Techos de Catedrales Italia Francia y España La Pintura 115
© Copyright Fernando Conde Torrens, el 28-3-2.008
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……….Estamos en el Gótico, viendo, sí, los techos. Pero el Gótico tiene más cosas que ver, aparte de los techos. No obstante, pasaremos por ellas de puntillas, para no distraer al lector de lo fundamental. El Gótico tiene de hermoso la línea. El Románico tenía de asombroso la imponente estructura, la capacidad humana recuperada, desde tiempo de los romanos, para construir grandes obras, grandes basílicas. Pero a eso, el Gótico le añadió la esbeltez, la gracia, el dominio sobre los elementos arquitectónicos. Por eso las Catedrales Góticas nos siguen admirando hoy en día, pasados 600 años de su erección. Es más, diría, hoy en día no somos capaces de construir un edificio con el grado de detalle y de mano de obra de una Catedral Gótica de segundo orden. Hoy vivimos más deprisa.
……….Pare despedirnos de Francia, echemos una ojeada al interior de la Catedral de Chartres. Ella nos permitirá comprender la llamada verticalidad, tan típica del Gótico inglés, pero del que no tengo un ejemplo mejor que el que viene. En esta imagen se capta muy bien la novedad que supuso el Gótico sobre el Románico. En éste, los empujes horizontales creados en la cubierta se compensaban con muros anchos. Ello hacía las naves de poca luz y dimensiones discretas, tanto en anchura de nave como en altura de la misma. El Gótico condujo los empujes de la parte superior no mediante muros gruesos, sino mediante elementos estructurales de carácter lineal, los nervios, las columnas, los refuerzos exteriores. Así, adelgazaron los muros y los perforaron con grandes ventanales, por donde la luz inundaba las altas naves.
……….Nótese cómo los nervios recogen los esfuerzos desde el centro del tejado y cómo los conducen a las columnas, que tendrán su columna gemela en el exterior, que no se percibe desde el interior, y donde la interior se apoya.
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Catedral de Chartres, Francia
(Fuente: El Gran Arte en la Arquitectura. Introducción a la Arquitectura. Editorial Salvat, 1.992.Hop)
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……….Veamos la misma Catedral desde fuera. Detrás, la nave, con su tejado metálico. A la altura de esos balconcillos poligonales y salientes, el lector debe imaginar una columna en el interior de la nave, con los nervios que llevan los esfuerzos hasta ella. Los esfuerzos, que vienen con la inclinación de los nervios, se prolongan con esos arcos descendentes, llamados arbotantes, y descansan finalmente en esos contrafuertes, o botareles, que, también escalonadamente, van pasando los esfuerzos hacia el suelo.
……….Claro que esto no lo ven los fieles del interior. De este modo, los muros o paredes de la catedral gótico son ligeros, prácticamente de vidrio, pues el peso del techo se descarga a tierra por otros caminos, el de nervios, columnas, arbotantes y botareles, o contrafuertes, similares a los de los templos románicos, si bien éstos eran macizos.
Catedral de Chartres (arbotantes y botareles)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico I. Salvat, 1.987.)
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……….Esquemáticamente, se ve lo dicho en el siguiente dibujo. Un corte transversal del lateral de una catedral nos daría esa diagonal a casi 45º que supone un apoyo extendido de la propia nave interior.
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La bóveda y los contrafuertes (Según A. Choisy, Histoire de l´architecture.
Vincent, Fréal et Cie., París, 1.955)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico I. Salvat, 1.987.)
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……….El Gótico entró algo tarde en España. Eso hizo que nuestras catedrales incorporen aditamentos de que carecen muchas Catedrales francesas, nación cuna del Gótico. Nos detendremos sólo en Burgos y veremos su cimborrio, cuerpo cilíndrico que sirve de base a la cúpula, en este caso de la Capilla del Condestable. Veremos primero la vista exterior y luego, la interior.
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Catedral de Burgos (cimborrio)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico II. Salvat, 1.987.)
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……….La vista interior mencionada. El cimborrio se remata con una lucerna, que da luz a la cúpula y al interior. Se ven unos pequeños rosetones en las jambas de los arcos y los nervios del techo, ya ornamentales.
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Catedral de Burgos (cimborrio visto desde el interior)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico II. Salvat, 1.987.)
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……….Y por último, dentro del Gótico, vamos a ver en un solo ejemplo la decoración del suelo, muros y techos. En el caso de la Catedral de Siena, todo se complica por la estratificación que el arquitecto dio a todo el conjunto con piedra de dos colores, lo que acentúa la horizontalidad. La Catedral se construyó entre 1.248 y 1.380.
……….Los suelos se decoran con mosaicos, tema que ya hemos visto anteriormente. Es un caso típico de muchas iglesias y Catedrales anteriores y posteriores.
……….Los muros se han recargado de molduras, relieves y ménsulas en las zonas que dejan libres los ventanales. En este caso no hay triforio, esa galería, situada sobre los arcos inferiores, que bordea la nave principal y que suele tener ventanas con tres huecos. La Catedral de Chartres, la primera foto de hoy, tiene triforio. La decoración principal de los muros son los ventanales.
……….Por su parte, el techo tiene como decoración los adornados nervios, estrellas pintadas en los huecos de los nervios y artesones en las jambas de los arcos transversales, lo que es extensible a todos los arcos.
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Catedral de Siena (nave)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico II. Salvat, 1.987.)
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……….Para que nos demos cuenta de la complejidad del diseño de una Catedral gótica, veamos el plano de la Catedral de Burgos, por un decir. Se ve la nave central, las dos laterales, más bajas, el transepto, el madero horizontal de la cruz, el deambulatio, las naves menores rodeando el altar mayor, lugar donde se abren capillas hacia el exterior, el claustro, la sala capitular y varias dependencias anejas. Definitivamente, no debe extrañarnos que, con los medios de los siglos XII y XIII se tardaran cien años en construir no pocas Catedrales. Lo milagroso es que sigan en pie …
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Catedral de Burgos (planta)
(Fuente: El Gran Arte. Arquitectura. Gótico II. Salvat, 1.987.)
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……….El lunes pasamos al Renacimiento, cuando los europeos se dieron cuenta de lo que habían perdido con las invasiones y empezaron a añorar el Imperio romano, pasión que comparto.
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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