobre lo de traducir al inglés … está en cartera, cuando se pueda, cuando el libro se traduzca a tal idioma. Pienso que lo contrario sería comenzar la casa por el tejado. Además, para hacerlo bien y dada la extensión, hay que meter horas de un auténtico inglés. Esas servidumbres son incómodas, pero inevitables. Con todo lo que significan. No hagamos como uno que yo sé al francés …

        Una respuesta amplia, como la presente, no cabía en el escueto espacio de un comentario. Una de las mejores cosas de un blog es su flexibilidad y que sea interactivo. Mi amigo ha sentado un buen precedente. Otros amigos que no conozco están invitados a una «Tertulia» similar. Eso sí, tendrán que ser amigos. Con los otros, me limitaré al espacio de los comentarios.

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