París 20 Ludovico Sforza Aventura italiana Retorno Luís XII
© Copyright Fernando Conde Torrens, el Viernes 6-2-2.009
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1. Entra París en la Historia de la mano de Julio César. Uno de los pueblo galos, los Aeduos, llama en su ayuda a Roma.
2. Roma, con Julio César, expulsa a los Helvecios y, a petición de los Aeduos, derrota y expulsa a los germanos de Ariovisto.
3. Cuando Galos y Romanos quedan solos, la Galia se rebela contra el invasor, amigo de los Aeduos y de unos pocos más. César sitia Alexia.
4. César toma Alexia, pacifica la Galia, celebra su triunfo en Roma y deja paso a Octavio, que será Augusto perpetuo. La Galia es ya una provincia.
5. Nada importante sacude París hasta la llegada del César Juliano, que en París es proclamado Augusto. Con los bárbaros, una nueva etapa.
6. Reinan en Francia los merovingios y luego los carolingios, mientras los vikingos hacen correrías casi cada año.
7. Comentarios sobre los periodos pasados.
8. Hugo Capeto, señor de París, se hace coronar rey en Reims. Le sucede su hijo Roberto. Reyes Capetos hasta las Cruzadas.
9. Felipe Augusto engrandece y embellece París. Luis VIII reinó poco y repartió mal el Reino. San Luis, Luis IX, embelleció París.
10. Termina la línea de los Capetos por línea directa y se inicia la colateral de los Valois. Felipe VI hace frente malamente a la invasión inglesa.
11. A Felipe V le sucede Juan II, todo un caballero medieval, y sufre nueva derrota en Poitiers, cayendo preso. El Delfín Carlos lo hace mejor.
12. La invasión de Eduardo II fracasa porque Carlos V dirige bien sus fuerzas. Mejora de París. Muerte de Carlos V e inicio de la guerra civil.
13. Juan sin Miedo mata a Luis de Orleáns: Guerra civil. Llama a Enrique V de Inglaterra. Desastre de Azincourt. Toma de Rouen. Matan a Juan.
14. Los ingleses se hacen con el poder en Francia norte y sitian Orleáns, apareciendo Juana Dearco que invierte la situación. Coronación en Reims.
15. Comentarios sobre la marcha del trabajo y episodios finales en la vida de Juan de Arco.
16. La Guerra de los Cien Años da un brusco viraje cuando se pone fin a la guerra civil francesa. Política acertada de Carlos VII.
17. Últimos años de Carlos VII, con un triste final familiar y acceso de su hijo, que fue un Rey desabrido, con su padre y con todo el mundo.
18. Las tres últimas campañas de la nobleza contra Luís XI, la ambición de Carlos en Temerario y su muerte. Muerte de Luís XI.
19. Regencia de Ana de Beaujeu durante la minoría de edad de Carlos VIII. Ínfulas conquistadoras de éste.
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………. Hoy veremos las desventuras de los dos primeros Reyes franceses, Carlos VIII y Luís XII, metidos a Redentores en esa jungla de intereses, ambiciones y pequeños Reinos que era la Italia de la época, en torno al 1.500. Los Reyes franceses, ingenuos para el sentir italiano, eran claros, directos, lineales. Los italianos eran maquinadores desde la cuna, casi podemos pensar que no había Duque limpio, honrado. Un Rey francés dirá luego – o antes, ya no recuerdo, de tanto que he leído – que «el Rey que no sepa mentir no vale para Rey«. Y él valía, desde luego. Pues los italianos también valían, y mucho, si juzgamos la valía por cuánto uno mentía.
………. Estamos en la época de César Borgia, que hizo su fama y tuvo su ascenso cuando su padre era Papa. Con el siguiente, su estrella declinó. Y también en la de Fernando, Rey de Aragón, nuestro Fernando el Católico, al que la bibliografía francesa pone francamente mal, de trafulca.
………. He de confesar que hoy me he dejado llevar por la ironía y el chiste fácil. Si algún francés me lee, me tachará de irrespetuoso para con sus Reyes. Como el otro decía, trato de recordar cosas complaciendo, es decir, de hacer el rato grato. Sirva esto de justificación a algún trabalenguas que el lector hallará.
………. Hacer versos como éstos no es fácil; uno debe ordenar las palabras de modo que acabe en lo que debe, y tengan las sílabas que el corsé pide, y ello en cada una de las dos mitades del verso, que ambas tienen su medida independiente. Por eso es forzoso alterar el orden de la conversación normal, para que todo encaje. Y por eso, al leer, a veces hay que leer dos veces y despacio, o el sentido queda quizás oscuro. Por eso coloco poco en cada sesión, para no abrasar los sesos del lector. Humo, sí, pero chamusquina, no. Recordemos que Carlos VIII, en esta su primera – y será única – salida al exterior en plan de conquistador va armado hasta las uñas. Por eso nadie osa oponérsele.
………. Fíjese el lector qué cara de cínico tiene nuestro primer personaje, el que luego matará al sobrino. Si es que … era para preverlo …
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Ludovico/Luís Sforza o el Moro. Escuela Milanesa del siglo XV. El Louvre
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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Conquista de Italia por Carlos VIII
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Ante tamaña armada – nadie se resistía.
Pasó el Milanesado, – que sus puertas le abría,
y Ludovico Sforza – en el lío que había
envenenó al sobrino – que cuidar debería
y del que era tutor – y al que suplantaría,
que tal vez por eso – a la Francia quería,
que aprovechando el cisco – al trono se alzaría,
que una vez en el trono – disculpa ya hallaría.
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Alejandro VI, el Papa Borgia, por el Pinturicchio. Roma.
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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En Roma el Papa Borgia, – con mucha zorrería,
dio al joven rey de Francia – lo que Carlos quería,
con pompa y circunstancia – en San Pedro le haría
coronar cuatro veces – que a igual precio salía,
Rey de Francia y de Nápoles – y añadió todavía
Rey de Constantinopla – y encima añadiría
Rey de Jerusalem, – que el colmo suponía.
Carlos con las coronas – muy feliz se sentía
y bajó hasta la bota – y en Nápoles bebía
vino por celebrar – tener lo que quería. (Venecia, Florencia, Milán, Nápoles y el Papa)
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Italia en el año 1.494
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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La Liga Veneciana, – que tiempo antes unía
a las cinco Repúblicas – potentes que allá había,
renovose y ampliose – y al Imperio incluía
y el propio Rey Fernando – en ella se metía, (Fernando el Católico, rey de Aragón)
buscando a los franceses – de Nápoles dar vía,
que a los que mal se llevan – sólo una cosa unía,
dar a un tercero caña – lo más que se podría.
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Retorno de Carlos VIII a Francia
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Los jefes militares – que el buen Carlos tenía
la prisa le metieron, – que a Francia volvería,
que Italia es muy estrecha – y problemas habría
si el Imperio hasta Italia – sus soldados traía.
Por fin, Carlos Octavo – a su casa volvía,
Francia, de donde haber – salido no debía.
Dejó a diez mil soldados – en Italia y partía
con el resto, avanzando – tanto como podía.
Treinta y cinco mil hombres – la Liga reunía
y rechazó, orgullosa, – la paz que el Rey pedía,
así que espada en mano – camino se abriría.
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Batalla de Fornoue
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Igual que en Roncesvalles – alguien atacaría
la lenta retaguardia, – que los bienes tenía,
mientras otros luchaban – con quien le precedía.
La desesperación – que el buen francés sentía
de estar lejos de casa, – saber que moriría
si vencer no lograba – al que enfrente tenía
tal ímpetu le diera, – le dio tal energía
que ganó la batalla – aun siendo minoría.
Y con ello el rey Carlos – a Francia llegaría
y como victorioso – París le acogería
y él celebró gozoso – su garbo y valentía.
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Batalla de Fornoue
(Fuente: L´Histoire de France. Tomo 2. M Guizot. Paris. Librairie Hachette, 1.877.)
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Mas Carlos no sabía – que sin gran dilación
sin Rey y sin conquistas – quedará la nación.
Al poco desde Italia – llega la información,
no dejó en las ciudades – bastante guarnición,
desembarcó Fernando – con huestes de Aragón (Fernando, rey de Aragón)
y derrotó a los francos – hasta la rendición,
así, de su conquista, – mala culminación,
las cosas se quedaron – como antes de su acción.
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Muerte súbita de Carlos VIII
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Y fue un año más tarde – yendo por su mansión,
el Castillo de Amboise, – bajando hacia un portón,
que en una puerta baja – se pegó un coscorrón;
como iba presuroso, – tuvo una conmoción
cerebral y fue un golpe – sin recuperación,
moría en pocas horas – y ello sin solución.
Vemos que se cumplía – la exacta precisión
de lo que pasaría – si no queda un varón.
El reino pasaría – al Luis, que en rebelión
con Luis Once estaría, – mas en esta ocasión
Luis Doce mostraría – prudencia y contención,
que ser el Rey de Francia – es mucha obligación.
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Es mucha obligación – y así, perdonaría
a quienes le enfrentaron – porque “bien no estaría
que el Rey de Francia vengue – la afrenta que sufría
el Duque de Orleáns, – que es de menor valía.”
Y apenas hubo cambios – que el de Orleáns había
seguido a Carlos cuando – a Italia descendía,
quedó guardando el Norte – y allí pelearía
con Ludovico el Moro – y de Italia saldría
con el Rey y su gente – cuando éste se volvía.
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Primer Ministro de Luís XII
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Tomó a Jorge de Amboise, – con el que ya tenía
amistad muy profunda – que de atrás les venía,
Obispo de Rouen – cuando al trono ascendía,
que llegó a Cardenal , – mas más no subiría,
y le nombro Ministro – de Estado. Bien hacía,
pues tal hecho con Roma – sus ventajas tendría.
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Juana la Coja, primera esposa de Luís XII
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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Juana la Coja, hija de Luís XI, primera esposa de Luís XII
Luis Once lo educó, – lo que al hijo no haría,
y luego lo casó – con la hija que tenía,
Juana, era un poco coja, – mas de gran simpatía.
Cuando pasó a ser Rey – al de Amboise mandaría (al Obispo Jorge de Amboise)
a Roma procurando – la boda anularía
aunque veintidós años – de experiencia tenía.
Y aquí se demostró – lo que el de Amboise valía
que en Roma en dos patadas – la anulación tendría.
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Luis XII por Lorenzo DA MUGGIANO (El Louvre)
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
Ana de Bretaña, ex-cuñada y segunda esposa de Luís XII
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Toda esta operación – Luis Doce la ponía
en marcha, pues pensaba – que Bretaña corría
peligro de salirse – de la debida vía
si la viuda de Carlos – no del todo cumplía
lo que cuando su boda – concertado se había,
y pensó que el problema – se solucionaría
si dejaba a la coja – y a la viuda cogía
y así todo en familia – zanjado dejaría;
además, de la coja – cojito no venía
y era muy importante – que Francia algo tendría,
que no era una minucia – lo de la dinastía.
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Con la venia de Roma – hacerlo ya podía
y se casó con Ana – y a la otra le dio vía.
De cómo Ana de Bretaña no se dejó insertar en Francia a la primera.
Pero Ana de Bretaña, – que de valer se hacía,
añadió que el Ducado – del Delfín no sería,
mas del hijo segundo – que Luis ya le daría,
y si no hay un segundo, – del segundo que habría
del primero que hubiere, – que sin duda tendría,
mas si tampoco aquesto – a Dios le convenía,
encáucense las cosas – como la Ley decía.
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Primer viaje de Luis XII a Italia
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Cuando lo de Bretaña – solucionado había
cayó también Luis Doce – en la misma manía
de ambicionar terrenos – de allá en la lejanía.
Pactó con venecianos, – con Roma convenía,
y regaló al Imperio – plazas que aún no tenía;
sobornó a un milanés – que Milán conocía,
Jaques Tribulce, y sin lucha – en Milán entraría. (Año 1.499)
Para que a su retorno – problemas no tendría
le cedió a César Borgia – soldados de valía
y así César el centro – de Italia tomaría
y así nadie el regreso – de Luís impediría.
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César Borgia, por Rafael (Galería Borghese, Roma)
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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Lo que Luis Duodécimo, – claro está, no sabía
es que hasta el mismo Papa – le engañaba y mentía,
que quiso ampliar terrenos – y de Luis se valía
y luego, tan campante, – a Luis se enfrentaría.
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Luis XII. Galería de los Ufficci, Florencia
(Fuente: Histoire de France Illustrée. Tomo I, des origines a 1.610. Paris, Librairie Larousse, hacia 1.912.)
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Continuará …
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………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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