El Monasterio de Piedra 3 Historia intramuros
© Copyright Fernando Conde Torrens
Paseo por el lago
(Fuente: Clección propia)
El convento rodearon
con una cerca de piedra
haciendo de trecho en trecho
una saliente torreta.
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La torre defensiva
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En la esquina del barranco
yerguen una torre esbelta,
dotada de matacanes
y que al convento defienda.
Al atardecer los rayos
tornan la torre bermeja.
Tras ella, la Hospedería,
de piedra, madera y verjas;
los tiempos son inseguros,
y hay que evitar las sorpresas,
que los diablos andan sueltos
y los ladrones acechan.
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(Fuente: Colección propia.)
El claustro del convento
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Y estos monjes estuvieron
viviendo en aquesta tierra
más o menos siete siglos,
si no me fallan las cuentas,
del refectorio al trabajo
en la herrería o en las huertas,
a meditar en los claustros,
a los rezos en la iglesia,
o a dormir, aunque no mucho,
todos en austeras celdas.
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(Fuente: Clección propia)
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Bastantes cosas cambiaron
en temporada tan luenga:
Se acabó la Reconquista
y Granada fue al fin nuestra.
Nos expandimos a Flandes
y en Nápoles la bandera
hispana ondeó flamante,
y en la mal llamada América.
De varios sitios salimos
de no muy digna manera.
Y España se agazapó
con Francia y con Inglaterra
arañando en nuestras costas,
picando en nuestras fronteras:
Hordas de frescos corsarios,
gentes de baja ralea,
robando nuestro bajeles,
galeones, carabelas,
y atacado las ciudades
que el Océano bordean.
Entrada a la iglesia. (Fuente: Clección propia)
Volvamos a nuestros lares,
al Monasterio de Piedra,
donde los benedictinos
siguen fielmente su regla,
ignorando que la suerte
la espalda tal vez les vuelva:
La Desamortización
que en Madrid las Cortes dieran,
una ley que fue tajante,
que Mendizabal hiciera:
“No habiten ya más los monjes
el Monasterio de Piedra.”
Partieron de aquí los frailes,
quedó la plaza desierta
y allí do reinaba el Arte
la venganza allá se ceba:
Desaparecen los muebles,
se vacía la despensa,
se decapitan estatuas,
todo por los suelos queda.
De allí donde reinó el orden
la ruina se enseñorea,
donde hubo cantos y rezos
hace nido la corneja.
Falla tectónica. (Fuente: Clección propia)
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Corren absortos los años …
MIL OCHOCIENTOS CUARENTA.
Compra la finca en subasta
que el Estado propusiera
un industrial catalán,
pensando hacer una Empresa
allá donde el agua brinda
fuerza motriz. Mas la fuerza
del destino cambia el rumbo
y la finca en manos queda
de su hijo, Don Federico,
La Cola de Caballo y la escalera, con barandilla, que da acceso a la cueva.
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quien, amante de las Letras,
restaura el viejo convento
y de él hace residencia;
arregla lo destrozado
y todo el parque hermosea.
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Tiene el lugar tal encanto
que aun poblado de maleza
es un Edén refrescante
entre el desierto que acecha.
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¡Tectónica caprichosa,
que, ignorante, dispusiera
que aflore el agua a raudales
entre tan reseca tierra!
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(Fuente: Clección propia)
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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