Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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La malquerida

La malquerida

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……….   El artículo anterior, en este enlace.   https://www.sofiaoriginals.com/la-segunda-via-pasar-a-la-accion/

……….   Hay futuros maltratadores a los que no se capta que lo son desde un principio. Hay otros a los que sí. Pero en estos casos los indicios, sólo uno o dos, son tan ligeros, tan poco perceptibles, tan poco defendibles dialécticamente, que si uno capta algo, un detalle que puede inducir a sospecha, no se atreve a decirlo, por temor a ser considerado un exagerado y con ganas de estropear una relación afortunada.

……….   He participado de ambas situaciones, por eso puedo hablar con conocimiento de causa. La frecuencia de maltratadores en nuestra sociedad es mayor de la que imaginamos. Lo que sucede es que hay una o dos personas empeñadas en ocultar ese hecho: La víctima y el maltratador. Más la primera que el segundo.

……….   Pero hoy no queremos tratar de él, sino de ella, de la heroína que soporta más de lo que ninguno de nosotros, varones, soportaría nunca en la vida. ¿Por qué lo hace, por qué trata de ocultar lo que pasó a ser evidente para su entorno familiar en el hogar hace ya tiempo, por qué nunca se queja, por qué aparenta que todo marcha normal en su casa, cuando no es así de ninguna manera? 

……….   En los primeros años la presión del «macho dominante» es más sutil, trata de convencer a su pareja de que él tiene razón y es ella la que está equivocada; no por culpa suya, sino porque sus padres la educaron mal. En su familia no tenían criterios acertados. Los suyos lo son, y ella debe amoldarse a sus criterios, a los de su marido, que son acertados, y olvidarse de cómo fue adoctrinada en su casa. A fin de cuenta, ella se ha casado con su marido, o se ha ido a vivir con él, con su pareja; no sigue ya con sus padres. No tiene por qué hacerles caso, ya es mayor … Todos los comentarios son para separarla de los suyos.

……….   Por eso procura ir poco a casa de sus suegros, para que no vuelvan a mentalizarla con ideas erróneas. Es decir, todas sus maniobras son en favor de su pareja, en favor de ella, son por su bien. Conductas como éste van acomodando a la mujer al punto de vista del esposo o pareja. Ella desea la paz en casa. Y se da cuenta de que si le sigue la corriente, si la da la razón, si piensa en paralelo con él, las cosas se suavizan, parecen un hogar normal. Y esa situación empuja para que cada vez más ella vea por los ojos de él. Y hay paz, no exenta de arrebatos violentos que se traducen en malas palabras, insultos y gritos. Pero siempre parece que renace la paz tras un encuentro especialmente intenso. 

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La malquerida

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……….   Hay otro aspecto que influye en ella. No quiere reconocer ante su familia que … se equivocó en la elección. Que su pareja es un tirano, un déspota, que la maneja, que la hunde en la miseria para salirse siempre con la suya, para hacer su voluntad en todo. No le cuesta nada, de visita con su propia familia, aparentar que todo va como la seda. Todos los detalles, que levantarían ampollas en sus seres más cercanos, quedan ocultos, no se revelan. La consigna interior de una víctima es aguantar, que no se sepa lo que sucede en ese hogar. Que no se enteren sus padres.

 ……….   Hay un primer indicio, de cara a la familia de ella, que no pasa desapercibido, cuando hay tensión entre ellos. Cuando en una visita la discusión o la bronca ha estado demasiado cerca, en el tiempo o en el espacio, a la propia visita. Los padres captan esas tensiones, sobre todo en su hija. Pero ellos también tienden a callar, para no resucitar viejos demonios. Luego comentarán entre ellos, pero posiblemente ahí quedará la cosa. Y si más adelante le preguntan, ella negará. Por no darles un disgusto.

……….   La víctima intenta que en su casa no sospechen lo que ocurre entre las cuatro paredes de su hogar. Si cabe, tendrá confidencias con alguna de sus hermanas, si las hay. Pero con el compromiso de que los padres queden al margen. Todo debe quedar entre ellas dos.

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2 comentarios en “La malquerida”

  1. Themis Aurora dice:

    Conozco historias de malqueridas y los he visto en hogares muy religiosos, hay que tapar todo.

  2. Fernando Conde Torrens dice:

    Son muy frecuentes. Yo he sabido de varias y he participado, en mayor o menor grado, de más de una. No tiene nada que ver con practicar o no practicar. Se puede ser maltratador e ir a misa los domingos. Creo que en el artículo de mañana indico que se da en alrededor de un 50% de los hogares españoles. No creo equivocarme en mucho. Es horrible, pero ésa es nuestra sociedad. No se hace nada para mejorar al individuo. En una sociedad así no es extraño que una pequeña parte de los maltratadores llegue al nivel más detestable y asesine a su pareja … Y tampoco es extraño que haya laxitud en algunos círculos para corregir esta barbaridad.

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