Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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El Santo Sepulcro en la Historia 5

El Santo Sepulcro en la Historia 5

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……….   Y pasamos ya a la Jerusalén según Longman. Longman edita su Atlas iniciándose apenas el siglo XX, en 1.902. Longman introduce dos detalles que hasta ahora habían quedado casi ocultos en mapas anteriores. Señala con gran detalle los tres Valles que afectan a Jerusalén: El del Cedrón, que la bordea por el Este; el del Hinón, por el Oeste; y el del Tyropeon, que corta la Ciudad en dos, de Norte a Sur. Hacer hincapié en los Valles le permite difuminar el Gólgota, que queda en un limbo geográfico.

……….   Incorpora el «Recinto Jebuseo» a la «Primera Muralla» y a la Ciudad de pleno derecho, con lo que difumina en la zona Sur su contorno. Y añade lo que llama «Muro de Circunvalación de Tito» = «Wall built under Titus«, el muro con el que este general romano sitió la Ciudad, en un segunda fase de la conquista, ya que dicha muralla incluye parte de la Ciudad, que en un primer momento no podía estar tomada.

……….   Digamos, para aclarar este concepto que, cuando sitiaban una ciudad, los romanos construían dos muros, rodeándola. De dentro hacia fuera, primero estaba la ciudad sitiada, poblada por sus aborigenes y por ningún romano. Los romanos alrededor de la ciudad sitiada construían un muro cerrado, para que los naturales no pudieran salir de la ciudad. Era el «Muro de Circunvalacion«, de «circum«, «alrededor«. A continuación se situaban los romanos, con sus tiendas, sus establos, sus máquinas de guerra, sus caballerías y todas sus pertenencias.

……….   Inmediatamente hacia el exterior, contruían otro muro, también inexpugnable, el llamado «Muro de Contravalación«. Tenía como objetivo que nadie pudiera entrar en la ciudad desde fuera; por ejemplo, tropas en auxilio de los sitiados. Los romanos sitiadores tenían que moverse exclusivamente entre ambos muros. Y tenían que impedir que nadie ajeno a ellos traspasara cualquiera de los dos muros, ni que los sitiados escaparan, ni que los auxilios lograran entrar. De hecho, se convertían en sitiados ellos mismos. El sitio de «Alexia«, con Julio César, ya se hizo así.

……….   Así como los demás cartógrafos tienen tendencia a agrandar la «Tercera Muralla«, la de Herodes Agripa, Longman tiende a lo contrario, a disminuirla. En el arranque de la «Segunda Muralla«, coloca el «Palacio de Herodes«, indicando sus Torres Híppicus, Fasael y Maniamne. Identifica el «Valle de Josafat» con el «Valle del Cedrón«, el Este de la Ciudad.

……….   El que sigue es el aspecto de Jerusalén según Longman.

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Jerusalén según Longman.   El Santo Sepulcro en la Historia 5

El Santo Sepulcro en la Historia 5

[LONGMAN´S ATLAS OF ANCIENT GEOGRAPHY. Longmans, Green and Co. London and Bombay, 1.902.]

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……….   Por último, veremos la Jerusalén según el Atlas más reciente, el de Everyman, editado en 1.907. Se trata más bien de un esquema que de un mapa propiamente dicho. Las Murallas quedan un tanto indefinidas, cuando hay precedentes con mucha mayor precision en este aspecto. La parte Norte de la Ciudad queda empequeñecida en favor de la parte más antigua y situada al Sur. El «Gólgota» se vuelve a colocar dentro de la Ciudad, sin el menor rastro de las laderas del «Calvario«.

……….   Se conservan las ya reiteradas «Torre Psefinos«, la «Torre Híppicus» y la «Domus Herodis«, pero no se aporta nada nuevo, ni se conservan sitios y detalles que ya estaban presentes en obras anteriores. Da la impresión de que el Editor de Everyman ha dedicado muy poco tiempo a pergeñar un esquema de lo que pudo ser Jerusalén, y ni siquiera se ha moelstado en tomar prestado algo consistente de obras anteriores, como si el asunto le importara poco o nada.

……….   Poco más se puede decir de un mapa que, a pesar de ser el último en haberse editado, ofrece una información tan escasa, ambigua y decepcionante.

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Jerusalén según Everyman.  El Santo Sepulcro en la Historia 5

El Santo Sepulcro en la Historia 5

[Atlas of Classical and Ancient Greography. Everyman´s Library. London and New York, 1.907.]

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……….   El final de este artículo va a ser una declaracion de intenciones. Ni siquiera estamos seguros de ser capaces de poder llevar a cabo el plan propuesto. Pero la intención es ofrecer al lector una radiografía completa de la «Ciudad Santa», de Jerusalén. No de la actual, ni de la de tiempos del supuesto Cristo. La de 1.866, cuando un equipo de militares y topógrafos franceses se desplazaron con sus miras, sus cintas métricas, sus teodolitos y taquímetros, desde la cómoda Francia a la lejana y desconocida Jerusalén. Al igual que años antes, se habían desplazado, con Napoleón, al lejano Egipto para reflejar en vivo los secretos y enigmas de aquellas tierras. 

……….   Recorreremos Jerusalén, como lo hicieron los topógrafo franceses, subiremos por sus empinadas cuestas, descenderemos a lo más profundo de sus Valles y sabremos lo que vale un peine. Eso, si los hados nos son favorables y nuestros planes se cumplen. Tal vez el trabajo nos lleve más tiempos del que optimistamente pensamos. Si así fuera, sólo habria un retraso de muy pocos días. Pero en todo caso, si no puede ser, explicaremos por qué y qué dificultades inesperadas nos lo habrán impedido. Los hados no lo quieran …

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