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El factor X y 3

El factor X y 3………. Y con este artículo, El factor X y 3, finaliza la serie sobre esa componente desconocida que todos tienen, pero casi nadie usa.

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Copyright © Fernando Conde Torrens

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        Es mucho más agradable hablar de las personas con «X» que de las personas con poquito «X». Pero para poder llegar a tener un gran «X» debemos conocerlo que es andar por la vida sin usar «X». Para superar ese estado, para trascenderlo. Y porque conocer cómo actúan los no «X» nos puede ayudar a crecer nuestro «X».

        La persona que no usa su «X» está como desnuda. Le falta algo. Ella se da cuenta, aunque sea oscuramente. E intenta compensar su desnudez agregándose vistosos ropajes. Trata de disfrazarse y que los demás la admiren. En su interior se ve vacía. De modo que agarra de los demás para compensar.

        Veamos cómo se comporta la «X» minúscula:

        – Eludiendo responsabilidades. Cuando nada guía a la mente, esa persona pretende zafarse de toda situación comprometida. Falta la guía interior. Falta «X». Y las decisiones se postponen. Es el vacío.

        – Proyectando las propias debilidades en los demás. Es un intento de compensar. Una defensa de la debilidad. Es el disfraz.

        – Utilizando «la técnica del ascensor», que consiste en izarse artificialmente, a base de hundir verbalmente a otra persona. Puede ser cruel, pero se usa. Y conviene saberlo. Es el «moobing».

        – Absolutizando. El sabe y los demás no. El actúa bien y los demás no. Sin embargo, su persona no atrae. Las personas autoritarias, con un «X» casi nulo, terminan su vida solas, abandonadas. Es su cosecha.

        – Creyéndose salvador o mártir. El primer caso es una variante del punto anterior. En el segundo caso se intenta atraer la atención, el afecto, dando lástima. Otro intento de disfraz.

        – Rigidez en los criterios. Se es incapaz de adaptarse a las variaciones exteriores. Es la incapacidad para crecer, que se trata de cubrir con un disfraz múltiple.

        – Necesita sentirse aceptada, acogida. Se teme la soledad, no se soporta el silencio, se aburre uno si está sólo. Se necesita el grupo, se padece grupo-dependencia. Es la forma más desnuda de vacío, que de nuevo intenta cubrirse.

        Ahora ya sabe muestro visitante qué es la infancia de Fondo. Los niños en el Fondo hieren sólo a quien no sabe verlos como lo que son. Hieren a los que no ven el factor «X». A los demás dan lástima.

        Contemplar a un no «X» encoge el corazón, lector amigo que buscas tu «X». Lo que ocurre es que el no «X» nunca se contempla a sí mismo. Ya hemos dicho que mirar con visión profunda es «X». Vivir sin «X» es, en realidad, no vivir. Sólo «X» da sentido a la existencia…

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El factor X y 3

   Con el factor X incorporado

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        Tratemos de explicar la existencia con la ayuda del factor «X». Para ello tomemos a todos los individuos de una ciudad, de un país o incluso del planeta y ordenémosles según el tamaño de su factor «X».

        En primer lugar tendríamos a las personas con el factor «X» completamente desarrollado, los «X» plenos. Seguirían a continuación los individuos que están desarrollando su «X» y lo han logrado parcialmente, temporalmente. En ocasiones actúan como «X» plenos y en otros momentos se olvidan de su «X». Éstos ocupan la parte avanzada de la larga fila.

        En la parte central y posterior se situarían las personas cuyo factor «X» apenas está desarrollado. Disponen de él, pero no lo usan. Actúan como si no lo tuvieran. Ya hemos visto cómo actúan.

        Las personas no «X» hacen sufrir a los no «X» con sus actuaciones. Pero las personas no «X» no hacen sufrir a los que tienen «X». El factor «X» vuelve a las personas que lo han desarrollado intocables por el sufrimiento. La persona «X» no puede ser herida ni tampoco hiere a sus semejantes. Porque tiene «X». El factor «X» hace que quien lo ha desarrollado plenamente ingrese en una dimensión en la que no existe lo que los humanos no «X» llaman Mal.

        Le llaman Mal, pero debieran llamarle no «X». Le llaman sufrimiento, pero debieran llamarle no «X» o infancia en «X».

        De modo que las personas no «X» ayudan con sus actuaciones enrabietadas a que los otros afirmen su factor «X», a que lo vuelvan pleno. Es el mejor favor que un no «X» puede hacer a un «X/2», ayudarle a desarrollar su «X». Si se mira esa situación desde el punto de vista no «X», un humano está fastidiando a otro. Si se mira desde la óptica «X», el humano no «X» está ayudando al otro a hacer crecer su «X», le está empujando hacia la Plenitud en «X». Así está en el Plan.

        Las cosas son opuestas según la perspectiva en la que estamos situados. Ser «X» significa dominar todas las circunstancias, llevar las riendas de la propia existencia. Para terminar, digamos lo que no es «X». El factor «X» no es la gracia cristiana, ni la mente, ni el amor, ni la intuición, ni cualquier cosa de las que se ven.

        Esperemos que el lector despeje la incógnita. Tiene datos suficientes para ello. Sobre todo si sabe algo de ser feliz. La Felicidad, y esto es una pista, es parte de «X».

. El factor X y 3

Siguiente artículo: Ser feliz.

. El factor X y 3

……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén»,  «La Salud», recientemente «Año 303. Inventan el Cristianismo» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En  https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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2 comentarios en “El factor X y 3”

  1. SALUDOS DR CONDE: ¿PODRIAMOS DECIR QUE EL FACTOR X ES LA GIMNASIA O EJERCITACION PARA QUE LAS CS AFLOREN EN NOSOTROS LOS BUSCADORES?

  2. Fernando Conde Torrens dice:

    En efecto, Roberto, enhorabuena. Para el acostumbrado a estas cosas, a estos conceptos, leyendo entero el artículos me doy cuenta de que la adivinanza no era muy difícil. Por contra, para los que no practican nada de esto, para los lejanos, adivinarlo puede ser imposible, porque no están en este «mundo». Un fuerte abrazo.

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