Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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La dificultad de modificar nuestras ideas Todo lo demás

La dificultad de modificar nuestras ideas Todo lo demás

© Copyright Fernando Conde Torrens, el 29-1-2.019

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……….  El día pasado terminábamos, hablando de los premios Nóbel que son ateos …

……….  Es el momento de decir que ser un adelantado en el intelecto en un campo determinado no implica ser un adelantado en el saber en cualquier  campo extraño a esa intelectualidad, a esa especialización. Ser un premio Nobel en cualquiera de las secciones en que la Academia sueca reparte galardones, no garantiza que en asuntos del mundo inmaterial, trascendente, profundo, sutil, uno sea un hacha, una mente privilegiada, un crack. Ni capaz de decir con acierto que ese mundo no existe … “Zapatero, a tus zapatos”.

……….  Con esa negación, el intelectual está diciendo tan sólo: “Yo en ese campo no tengo experiencia; luego no tengo conocimientos; luego no puedo afirmar nada con peso suficiente.” En lugar de asegurar que la Divinidad es un invento de los humanos, debiera decir: “Sé de algunos humanos que se han inventado un falso dios”. Y ahí le apoyaríamos. Pero de la negación de un caso particular, si bien en el que ha trascurrido su vida (dicho sea en su descargo), pretende deducir la negación en todos los casos, es claro que comete un error de procedimiento. Yerra, sencillamente. Deduce sin base. Y quienes les siguen, al amparo de su prestigio … siguen a un ciego.

……….  Tampoco pasa nada irreparable, nada terrible. Simplemente, se privan de los dones mejores que tienen, de sus mejores Capacidades, de las Facultades más finas de que están dotados. Y eso les va a perjudicar la existencia, se la va a empobrecer; va a ralentizar su Evolución; les hará llegar más tarde a la Meta, hasta que se den cuenta de su error y puedan ponerse a trabajar de verdad. Hasta que pasen a ser “buscadores” de la Verdad. Este paso es ineludible. Quien no se vuelva “buscador”, repetirá y tendrá que volver a la Escuela. Ésa es la pérdida. No es dramática, pero tampoco banal.

……….  Las respuesta podría ser: “Como nadie vuelve …”. A lo que habría que decirle: “En cien años, de acuerdo.”

……….  Abordemos ahora, caso 3la dificultad de los investigadores independientes para dar validez a otras soluciones distintas sólo en parte a las suyas. Y nos referimos a los investigadores independientes en el tema de la historicidad de Jesucristo.

……….  Cuando alguien investiga algo, cuando pasa cientos, miles de horas analizando los aspectos que acompañan a un determinado asunto, uno va forjando conceptos que parecen estar claros. Esos aspectos están claros según ciertas bases, según ciertas fuentes. Si las fuentes son buenas, auténticas, diáfanas, no manipuladas, las deducciones serán veraces. Pero si las fuentes han sido contaminadas, manipuladas, envenenadas, las conclusiones no se acercarán a la verdad, a la realidad. Se alejarán de ella.

……….  Pero el investigador independiente ha dado esas fuentes por buenas. No duda de su corrección. De modo que, sean las fuentes verídicas o corrompidas, el investigador independiente se va repitiendo a lo largo de su investigación que las cosas son como él deduce, como él afirma en su compendio final.

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……….  Hay además, otro factor, el amor del padre por su criatura. Todos los padres sienten una especial devoción por sus hijos. Ese amor es algo que sale del corazón. Porque – hablando ya de la obra, del descubrimiento – además de ser la verdad, es suya. 

……….  En todo el tiempo en que se ha ido forjando la conclusión, la deducción de cierto aspecto, se ha formado una potente y amplia “autopista neuronal”. A la que se añade el hecho de que esa conclusión se expone en público. Con ello, en cierto modo, el investigador pone en juego su prestigio. El amor propio se une a la comodidad de uso de la personal “autopista” creada.

……….  Vamos a dejar aquí el análisis, porque lo que se puede decir a continuación lo repetiremos en el caso de los propagandistas. Y no es cuestión de reproducir dos veces las mismas ideas.

……….  Con las veces que hemos defendido la formación de “autopistas neuronales” ante repeticiones milenarias, el lector puede adivinar lo que vamos a exponer, el caso 4, hablando del interés de la Organización eclesial para que a todos los niños se les enseñe la religión cristiana.

     Las mentes infantiles, inermes, sin defensas, encantadoramente moldeables, ávidas de conocer cosas nuevas, son el objetivo ideal para cualquier constructor de “autopistas mentales”. Va a poder trabajar sin la menor traba, con la colaboración entusiasta del inocente y desvalido infante.

……….  Luego, cuando sea mayor, tendrá que vencer la inercia infantil y juvenil. Tendrá que echar abajo las autopistas que le impusieron de niño y construir las correctas de una persona mayor. Encontrará más o menos dificultad para este trabajo de demolición y reedificación, según cuál sea su «nivel de Evolución«. Si es escaso, nunca modificará sus construcciones infantiles. Si es mediano, le costará. Cuanto más adelantado esté en Evolución, con más facilidad reemplazará los viejos y falsos conceptos por los genuinos.

……….  Así hemos actuado todos. El lector ya tiene experiencia personal en este concreto apartado.

……….  Vamos ahora a un punto, el caso 5, en el que nuestro lector no tiene experiencia. Pero a estas alturas no le sonará extraño el argumento. Toquemos la imposibilidad de los propagandistas del fraude cristiano para darse cuenta de los puntos débiles de su argumentación.

……….  Si en el caso de los investigadores independientes, que realmente lo son,  investigadores, e independientes (no se puede ser una cosa sin la otra), había ya cierta dificultad para reconocer soluciones algo diferentes de las propias, imaginémonos qué dificultades no tendrá un propagandista, cuya carrera profesional se ha basado en la defensa y propagación a ultranza de la historicidad de Jesucristo. Si, además …

  • ha publicado no pocos libros exponiendo argumentos en pro de su tesis.
  • Si es considerado por no pocos como una autoridad, tal vez la máxima, en la materia.
  • Si su opinión y presencia es requerida en foros académicos y universitarios.
  • En un palabra, si es un mimado en los medios de comunicación filo-ortodoxos.

……….  La posibilidad de deshacer las autopistas creadas a lo largo de media o de toda una vida, por parte de alguien que no quiere hacer ese trabajo en absoluto, las posibilidades – decíamos – son no ya ínfimas, sino totalmente nulas. Porque no va a haber voluntad de reconsiderar nada. Porque no hay un nivel de Evolución elevado, o no habría incurrido en ese oficio.

……….  De modo que no va a poder sino encastillarse en su torre de marfil, argumentar que no quiere leer, ni enterarse, de ideas que vayan en contra de las suyas, y asomarse a las almenas para recibir el aplauso de quienes tampoco son capaces de revisar con su propio criterio las ideas infantiles; sencillamente, porque no han formado criterio propio. Y los que se asemejan se juntan.

……….  Y, extendiendo al argumento universal a la generalidad de la sociedad estará claro también – caso 6 – para el lector la inutilidad de casi todas las discusiones sobre el mundo de las ideas. Ideas o convicciones que no tienen por qué ser ni siquiera religiosas. También el futbol, los toros, la política, la moda, el machismo, la buena mesa … Tantos y tantos temas en los que el acuerdo resulta difícil y la discusión, inútil y a evitar, si se tiene un mínimo de sentido común.

……….  No pretendemos terminar con las charlas entre amigos, alrededor tal vez de una mesa con copiosas viandas encima, pero sí alertar al lector de la banalidad de pretender en unos minutos destruir “autopistas” que, por ser internas y de las que no quiebran, resultan inasequibles e inamovibles.

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……….  Fernando Conde Torrens es autor de Año 303. Inventan el Cristianismo, recientemente editado, “Simón, opera magna“, “El Grupo de Jerusalén“,  “La Salud” y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En  https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano, lo de “quién soy yo, qué hago aquí, de dónde vengo y adónde voy“.

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