Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Problema de credibilidad

………. El pasado pesa y, por defender el tema ya indicado, no puedo negar que me enfrento a un Problema de credibilidad.

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© Copyright Fernando Conde Torrens

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……….En estos momentos tengo un problema de credibilidad. Ha habido personas que, sin cualificación alguna, han escrito cosas impactantes, heterodoxas, historias increíbles, llevando la contraria a todo lo establecido. Y han vendido sus libros de manera muy jugosa. Con el tiempo se ha descubierto la superchería y han quedado en su sitio. Pero nadie puede volver hacia atrás la moviola y los libros les han proporcionado los beneficios que ellos buscaban.

……….Yo he leído libros de esa especie. Cuando uno lee un libro de esa especie, el primer libro, es posible que le entre la duda. Cuando va por el tercero, se da cuenta de que es imposible tanta aventura, tanta información increíble. Uno capta que está leyendo una fantasía. No quiero que se piense que me estoy refiriendo al código Da Vinci. A poco que uno se haya interesado mínimamente por la historia de nuestra religión, uno sabe desde el principio que el libro mencionado es una novela, fruto de la imaginación. Que se haya adobado con visos de profundidad no la convierte en profunda. Mezcla ingredientes comerciales, construye una trama fácil de seguir, aporta noticias sobre aspectos ocultos y logra distraer a unos y entusiasmar a otros.

……….El caso es que entre los anteriores y los recientes, los que han crecido al socaire del libro recién mencionado, un análisis que viene de muy atrás, hecho en base a los escritos originales, con unos hallazgos sorprendentes e importantes, puede aparentar ser una novela más. De modo que creo conveniente dar algunos detalles sobre cómo fue sucediendo lo que luego he narrado en los dos libros, «El Grupo de Jerusalén» y «Simón, opera magna».

……….Hay otros siete años de búsqueda previos, que supusieron mucho, pero no es ése el tema. Simplemente, decir que hubo siete años antes. Y al octavo año, comencé a mirar con lupa nuestro Nuevo Testamento. Recuerdo la primavera del 1.994. Iba con una persona en avión hacia París, a una convención de trabajo. Yo trabajaba entonces en una Empresa con sede en Francia. Y como tenía confianza con ella, le iba explicando lo que había percibido al analizar las Cartas de Santiago y Juan. Veía algo raro, como dos manos en las mismas cartas, pero sólo era una percepción muy personal, no demostrable.

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Problema de credibilidad

  Problema de credibilidad

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……….Ese verano pasé una semana visitando los castillos del Loira, impresionantes. Y en los ratos libres, que no eran muchos, leía y releía las Epístolas de Pablo. Los jardines y el embarcadero interior de Chenonceau, la veteranía de Blois, el paso de Leonardo por Amboise o el inmenso Chambord, alternaban en mi atención con Romanos, Corintios y Tesalonicenses. Y entonces decidí que tenía que leer los textos en el griego original o no sacaría nada en claro. Ese verano, en Alicante, adquirí mi primer diccionario de Griego. Me lo llevaba a la playa, bajo la sombrilla.

……….Tal vez eso no sea habitual esto en un técnico, pero me interesaba profundizar sobre qué sucedía con nuestros escritos ideológicos básicos. Y me interesaba profundamente. Y es malo que una cosa me interese profundamente.

……….Seguí mi análisis sobre los diferentes autores del NT. Mi Biblia era, como ya he dejado escrito en «El Grupo», la Nácar-Colunga. Me compré el Nuevo Testamento Interlineal, en primer lugar. Ahora ya iba componiendo su vocabulario, el de cada autor, con el texto original. E iba estableciendo similitud de expresiones. Comprendí que con la Nácar-Colunga nunca hubiera obtenido los resultados que me daba la posibilidad de acceder al texto en griego. Luego conseguí más versiones del NT en griego, tantas como fuera posible. Entre medio, di clases de griego. Y de hebreo. Mi nivel, traducción. Exclusivamente. Y no puedo decir que sea muy bueno. Pero contando con una caterva de versiones bilingües o trilingües, tampoco hacen falta mayores conocimientos, me parece. Se dan vueltas sobre los mismos textos. Las variaciones efectivas, en palabras, como he leído recientemente, no superan el 1 %.

……….De modo que al año siguiente, en 1.995, llegaron los primeros frutos, pude obtener Marcos original. Marcos actual está redactado en dos etapas. Hay un substrato primero, que llamé Marcos original, creyendo que era del Marcos histórico, y una ingente masa añadida. Mi método de separación está someramente explicado en «El Grupo». Le llamé «mi método filológico«, para no ser pretencioso. El «mi« no era para indicar posesión, sino para que se estuviera claro que era yo quien aplicaba el calificativo al sustantivo, «método«. Hallazgos posteriores probaron que el tal método daba resultados muy cercanos a la realidad. Erré en muy poco, Marcos original constaba realmente de 84 versículos y no de 140 como yo deduje. Teniendo en cuenta que Marcos tiene 678 versículos, deducir que el relato original es isométrico y sólo contiene 20 capítulos de 7 versículos cada uno, no es cosa baladí; aunque la realidad sea que se compone de 14 capítulos de 6 versículos cada uno. A eso le llamé isométrico. Marcos original está en el libro segundo, «Simón, opera magna».

……….Al verano siguiente, el de 1.996, deduje Juan original. Sigue las mismas reglas de redacción que el anterior. Aquí el acierto fue mayor. Deduje que constaba de 12 capítulos de 10 versículos cada uno (120 versículos en total) y realmente constaba de 10 capítulos de 10 versículos cada uno (100 versículos en total). Este texto está en la Web y en los dos libros. Seguí aplicando el método a Romanos y a Apocalipsis. Con resultados concretos pero menos precisos: Textos isométricos, aunque la aproximación no fuera tan buena. Ahora sé que aquellos hallazgos fueron incipientes, imperfectos. Su gran valor fue que dieron pie a seguir profundizando y a encontrar lo que vendría después.

……….Fue a finales de Agosto del 99 cuando encontré a Simón. Cómo y donde está narrado en Simón. El descubrimiento fue vital. Pero era obligado hallarlo con el método de búsqueda tan exhaustivo que me había planteado: Aplicaba «mi método filológico», a todos los escritos cristianos primitivos. A todos. E iba encontrando más y más indicios razonables de que todos esos escritos podían ser obra de la misma mano. La sospecha era escandalosa. Tan escandalosa que no podía ni siquiera mencionarse sin tener sólidas pruebas documentales.

……….Ahora que se tienen esas pruebas, la pregunta es ¿sabiendo que todos los escritos cristianos primitivos son obra de la misma persona, tan difícil resulta hacer estudios filológicos imparciales, no sesgados, objetivos, para ver si, efectivamente, son obra de la misma mano o no?

……….La existencia de dos cadenas de firmas, que es conocida, no ha sido rechazada, es visible (al menos doce capítulos del Nuevo Testamento están desmenuzados en este blog), permite algo a lo que creo que jamás se pensó pudiera llegarse: Podemos determinar hasta los signos de puntuación que tuvo el texto inicial, el preparado en primer lugar. No ya las variantes de la versión, sino hasta las comas. En ningún aparato crítico, que yo conozca, consta si las comas están presentes o ausentes en tal o cual códice. Pues bien, el método descubierto permite fijar qué comas formaban parte del texto elaborado en primer lugar (en rojo) , cuáles se añadieron con las cuñas azules y qué otras cuñas son fallos de los copistas y no estaban en los 50 códices que Constantino encargó (¿sólo 50?) con destino a las iglesias de Constantinopla a su no tan fiel amigo Eusebio, el de Cesárea.

……….Estoy convencido de que tal capacidad de análisis a semejante cuerpo literario no pasará a la historia como pasaron algunos de los libros que yo adquirí hace ya algunos años y de los que he hablado al inicio de este artículo. Es impensable. Alguien, aunque sólo sea uno, cavilará lo suficiente como para osar asomarse a lo que aquí vendemos a tan bajo precio.

……….Decir por último que cinco años, los que van de Agosto del 99 a este Agosto pasado, siendo la única persona del mundo que conoce tamaño secreto y que puede trabajar a sus anchas descubriendo cientos y cientos de firmas de Simón en los lugares más sagrados, son una experiencia inolvidable. Dedicar entre mil y dos mil horas al año a una afición que a uno le resulta no ya atractiva, sino apasionante, es un regalo del cielo.

……….Pasarse cinco años trabajando en esto, es una experiencia que sólo pueden comprender quienes han vivido algo similar. La Tesis es una imagen, pero sólo una débil imagen. Cinco años, con un total de entre seis mil y diez mil horas, dan para mucho, sobre todo cuando son un disfrute y no se tiene prisa. Podría dar más detalles, pero éstos parece que deban ser suficientes.

……….Llega un momento que la Tesis está madura para publicación. Si uno quisiera podría no acabar nunca. ¿Sendas abiertas? Cantidad. ¿Base para acometerlas? La que uno sea capaz de ver. ¿Vendas sobre los ojos que impidan ver? Las que la deformación interior de uno cree. ¿Pueden todos? Absolutamente, no. ¿Habrá Profesionales preparados sin venda? ¡Quién lo duda …!

……….……….. Problema de credibilidad

 Siguiente artículo: La ignorancia y la edad infantil.

……….. Problema de credibilidad

……….Fernando Conde Torrens es autor de «La Salud», El Grupo de Jerusalén», «Simón, opera magna», recientemente de «Año 303. Inventan el Cristianismo» y de una serie de artículos sobre el mundo de las Ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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