«Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos» termina la serie sobre qué hay que hacer para ser permanentemente feliz: Llegarse a «la Cima de la Montaña Sagrada».
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© Copyright Fernando Conde Torrens
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…….. La labor del PECRIPRO. Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos
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Tratemos de definir con la mayor precisión posible el camino que tienen los PECRIPRO para llegarse al seno de la Felicidad. Ya habrá quedado claro al lector no PECRIPRO que la primera cosa que tiene que hacer, y cuanto antes, dados los años que le quedan por delante – que pueden no ser demasiados – es poner en marcha su criterio propio e izarse al nivel de los PECRIPRO. Para eso ha de respetar, y mucho, la Ética. Sin ese respeto, en la medida en que uno es honradamente capaz, no hay sendero alguno que conduzca a la Felicidad. Y sin tener criterios propios y ser capaz de forjarse uno mismo el camino que uno quiere recorrer, sin dejar de ser «los demás» para ser «uno mismo», tampoco hay manera de evolucionar en la vida.
Hay que decir que la manera en que uno deja de ser PESIDE (PErsona que SIgue a los DEmás) para convertirse en PECRIPRO es fundamental en las posibilidades que uno tiene de ser realmente feliz. Esa manera se hace según el interior de cada uno, sin que, posiblemente, la mente sea consciente de que uno toma ésta o esa otra ruta. Pero al verla descrita y, sobre todo, por la meta a la que se llega, uno podrá darse cuenta de qué manera tuvo de hacerse PECRIPRO.
Cuando somos niños no tenemos defensas y somos sumergidos en las ideas que en nuestra sociedad prevalecen y que nuestros padres hicieron suyas. Las abrazamos y las imaginamos nuestras. No lo son. Y de eso algunos se dan cuenta conforme van creciendo. No todos, el PESIDE mantiene sus creencias bautismales. Para el PEDESE las ideas no cuentan, no existen. Pero a una edad mayor o menor, la persona que adquiere criterio propio rechaza esas ideas que le inculcaron de niño. Y ese rechazo le conduce a una postura personal. Las posturas a las que se llega finalmente son tres.
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………. Los ateos. Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos
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Hay personas que del rechazo de las ideas recibidas pasan al rechazo de todo lo que no se ve. Por decirlo de alguna manera, fueron engañados una vez y ya no van a ser engañados nunca más. Les contaron cuentos de miedo sobre lo que pasa después de la muerte si no son buenos y obedientes, y la reacción consiste en negar que después de la muerte exista nada. La decepción es tan grande que la persona no cree en nada sino en lo que puede ver y tocar. Un parte importante, y hasta mayoritaria de los PECRIPRO, prescinde de toda creencia, de toda entidad que no se codee con nosotros, y se declara orgullosamente atea. Se han pasado un poco, pero bien está. Es una reacción comprensible. Siguiendo adheridos a la Ética, lo que crean tiene muy poca importancia. Lo que importa es cómo actúen en la vida cotidiana.
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………. Los agnósticos. Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos
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Hay otro grupo de PECRIPROs que no llega tan lejos como los anteriores. Decepcionados del engaño que sufrieron de pequeños, deciden rodear todo el tema ideológico de lo que podríamos llamar un «agujero negro», lugar poco conocido, turbulento y oscuro, que se traga a todo ente que se le acerca. Y ellos no serán tragados por tamaña cosa. Deciden que en temas de ideología no hay nada de lo que se pueda estar seguro y por tanto eluden la opinión. Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. No se sabe, ni se puede saber. Mejor dejarlo. Nos estamos refiriendo al grupo de los agnósticos, postura que merece todo el respeto de quien esto escribe.
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………. Los «buscadores». Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos
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Y finalmente hay otro grupo, el que hemos llamado PEBUSE. El PEBUSE no se da por vencido. Le han engañado con la enseñanza recibida. Bueno … pues él buscará la senda correcta. De que le enseñaran una senda errada no se deduce sino que la senda que le enseñaron era errada. No deduce que no haya sendas acertadas, no deduce que no haya parte alguna a la que ir. Y sigue buscando. Son lo que aquí llamamaos «buscadores».
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La Vía Universal
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………. El problema de la diversidad, o la jungla. Felicidad y sociedad 3 o la jungla Todos contra todos
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El primero de estos grupos entra en acerada colisión con los PESIDE que comulgan con la enseñanza infantil recibida y mantenida, especialmente con los educadores o sus alevines. Y de esos encuentros, de esos diálogos, saltan chispas. Es inevitable. En ambos bandos se da la posesión ideológica, porque una cualidad que aparece en el PECRIPRO es lo que el otro llama la «Claridad». La luz que el PECRIPRO percibe es luz propia. La luz que cree ver el PESIDE es prestada, pero a él le sirve. Y arremete contra el que ha renegado de sus sagradas creencias.
El PECRIPRO del segundo grupo, el del «agujero negro», es también más moderado a la hora de defender su «agujero». Y si no le preguntan a quemarropa qué opina, no dirá de qué parte está. Tal vez porque trata de mantenerse en un prudente término medio, recibe andanadas de su derecha y de su izquierda, de los ateos y de los creyentes.
El PEBUSE realiza su búsqueda a la chita callando, en herboristerías, librerías y alquerías alternativas y, como no se mete con nadie, pasa desapercibido y nadie se mete con él. Con lo que su búsqueda gana en discreción y eficacia.
Ya se huele el lector que quien esto escribe apuesta por la opción PEBUSE, por la búsqueda alternativa. A quien le han engañado una vez y durante una porrada de años, no se la van a dar con queso una segunda vez … Es cierto que el PEBUSE que se precie debe ser desconfiado a ultranza, pero, finalmente, como las hay, acaba por encontrar una senda correcta y ella le conduce al lugar deseado.
Si de los miembros de los dos grupos más vírgenes en evolución, los PEDESE y los PESIDE, decíamos que sufrían una enfermedad seria, crónica e incurable durante los primeros 100 ó 150 años, ¿qué puede afirmarse de los PECRIPRO que no son PEBUSE? Tengo amigos en este grupo, así que con el mayor respeto y cariño, diré que sufren una … indisposición, un como mareo, una euforia pseudo-etílica, un espejismo, que les impide captar el camino a seguir, por creer que ya han llegado a la meta. Es la claridad, que se convierte, como decía el otro, en enemigo del guerrero y le ata a la colina coronada, sin dejarle ver lo que hay más adelante.
Nos cuidaremos muy mucho de aducir argumentos en favor de nada en el campo de las ideas. Piense cada lo que le parezca y córtese el pelo en la peluquería donde le dejen a su gusto. Pero como estamos hablando de lograr la Felicidad en esta vida, en este mundo, rodeado de personas empeñadas en salirse con la suya … estamos obligados a defender que sólo el PEBUSE tiene posibilidades ciertas de éxito. No es que lo tenga fácil. Al PEBUSE novato le esperan años (cuente con los dedos, eso sí, de una mano) de sinsabores, de andar a ciegas, de no coincidir con nadie, de codearse con personas que no buscan lo que él. Hasta que alguna tarde aterrice en un lugar en que sepan cómo son las cosas. A partir de ahí la cosa se alivia y es fácil que llegue a forjar amistades indisolubles.
Así que el futuro, PECRIPRO-no-PEBUSE que hasta aquí has llegado, está en hacerte PEBUSE. Pero nadie te obliga a ello, ni aquí te lo aconsejamos si va en contra de tu filosofía de vida. Dándose uno coscorrones también se aprende y para los mareados es la única vía de acceso a la Felicidad. Sólo que se tarda más.
De seguir la suave insinuación anterior, el camino es buscar, y, si ha habido paciencia para leer todo lo anterior, diríamos que no habrá que mirar muy lejos. Las cosas, en este campo, siempre aparecen cuando comprendemos que las necesitamos y nos atrevemos a desearlas.
Enlace con el próximo día: Nuestra sociedad.
………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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