Mentales sentimentales y sensitivos

            Desde muy antiguo el mundo se ha compuesto de machos, con un funcionamiento básicamente mental, y hembras, con un funcionamiento básicamente sentimental. Y en ese mundo rudo, violento, despiadado, dominado por la fuerza y desfavorable a las hembras, surge un tipo de humano nuevo. El que aquí llamamos “sensitivo”. Es la persona que es sensible a la Energía, al contacto con lo etéreo, al uso de lo que desde antiguo se llamará Magia, y por la que se sentirá un temeroso respeto. Tratemos de comprender cómo surge ese tipo de personas, esa idiosincrasia nueva, que divide a la tribu en mentales sentimentales y sensitivos.

            Tal vez, sin duda, se dieron, en casos concretos, circunstancias adversas extremas: Una tribu, o un clan, al borde de la extinción. Por falta de caza, por ejemplo. Y alguno de los miembros de la partida, viendo el fin próximo, clamó internamente a los ancestros una desesperada petición de ayuda. Y los más adelantados de los ancestros, desde el otro lado, respondieron con una intuición, con un mensaje directo, con una solución. Y ésta funcionó. Y el clan se salvó del desastre, del fin.

El “salvador” ganó entre los suyos un gran prestigio temporal, mientras duró la caza que, gracias a él, se había conseguido. Y cuando se repitió el problema, incluso con menos gravedad, “el sensitivo a su pesar” volvió a repetir su demanda., y los guías de entre los ancestros respondieron, como hacen siempre que hay un oído atento. Su prestigio se convirtió en fama. Había nacido el chamán de la tribu.

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En otra tribu, en otro clan, y en ausencia de los machos, que habían ido a cazar, hubo un problema serio de salud con un niño: El niño se moría. Ninguno de los remedios conocidos había dado resultado. Sólo cabía esperar el final. Su madre, destrozada, hizo lo esperable en un caso similar, pidió ayuda a los ancestros, en los que se confiaba, a los que se daba culto. Y ésta llegó, en forma de receta de hierbas.

La mujer fue a por las hierbas, hizo la mezcla y la aplicó al niño. Y el niño sanó. Había nacido la primera hechicera, curandera, sanadora. Y esta madre desarrolló su habilidad, como el chamán del clan antaño hambriento. Convirtieron ambos sus canales de comunicación con la Energía, por llamarla de alguna manera, en autopistas, o en calzadas romanas de primera clase, al menos. 

Ambos enseñaron a los miembros mejor dotados de la comunidad – porque enseñar el arte de la sensitividad es difícil y hay que poseer cualidades innatas para poder desarrollarlo – y se perpetuó la saga de los “sensitivos”. Ellos eran, en cierto modo, diferentes a los demás. Tenía poderes, poderes de origen desconocido,  modus operandi extraños.

La suerte de los chamanes y de las hechiceras fue diferente. A ellos los hombres los necesitaban para casos de emergencia. Y llegaron a ser el número dos de la tribu, detrás del más fuerte. Ellas … dependió del carácter del chamán más cercano. Si él vio en ella una posible competencia … mal asunto para la curandera. Subsistieron ellas cuando se comprendió sin recelos su labor, beneficiosa para la tribu.

El campo de los sensitivos es muy amplio. Y unos lograron llegar más lejos que otros en él. Se le ha llamado “el Poder” y tiene que ver con la Energía.

De las tres Capacidades Sutiles que todos los humanos tenemos, pero pocos usamos, las tres idiosincrasias tiene facilidades específicas.

Los mentales tienen facilidad para conectar con la Mente Superior, y dificultad para hacerlo con las otras dos. Se requiere un pulido notable para lograrlo, aunque es la primera capacidad que se suele adquirir, porque los requisitos son menos exigentes que para las otras dos.

Los sentimentales tienen dificultad para conectar con la Mente Superior. Supone un tipo de operativa para el que están totalmente desentrenados. En cambio, están mejor preparados para el Contacto con el Fondo, aunque para ello sea necesario un pulido extremo. Las exigencias para el Contacto con el Fondo son superiores a las que existen para el contacto con la Mente Superior.

Unos y otros, mentales y sentimentales, tiene dificultades casi insuperables para conectar con el Cuerpo Superior, que exige conectar con la Energía. Para esto están incomparablemente mejor preparados los sensitivos. Los requisitos para conectar con el Cuerpo Superior, desde el punto de vista de la Ética, son mínimos. De ahí que casi todos los sensitivos lo logren al segundo intento, exagerando. Lo difícil es ser sensitivo. Para ello hay que tener tradición, es decir, se ganó ya a pulso …

El que no lo haya hecho tendrá que hacerlo en esta vida. Y en eso estamos unos cuántos … La Meta final es ser Sobresaliente en todo. O, al menos, Notable.

Queda mucho por hacer, amigo buscador … Luego, adelante.

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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén»,  «La Salud», recientemente «Año 303. Inventan el Cristianismo» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En  https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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© Copyright Fernando Conde Torrens, el 4-1-2.014

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