Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Problemática prostática

Problemática prostática

Copyright Fernando Conde Torrens el 15-10-2.019

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……….   Este artículo es continuación de este otro.

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……….   Problemática prostática   Problemática prostática

……….   Veamos ahora qué tipo de problemas.

……….   Una visión rápida nos dice que pueden darse tres situaciones, todas ellas no deseables:

……….   La “prostatitis”, o inflamación de la próstata,

……….   la llamada “hiperplasia prostática benigna”

……….   y el cáncer de próstata, que es la anterior pero maligna.

……….   Empecemos por la más suave: A esa inflamación de la próstata, normal en hombres jubilados, la llaman “hiperplasia prostática benigna”. En realidad, eso no es un diagnóstico. Es decir “inflamación de la próstata” en griego. En griego “uper”, (pronunciar “iper”) significa “por encima de“. Y “plassu” (pronunciar “plasi”) significa “formar”. La próstata está “formada por encima de” … lo normal.

……….   A esas dolencias que no se sabe cómo se originan, ni como se curan, se recurre a llamarlas con nombres griegos, como lo son también muchos nombres técnicos, como teléfono, telescopio o micrófono. Así, el que la sufre cree que está diagnosticado, pero no lo está. Esta vendido. Nadie le va a curar. Tendrá que vivir como Dios le dé a entender con lo que le ha caído encima, lo mejor que pueda.

……….   Vamos a ver ahora cómo puede ser lo que nos ha caído encima: Puede ser más o menos soportable. Es cualquier caso, sea lo que sea, hay que soportarlo, porque no se conoce solución liviana.

……….   Será más soportable, si esa inflamación es “benigna”. Y lo será menos si esa inflamación es “maligna”.

……….   La solución, o remedio quirúrgico, a cada caso será diferente. Si la inflamación es benigna, bastará con limar, o lijar, lo inflamado. Si la inflamación es maligna, habrá que cortar por lo sano, extirpar la próstata  y confiar en que no se hayan dado “consecuencias secundarias”, o “efectos colaterales”. Tenemos amigos de ambos casos y conocemos la continuación al diagnóstico diferenciador, si la inflamación es benigna o no lo es.

……….   Siendo maligna, hay que operar a la mayor brevedad posible. Se opera hoy en día mediante “lampadoscopia”, e incluso por robot. Del griego “lampados” = lámpara y “skopew” = mirar (pronunciar “skopeo). Miran la zona de la operación con una linterna potente que meten por un agujero. Y hacen otros dos, uno para el instrumental y otro para acceder a la próstata. Quedan unas cicatrices muy pequeñas.

……….   Es de desear que el diagnóstico haya sido temprano y el tumor no haya llegado a la parte más interna de la vejiga, traspasándola, porque si ha llegado allá pueden darse “efectos colaterales”, que salen del objeto de este artículo, pero que todos conocemos de oídas.

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Problemática prostática

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……….    Si la inflamación es “benigna”, la solución será una operación muy ligera – una noche de Hospital – que consiste en raspar o mondar  internamente la parte de la próstata que está inflamada. La llaman “cistoscopia reglada”. Sólo se precisa anestesia de cintura para abajo y se puede ver, en la misma pantalla que el cirujano, cómo le mondan a uno la próstata por el tracto uretral. No se siente nada, como si se lo hicieran a otro.

……….   También se ven, al fondo, los divertículos de la vejiga, consecuencia de la dilatación importante que se ha dado en los últimos años. Todo lo que se ve es mucosa, de color rosa intenso. Y uno recuerda al glaciar Perito Moreno, de la Patagonia. Luego hay que dejar que toda la zona cicatrice, lo que tarda más de un mes. Tras la operación sondan al paciente.

……….   La recuperación.    Problemática prostática

……….   Una vez se ha eliminado la zona donde se generaba el problema, viene el proceso de restauración de las condiciones normales, o parecidas. Si la vejiga se ha dilatado hasta un volumen de dos o tres litros, cuando lo normal es que tenga como máximo medio libro de capacidad, habrá que esperar a que el globo, la vejiga, se desinfle.

……….   Si la orina ya no tiene un obstáculo a la salida, la próstata – bien porque ha desaparecido o porque se ha eliminado la inflamación – deja pasar todo el líquido que a ella llega. El organismo, gracias a su voluntad curativa [“vis medicatrix”, o “fuerza curativa”, lo llamaban los médicos de la generación anterior a la mía, generación “baby boom”] se desinfla, del mismo modo que se hinchó, paulatinamente.

……….   Y si el aumento de volumen se hacía en torno a los 100 centímetros cúbicos al año, la velocidad de recuperación de su volumen originario es mucho más rápida, hasta de unos 550 centímetros cúbicos al mes. Es decir, algo más de medio litro al mes. La contracción de la vejiga si no hay obstáculo para la salida de la orina es unas 75 veces más rápida que lo fue el aumento de volumen.

……….   ¿Qué es lo que hace que a unos hombres la próstata se les inflame de manera “benigna” y a otros, en cambio, su inflamación sea “maligna”? ¿Es el azar? Aquí defenderemos que no, no es el azar. Como no hay, que sepamos, una respuesta standard a esta pregunta, esperemos que la que vamos a dar no reciba un rechazo frontal por parte del lector.

……….   Es nuestra forma de ser, nuestro interior, la forma en que nos tomamos la vida, el tipo de reacciones que tenemos ante las contrariedades, lo que prepara el tipo de inflamación que vamos a tener cuando se nos presente el problema.

……….   Concretando más, hay personas que son malos bichos, otras que son negativas, “de rompe y rasga”, excitables, o temerosas y apocadas ante la vida. Y hay buenas personas, positivas. Mi discreta estadística indica que a las personas del primer grupo les sobrevienen males de próstata malignos y a las del segundo, benignos.

……….   La razón es clara. Nuestro organismo está influido por el tipo de substancias que lo riegan a lo largo dela vida. Unos lo riegan bien y lo mantienen en una atmósfera de armonía y otros, en cambio, lo excitan y riegan con sensaciones negativas y excitantes. Con los años, este diferente ambiente influirá en las reacciones que mostrará un órgano estresado en exceso. Incluso podríamos hablar no ya de reacción, sino de estado general del órgano, aliviado en su diario funcionamiento, o extenuado por una carga continua de golpes emocionales intensos. La respuesta no puede ser la misma. Y no lo es. 

……….   Nos falta conocer los detalles de la dolencia prostática más suave. Algo que puede darse antes de descubrir lo que uno tiene, un problema serio de próstata, las “prostatitis” repetidas. Son inflamaciones de la próstata; realmente, son infecciones. Pueden deberse a varias causas, una de ellas el frío. Otras son bacterianas. Cuando nos enfriamos, y dado que en esencia somos un tubo alimenticio, se nos infecta uno de los dos extremos del tubo: La garganta, si es el superior, o la próstata, si es más débil el extremo inferior.

……….   Aquí interviene el tipo de equilibro que posea el órgano más débil de ambos extremos. Si las amígdalas o la faringe están débiles, se nos inflamará una de ellas. Si es la próstata nuestra debilidad principal, ella será la que caiga y contraiga la infección. La prostatitis viene acompañada de escozor y fuertes dolores en la micción, de escasez en la misma, lo que obliga a repetirla demasiadas veces al día. Se cura con antibióticos, que se han de prolongar durante 2 ó 3 semanas, para vencer la infección. Es una dolencia dolorosa, desesperante en sus días álgidos.

……….   Hay un síntoma del que aún no hemos hablado y que resulta sumamente incómodo para el paciente. Tanto que incluso se evita mencionarlo: La incontinencia. Se presenta en todas las dolencias referidas, en la prostatitis y asimismo en las inflamaciones permanentes de próstata y vejiga, tanto en su versión benigna como en la maligna. Son los esfínteres – músculos que rodean el conducto de la uretra – los que paran la expulsión de la orina. Y si están afectados por la inflamación de la próstata, no funcionan bien, y no paran. Y al dormir no hay freno.

……….   La solución en cuanto se da el primer derrame es la bolsa de pañales para adultos. Es imprescindible recuperar, si no el control sobre esa función, al menos eliminar los efectos de cara al exterior. Pueden afectar a la Autoestima.

……….   ¿Estamos indefensos ante el problema? ¿Podemos saber, antes incluso de ir el urólogo, si lo nuestro va a ser “benigno” o “maligno”?

……….   Responderemos primero a la pregunta fácil, la segunda, y dejaremos para el próximo apartado la difícil, la primera.

……….   Hay un indicador que da, con muchas probabilidades de acierto, si nuestra próstata tiene una inflamación “benigna” o “maligna”. Se hace mediante un análisis de sangre y se llama PSA (Prostatic Specific Antígeno). Debe ser no superior a 4. No cuesta nada hacérselo y uno sale de dudas. He oído decir a un médico que si el resultado es negativo, puede asegurarse que hay cáncer. Si es positivo, no puede asegurarse en el 100% de los casos que no lo haya.

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