Los montes de Joan Coloma Potes 2011
© Copyright Fernando Conde Torrens, el Lunes 15-12-2.010.
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Una de mis aficiones es la Pintura, por eso en este blog hablamos con cierta frecuencia de Pintura. Las vacaciones son en Agosto, la gente se mueve en Agosto, por eso las Exposiciones se concentran en Agosto. Todo ello hace que en vísperas de Agosto este blog se llene de Pintura, de anuncios de Exposiciones, de aquellos Pintores que … nos son queridos, porque hemos visto su obra, simplemente. Y en ella hay algo que llena, que se ete dentro, tal vez porque quien la creó puso algo de su interior en ella. El «tal vez» se confirma cuando leemos lo que los autores dicen de su obra: En efecto, lo dicen de forma diferente, pero ambos se meten dentro de la obra, del paisaje, y esa identificación es lo que luego plasman en el cuadro. Y así, lo que vemos es una traducción, la Naturaleza cuando es vista por alguien que la ama profundamente.
Y el Pintor de hoy, Joan Coloma, valenciano, siente algo especial por las cumbres nevadas de los Picos de Europa, por su grandiosidad, por su magnificencia, por su imponente poder. Esos Picos son como un destello de la fuerza de la Naturaleza, hermosa en sí misma, sin aditamentos humanos. Por eso nuestro Pintor elimina la huella del hombre sobre al tierra, porque, como los pioneros de la escuela de Barbizón, entiende que ella sola ya es perfecta.
El lector deberá pasearse por el cuadro, que, afortunadamente, disponemos con una gran definición.
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Joan Coloma. Los Picos de Europa desde Baró (Liébana). Óleo sobre lienzo, 100 x 40 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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El mismo cuadro para poderlo ver de un vistazo. Un detalle que me llama la atención de Joan Coloma es los formatos extremos que en ocasiones emplea. Lo veremos en otro caso, hoy mismo.
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Joan Coloma. Los Picos de Europa desde Baró (Liébana). Óleo sobre lienzo, 100 x 40 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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No precisa un buen Pintor paisajes majestuosos para hacer un buen cuadro. Cualquier tema, cualquier rincón perdido, sin nombre ni apellidos, es tema para un cuadro, como podemos comprobar en el que sigue, que se centra en una casa perdida en un monte perdido.
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Joan Coloma. Desde Aceñaba. Piedrasluengas (Liébana). Óleo sobre lienzo, 81 x 65 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Para el lector que desee pasearse por el cuadro, captar las pinceladas, es decir, cómo se hizo el cuadro, viene a continuación la imagen en tamaño original, pues la anterior fue empequeñecida. Así se puede ver el detalle con que se elaboran los pinos, los arbustos de la parte cercana de la izquierda, los tejados de la casa principal, la hierba del primer plano … Y el resto, corriendo el cursor a la derecha. Esta minuciosidad, junto con otras más, es una componente del buen Pintor. Otra componente que se puede apreciar en estos mismos detalles, la elaboración de los colores. Note el lector la variedad de tonos de verde en el trozo pinos-arbustos-tejado.
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Joan Coloma. Desde Aceñaba. Piedrasluengas (Liébana). Óleo sobre lienzo, 81 x 65 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Joan Coloma, como lo fue Joaquín Sorolla, es un Pintor amante de la luz. No pinta, por ejemplo, como Zurbarán, cuadros tenebristas, sino cuadros en los que la luz se refleja, aunque sólo sea en la nieve. La nieve es otro elementos que abunda en los cuadros de Joan Coloma. La nieve y el agua, como pronto veremos.
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Joan Coloma. Tarde de Noviembre en Fuente Dé. Óleo sobre lienzo. 27 x 22 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Puesto que lo tenemos, veamos el mismo cuadro aplicando el zoom sobre él. Zoom tan potente que nos permite ver la trama del tejido sobre el que se extiende la pintura, la materia. Se percibe la trama, diría, porque la pintura que se usa para lo lejano es muy diluida, mientras que para las zonas más cercanas, la pintura es más grasa, densa, espesa, de la consistencia que tiene la pintura en el tubo. Por eso, en las partes inferiores, las cercanas, no se distingue la trama del lienzo, lo tapa una capa de pintura densa.
Y no se crea el lector que es fácil pintar nieve, que basta con extender una gran capa de pintura blanca sobre el lienzo. En absoluto. Lo puedo decir porque lo he intentado. Y renuncié. La nieve no es para mí, salvo pequeños trazos sobre los aleros. La nieve casi es todo menos blanco puro. El lector puede verlo con todo detalle en la ampliación que sigue.
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Joan Coloma. Tarde de Noviembre en Fuente Dé. Óleo sobre lienzo. 27 x 22 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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El agua, tengo para mí, es mucho más agradecida que la nieve. Pero lo es el agua espejo, como lo es el mar-estanque. Es mucho más difícil el mar con olas y el agua tipo torrente, que es lo que forma el eje vertebral del cuadro que viene a continuación. Al disminuir el tamaño del cuadro, para que quepa todo él en la pantalla y abarcarlo de un vistazo, es inevitable que se produzca a veces el efecto moiré, palabra francesa, que significa «que tiene aguas o veladuras«. Son esas trazas claro-oscuras que se ven sobre los montes. Para no verlas, véase más abajo la imagen original, sobre la que haremos algún comentario. La belleza del cuadro, advertencia al lector, se aprecia en el cuadro ampliado, en detalle.
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Joan Coloma. Río Cares, Asturias. Óleo sobre lienzo, 55 x 22 cm.
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(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Sin manchas, aguas, ni veladuras artificiales, podemos captar de nuevo la trama del lienzo en las partes cubiertas por pintura diluida y no en la parte cercana, tratada con pintura consistente. El detalle nos permite ver el diferente tratamiento de los montes, según su grado de lejanía. Colores claros, agrisados, dibujo nada definido en el monte más lejanos. Y, conforme nos acercamos, dibujo más preciso, colores más definidos, menos grises, más oscuros. Tímidos trazos oscuros y esbozo de las rocas en el tercer monte. Vegetación definida y proliferación de manchas oscuras en los dos montes cercanos, los que forman el desfiladero.
Lo mismo vale para el agua, blanca a lo lejos, y progresivamente más oscura, hasta volverse violácea, en el primer plano. De ese modo se hace patente la distancia. En este cuadro, pintado desde un plano superior al nivel del río, apenas se ve su fondo. En el siguiente cuadro, sacado de otra fuente, tal vez perteneciente a otra Exposición anterior, veremos el fondo de un río, desde la óptica de Joan Coloma.
Aprovecharemos el último cuadro para hablar de la atmósfera. Trate de captarla el lector en este cuadro del río y, lógrelo o no, vuelva a intentarlo tras leer lo que se dice en el cuadro siguiente.
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Joan Coloma. Río Cares, Asturias. Óleo sobre lienzo, 55 x 22 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Veamos ahora un río en cuya orilla plantó Joan Coloma su caballete. Ello va a permitir que la visual a sus aguas sea casi horizontal. Vea el lector la diferencia. En el agua lejana se refleja el cielo. En las cercanas, parece que podemos meter la mano y tocar las piedras. Mire el lector el río, usando su mano cerrada como catalejo, y parecerá que lo tiene ante sí. Mire el cielo, del mismo modo, y verá que el perfil oscuro de la peña derecha avanza hacia nosotros, separándose del fondo. Eso es atmósfera. Y la atmósfera la crea el Pintor.
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Joan Coloma. Desfiladero de la Hermida. Óleo sobre lienzo.
(Fuente: Joan Coloma entrevistado en Alborada.)
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No puedo ofrecer el cuadro que finaliza este artículo en versión ampliada, jugarretas de la Informática. Pero tal y como está bastará para comprender una manera de crear atmósfera. Trate el lector de captar la forma de hacerlo mirando con la mano cerrada a modo de catalejo los montes lejanos. Debe verlos escalonados perfectamente, tanto más cercanos cuanto más bajos y más hacia la derecha. La pregunta de este examen es cómo logra el Pintor dar esa sensación. La respuesta, en el comentario debajo del cuadro.
Un poco de imaginación y creatividad, lector …
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Joan Coloma. Lomeña en Otoño. Óleo sobre lienzo. 65 x 54 cm.
(Fuente: Catálogo de la Exposición.)
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Los espacios gris-azulados y los suaves trazos claros que separan dos planos. Ello es especialmente claro en los dos extremos superiores del cuadro: Zona azul-gris clara en la separación del monte último del que le precede. Esa trazo genera la separación entre los montes. Eso, más el diferente tratamiento de color, ya explicado anteriormente, hace que un monte se superponga al otro.
Nos quedan otros cinco cuadros de Joan Coloma, de los que se expondrán en Potes (Cantabria) este próximo Agosto. No queremos cansar al lector, ni cansarnos nosotros. Así que, hasta el Viernes. Pero, como penúltimo día de este año laborable, previo a las vacaciones de Agosto, digamos que el blog guarda vacaciones en todo menos en Tertulias. Si hay Comentarios tipo Tertulia, éstas se incorporarán al blog. Sépanlo los tertulianos habituales. El Lunes 1 de Agosto, una réplica pendiente. Luego, lo que los dioses dispongan.
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El dónde y el cuándo.
Del 1 al 15 de Agosto: Sala de Exposiciones.
Dirección: c/ San Cayetano, nº 8 (Entrada por la bajada del río.) POTES – CANTABRIA
Del 16 al 31 de Agosto: Casa de Cultura F.A.H.
Fundación Fredo Arias de la Canal
Dirección: c/ Sol, nº 20 Tfno 942 730812 POTES – CANTABRIA
Horario de visitas durante todo el mes: Mañanas de 11 a 14. Tardes de 17 a 21.
Abierto Domingos y Festivos.
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………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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