Gerardo Sacristán Pintores navarros 19 La Pintura 153
© Copyright Fernando Conde Torrens
Nacido en Logroño en 1.907, Gerardo Sacristán, como algunos Pintores Impresionistas, no tuvo fácil lo de ser Pintor. Su padre era aficionado al Dibujo y a la Pintura, pero no quería que su hijo se dedicara a la afición de la que posiblemente tuvo alguna parte de responsabilidad. Quería que fuese Médico, lo que, sin duda, puede parecer un futuro mejor. Pero el hijo se hizo fuerte y el padre terminó por ceder y mandarlo a la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde se formó. Allá tuvo como Profesores, entre otros, a Julio Romero de Torres y a Zuloaga, de los que no hemos hablado aquí, pero que al lector le sonarán.
Al terminar sus estudios en Madrid, y como premio a los méritos y premios recibidos durante los mismos, viaja becado tres años a París, tras lo que realiza un largo viaje de ampliación de estudios por media Europa. Vuelto a su Logroño natal, organiza varias Exposiciones a lo largo de los años siguientes. A principios de los 40 gana por oposición dos plazas en Pamplona, Profesor de Dibujo de Instituto y Profesor de Pintura de la Escuela de Artes y Oficios. Y aquí se viene con todos sus bártulos y su saber, para divulgarlo entre los que iban a ser sus alumnos navarros. Acogido con cariño como un navarro más, celebra su primera Exposición en 1.947, a la que siguieron otras. En 1.951 es nombrado Profesor de Dibujo Artístico y Pintura de la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona. Por tanto es el Profesor antecesor de Ascunce en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona.
Conozcamos a nuestro Pintor invitado. Nótese su manera de pintar: Trazo firme, rotundo, con más detenimiento en el rostro que en el ropaje. Fondo con materia, no diluido. Se notan las pinceladas tanto en el fondo como en el rostro, sobre todo en las luces, las zonas más iluminadas. El retratado resalta sobre el fondo gracias a un suave perfilado que lo bordea. Claro donde la cabeza es oscura (la frente, el pelo) y más oscuro donde el retrato es claro (la camisa). Nótese cómo cambia el matiz del color a lo largo de las mejillas y el poco detalle en la chaqueta de pintar. Es la manera de pintar que más me gusta, y la misma de un Ascunce o un Basiano.
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Gerardo Sacristán. Autorretrato. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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Sacristán no fue un Pintor demasiado comercial. Apenas participó en Certámenes ni Concursos nacionales o locales. Se dedicaba a sus clases y no se interesaba demasiado por los encargos, fuente de ingresos importante para otros Pintores.
Natural de La Rioja, hoy Comunidad, que conozco bien, en sus bodegones se multiplican las frutas, a las que sabía sacar todo su jugo. Con ellas salpicaba sus cuadros, cuando la ocasión era propicia, como en el retrato anónimo que viene.
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Gerardo Sacristán. Moza recogiendo fruta. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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O en este bodegón que tiene como protagonista a manzanas y peras de invierno. Lo he dejado a gran tamaño para que puedan verse las pinceladas, especialmente las luces o reflejos del bronce, del fondo, de las frutas y de la tela. Nótese cómo el perfil de la jarra está hecha a trazos rectos. Esa aparente despreocupación es propia de los buenos Pintores.
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Gerardo Sacristán. Bodegón con frutas. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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Gerardo Sacristán cultivó el retrato y, también, sabía encontrar y plasmar en él la personalidad del retratado. De la retratada, en el cuadro que veremos.
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Gerardo Sacristán. Retrato. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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Pero, a la vez que realizaba retratos, advertía a sus alumnos de lo negativo que sería dedicarse sólo a retratos. «Un Pintor debe practicar todos los géneros«, decía Sacristán, lo que será también el lema del Profesor que le seguirá en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, José María Ascunce. Y el de otro Profesor genial que he tenido, aunque éste lo decía de otra forma: «Hay que saber torear en todos los ruedos.»
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Gerardo Sacristán. Retrato. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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Felizmente, dispongo de dos autorretratos. El segundo.
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Gerardo Sacristán. Autorretrato. Óleo sobre lienzo
(Fuente: Pintores Navarros. Tomo I. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, 1.981)
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Sacristán se fue demasiado pronto, en 1.964, cuando sólo contaba 57 años de edad. Su lugar sería ocupado por otro Profesor que enseñaba en Corella, José María Ascunce. Fui demasiado joven, o empecé a pintar demasiado tarde – más lo segundo que lo primero – para haberle conocido. Pero eso no es obstáculo para apreciar especialmente su pintura vigorosa y llena del temperamento que Sacristán tenía, a juzgar por los que le conocieron.
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………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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Gerardo Sacristán Pintores navarros 19 La Pintura 153 Gerardo Sacristán Pintores navarros 19 La Pintura 153
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