Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Tertulia con un Cristiano aguerrido

Tertulia con un Cristiano aguerrido

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Tertulia con un Cristiano aguerrido@alejandrojasaui4397      hace 5 años
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          Sr. Fernando Conde Torrens, le escribo desde Perú, hoy por primera vez veo sus vídeos y desde luego no he tenido oportunidad aun de leer sus libros debido al reciente descubrimiento. Sin embargo la originalidad de la tesis de que el Cristianismo es una invención, que por cierto no deja de ser bastante osada, no dejo de llamarme la atención. Le comento que soy un simple parroquiano Católico que trata de asistir a misa diaria, no soy letrado, ni filosofo, ni teólogo, ni super estudioso en estos temas, sin embargo trato de ser practicante y perseverante, que vive según los mandamientos e entroniza la Fe, Esperanza y Caridad, que no es otra cosa que la invitación de Jesús a la conversión, le comento esto por que la experiencia de vivir el evangelio es sin duda poderosa y sobrenatural, ya que va mas allá de nuestro entendimiento, lo que sin duda es muestra de que existe y es muy clara. En los libros bíblicos que no son otra cosa que la revelación de Dios al ser humano tanto en el antiguo como nuevo testamento uno encuentra la inocencia de la sabiduría. Me atrevo a escribirle pues en los pasajes Bíblicos Jesús menciona que es el inicio y el fin, el alfa y el omega, su iglesia nunca tendrá fin, si nosotros pobres mortales no sabemos que nos espera mañana, perdón no sabemos que nos espera el próximo instante, entonces la pregunta seria como «estos escritores pudieron inventar tamaña proyección de los evangelios que trasciende dos mil años», sin contar la sabiduria que muestran, que si fueran depositarios de tal gracia entonces no podrian mentir, y esto seria una pequeña inferencia, Socrates un gran pensador como lo son Aristoteles, Platon, Santo Tomas de Aquino, San Agustin, San Atanasio, que argumentan filosofalmente la existencia de Dios, y sostienen a la Teología, son sin duda mejor sosten del Cristianismo critico. Segun sus palabras la novela que ha escrito, que luego la menciona como recopilacion cientifica la cual no entiendo la ambiguedad al parecer especula tendenciosa mente a confundir al lector desprevenido. SI SU IDEA OSADA DE LA INVENCION DEL CRISTIANISMO TUVIERA SUSTENTO TENDRIA QUE TRANSCENDER LOS DOS MIL AÑOS QUE LE TIENEN DE VENTAJA. agradezco su atencion y gentil respuesta.

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          Estimado Alex: Agradezco su medida y afectuosa misiva. Si siguiera mi política, contenida en la ADVERTENCIA IMPORTANTE que encabeza los Comentarios, no debatiría con Vd. Y no deseo debatir. Pero un mensaje tan amable y correcto no debe quedar sin respuesta.
          Lo primero, me dirigiré a Vd., que muestra valores muy encomiables y que debe mantener. Le aconsejo que no lea el libro, y que no debatamos. La doctrina que sigue le llena y le sirve para mejorar en la vida. Sígala, con el tesoro de ojos limpios que alberga. Vd. practica y vive esa doctrina. Capta en ella revelación divina, inocencia y Sabiduría. Eso es lo que Vd. tiene dentro y lo capta en el NT. Magnífico. No tiene nada que cambiar, nada que aprender, siga como hasta ahora. Olvídese de lo que digan otros.
          Como ha calificado mi trabajo de “osado” y de “novela”, quisiera hacer algunas matizaciones, no de cara a Vd., sino de cara a quien nos lean.
          En las tres primeras líneas del Prólogo del libro se lee: “Aparentemente, el lector tiene en sus manos una novela. Una novela es una obra en prosa en la que predomina la ficción. En el libro que el lector se dispone a leer domina la realidad histórica.”
          Como los hechos se dilataron durante más de 30 años, con varios protagonistas, esa “reconstrucción” es dialogada, con personajes, tal que podría confundirse con una novela sin serlo. Es una “reconstrucción histórica”. Y más fiel a la realidad que cualquier otra versión que el lector haya podido conocer antes. No es una novela, es una Tesis. No rebatida en tres años.
          Los humanos no somos unos “pobres mortales”. Somos una pizca de la Naturaleza divina, en proceso de maduración. Vd. está en ese proceso, aunque por un sendero diferente.
          Se pregunta, y es lógico, “cómo estos escritores pudieron inventar tamaña proyección”. Porque uno de los dos era un Maestro del Conocimiento griego, de nombre Eusebio de Cesarea. Y dejó en pasajes salteados del NT la Sabiduría que Vd. ha captado. Mi Enhorabuena por ello.
          Con “la sabiduría que muestran,” sigue argumentando, “no podrían mentir”. Y acierta de lleno, pero hay que añadir “si escribiera con libertad”. Pero no es así. El Maestro está obligado a seguir al escritor ignorante, y sólo puede dejar trocitos de Sabiduría, o Conocimiento; sobre todo en Juan, Santiago y el sermón de la montaña de Mateo.
          Pone en la misma lista a varios personajes. No se deben igualar cosas heterogéneas. Dice Vd.:“Sócrates, un gran pensador”. No. Sócrates era un Maestro del Conocimiento griego. Los demás sí que fueron pensadores, gente que piensa, que argumenta. Fueron “propagandistas”, equiparables al otro escritor del NT, el que no era Eusebio, ni tenía sus cualidades.
          Sobre ”la existencia de Dios”. Nadie que se haya acercado a la Plenitud, siquiera un poco, niega la existencia de la Plenitud divina, o Dios. Eso Vd. y yo lo sabemos perfectamente.
          Yo defiendo que no hay un “Cristianismo crítico”.
          En su último párrafo: “la novela que ha escrito, que luego la menciona como recopilación científica la cual no entiendo la ambigüedad al parecer especula tendenciosamente a confundir al lector desprevenido” contiene errores de bulto.
          Ya he mostrado que no es una novela. Es una “reconstrucción de la Historia”. Si no la he leído, no puede argumentar en contra de que lo sea en realidad. Así que no hay ambigüedad, porque lo de ser “novela” lo afirma Vd., no yo.
          Ni ”confundo al lector desprevenido”. Prueba de esto último serían las reacciones de multitud de personas que sí que han leído el libro y extraen buenos frutos del mismo, y que Vd. puede repasar, ojeando los comentarios ajenos al suyo de este hilo y de otros muchos. Tendrían que ser insensatas todo los que me agradecen por lo desvelado.
          De forma que vamos a seguir cada cual nuestro camino, mi apreciado señor Alex. Siga Vd. tal y como es, y no se meta en aventuras que no le llevarían a ningún sitio. Vd. ya tiene lo que necesita con lo que tiene.
          Un cálido abrazo.

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          Estimado Sr. Fernando gracias por su gentil respuesta. No esperaba menos ya que se mantiene en un orden cordial, más bien las celebraciones de Semana Santa me distrajeron y recién pude sentarme a contestar.
          Ciertamente leí la advertencia y la sugerencia, ciertamente yo también fui osado a priori, pues sin leer me aventure, ya que el ataque frontal al Cristianismo me obligo a salir al frente, pues desde épocas muy antiguas sucede, desde el mismo inicio con Jesús.
          Gracias por afirmar que dentro de mi, llevo la revelación, inocencia y sabiduría, pero no deja de ser muy errado pues el mundo siempre nos sacude “con un dolor que muerde como lobo al corazón” como dice el himno de los legionarios de España, que si bien no es piadosa su letra inspira al Católico Militante. Y esto sucede pues el mundo es vacío, orgullo, soberbio y egoísta.
          Merecía una intervención inmediata y poco meditada ya que la tesis así lo exigía. Claro Usted sabe que no podría seguir el consejo que me invita a no leer su Libro, ya que enfrenta a la civilización Cristiana que es la historia de la humanidad y el llamado divinamente de Dios al estado sobrenatural. No cabe duda de que la razón, en sus especulaciones naturales pueda analizar los fenómenos del espíritu, del alma y del cuerpo, pero ella por sí sola no es capaz de explicar plenamente al hombre. Por ello es difícil coincidir con su tesis, por no decir imposible, llegar a un verdadero conocimiento del hombre fuera de la revelación y la presencia de la gracia, es decir fuera de la Fe es infructuoso, toda filosofía o razonamiento quedaría atacada y convicta de heterodoxia.
          Tendré que faltar a su llamado a no debatir luego de leer sus libros pues en ello debería surgir la verdad, y confirmar que la historia es Cristiana si quiere ser verdadera, ya que el Cristianismo es la verdad completa, ya que dejarse arrastrar por tan extrañas ideas en la llamada filosofía de la historia esa generalización no se encuentra ni existía en tiempos del paganismo, los historiadores de la gentilidad no tenían visiones de conjunto, la idea de patria siempre fue todo para ellos, en un circulo egoísta de nacionalidad.
          Solo en Jesucristo se ha develado la fraternidad humana, la narrativa de la reconstrucción histórica siempre ha sido dirigida contra el sistema ortodoxo. En el campo de la historia siempre resurgen tres escuelas: la fatalista o atea que no ve más allá de acontecimiento, que siempre está en conflicto por las causas brutales siempre observadas en la realidad de la desgracia. La humanista que propone al ídolo del género humano con el desarrollo progresivo, pero si bien reconoce a Dios en un principio siente una emancipación avanzada en una perfección indefinida despojándose poco a poco del llamado divino a lo sobrenatural. Por último la escuela naturalista en la cual la revelación no existe el cristianismo es un hecho feliz de las causas providenciales o mejor dicho de la causalidad.
          Entonces fuera de estas tres escuelas solo queda la Cristiana la cual no busca, no inventa, ni siquiera duda, es simple y llana en juzgar a la humanidad como juzga al hombre individual, la filosofía de la historia está en la Fe y la aparición del Verbo Encarnado es el punto culminante por ello se divide la historia en antes y después de CRISTO, con lo cual ya no hay misterio.
          Luego de muchos siglos de espera del hombre estuvo abandonado a la naturaleza, después de Jesucristo este mundo es conservado sino para los elegidos que son la causa de la venida del Hijo del Dios encarnado.
          En primer lugar si uno vuelve la mirada atrás esta la milagrosa influencia del pueblo Judío que escapa a todas las leyes ordinarias de la historia, con las impresionantes profecías que precedieron a Cristo. Cicerón ya habla de ello, Virgiliano en sus cantos repite a Isaías, Tácito y Suetonio atestiguan de Judea.
          El otro hecho que encadena este primero es la conversión de los gentiles dentro y fuera del imperio romano, por ello el historiador Cristiano se siente cómodo y nada le asombra, sabe y proclama que los elegidos son para Cristo. En cuanto al imperio pagano construyo si saberlo la capital del reino de Jesucristo cediendo su lugar a la dinastía de los Vicarios de Cristo, que no han abandonado su puesto desde el martirio de Pedro.
          Por ultimo el tercer hecho sobrenatural es la conservación de la Iglesia hasta los últimos tiempos, las herejías, los escándalos, los cismas, las conquistas, las revoluciones, nada han conseguido. Queda siempre visible, siempre conquistadora, siempre sufriente, siempre Católica, este hecho es consecuencia de los dos primeros. Permítame entonces luego de leer sus obras hacer un recuentro con el cual voy a confrontarle para llegar a lo que los dos perseguimos que no es otra cosa que la verdad.
          Me despido con un afectuoso abrazo.

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@alejandrojasaui4397 Que mi libro sea la respuesta a tan impresionante alegato. Vd. dirá.
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          Sr. @fernandocondetorrens  , luego de ver sus vídeos y leer sobre su planteamiento filosófico me temo decirle que quedan afirmados totalmente mis convicciones cristianas, es mas quedan totalmente fortalecidas ya que ellas si gozan de una real plenitud, al parecer desea como los historiadores de la gentilidad naturalista circunscribirse en su entorno, afirmando que solo ve la parte occidental de la naturaleza humana, así que deja vació sobre los otros pueblos, esto ya es un error garrafal, en la cual la biblia no falla, sin ofender con un animo critico frente a un planteamiento inconsistente poco sustentado en comparación con el Aristotelismo y la suma teológica de Santo Thomas de Aquino, su propuesta querido amigo es vaga, de una narrativa un tanto superficial, aunque aparentemente convincente para el lector o escucha desprevenido, en la que niega al Ser supremo pero no lo deja de llamarlo creador.
          EN EL SUPUESTO DE LA CREACIÓN DE LOS EVANGELIOS ( lo cual es extremadamente audaz como antes le mencione) sucede que guardan la revelación, la sabiduría pura y concisa a tal grado que su permanencia a través del tiempo se sostiene por si sola, y sustentado por hombres: increíbles colosos y Santos con alegatos extraordinarios de la filosofía, la razón, la teología que han consolidados nuestra Fe, esperanza y caridad en la religión y los sacramentos con unos puentes perfectos hacia la espiritualidad que no es otra Cosa que Dios, con el llamado a la conversión que hace Jesús sacerdote supremo de esta batalla, que finalmente no es otra cosa que la religión, ese religar con el creador.
          Disculpe la crudeza de mi manifestación pero la heterodoxia que Usted manifiesta es tal que separa al hombre de lo material es decir de su carne, siendo este un ser híbrido (cuerpo y alma ) es inseparable en la eternidad con su cuerpo glorioso, habla de la reencarnación con demasiada ligereza dado que sus afirmaciones son meramente especulativas, no tienen el sustentos filosofico mas que mencionar a Socrates maestro de Platon que a su ves maestro de Aristoteles que Santo Thomas uso referente racional de su obra, estos hombres han trascendido la historia con su brillantes mentes.
          Como explicaría que todos y cada uno de los seres humanos a lo largo de toda la historia tengan un DNA único, propio, absoluto, o como algo menos científico como la huella digital o el fondo de ojos también sean únicos, grave inconsistencia con la superposición de almas de la reencarnación la cual no explicaría este fenómeno de singularidad extrema, ya que el alma así con su DNA es una pertenencia de cada cuerpo, por una simple reflexión deductiva del pensamiento Socratico.
          Como explicar mi querido amigo estas inconsistencias, tiene todo el derecho de sus propias especulaciones dejando el mal en un relativismo de las costumbres patrióticas de cada pueblo, (relativismo total de nuevamente gran heterodoxia). Pero utilizar como caballito de batalla QUE LOS EVANGELIOS FUERON INVENTO DE HOMBRES, (sabios por supuesto tendrían que ser y de una genialidad incomparable, no hay otra forma de describir tremenda obra de salvación de la Humanidad) no tiene nada de bueno para difundir su obra con tal afirmación NEGATIVA un negativismo que Usted mismo señala como malo y se aleja de plenitud, le recomendaría que deje ese camino, que se aleja de su misma verdad, ya que su obra es escrita con solo su especulación narrativa, la cual no pretendo adjetivar ni oponerme, pero es incomparable a los frente a la sabiduría de los EVANGELIOS y a la Revelación de Dios por su intermedio.
          Usted a convertido en una gran aventura su trabajo, creo que sin ser ningún pitoniso, le aseguro que su obra no trascenderá en la historia de la humanidad y los EVANGELIOS seguirán siendo guía y precepto del ser Humano que reconoce a Dios.
          Ojala medite unos años mas en su obra para que caiga en gracia de Dios, sino irremediablemente caerá en des-gracia, termino adecuado para cuando uno se aleja de la gracia sin la cual no llega al ser supremo. Que Dios lo bendiga.
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          Ya había olvidado nuestra interrumpida conversación. O no tan interrumpida. Recuerdo que cuando le respondí con «Que mi libro sea mi respuesta a su alegato», confiaba en que lo leería y me diría algo sobre él, tras leerlo. Un año más tarde, tiempo suficiente para tal lectura, leí su respuesta y pensé que era dudoso que respondiera como había Vd. anunciado: «luego de leer sus obras, hacer un recuentro, con el cual voy a confrontarle, para llegar a lo que los dos perseguimos, que no es otra cosa que la verdad.» Ese final era muy prometedor. Pero temo ha quedado en nada. Sólo ha vuelto a insistir en sus ideas. Y de buscar la verdad, nada.
          Así tendrá que ser. Pero no me resisto a responder a las partes en que se refiere a mi trabajo, que deduzco que no ha leído. Bien porque le convencieron de que era peligroso leer mi libro, o bien porque se enfrió su impulso inicial.
          Dice: «deja vació sobre los otros pueblos, esto ya es un error garrafal,«. Esto me hace pensar que realmente no leyó mi libro. Porque en el mismo intervienen todos las personajes que anduvieron cerca de la génesis del Cristianismo, que es el tema que a mí me interesaba aclarar. Y, para lograrlo, no me hizo falta ningún personje oriental, norteño o sureño, que no apareciera en el libro «Año 303.» Por eso deduzco que habla por deducciones personales imaginativas, no con los datos del libro, que desconoce. 
          Sigue diciendo: «un planteamiento inconsistente, poco sustentado, en comparación con el Aristotelismo y la Suma Teológica de Santo Thomas de Aquino, su propuesta, querido amigo, es vaga, de una narrativa un tanto superficial, aunque aparentemente convincente para el lector o escucha desprevenido«. [Pongo la puntuacion que echo en falta en su escrito, para mejor entender su exposición.] Nueva prueba de que no ha leído el libro, ni siquiera un capítulo del mismo. Porque su crítica es genérica. No sabe qué adjetivo aplicar a lo que no ha leído. Y así repite la misma crítica con palabras ambiguas, que parezcan diferentes, como «inconsistente» y «poco sustentado». Pero que significan prácticamente lo mismo. Porque no sabe qué adjetivos aplicar a lo que no conoce.
          Me decepciona Vd. Tan seguro y concreto en sus ideas y tan melífluo y evanescente cuando trata de calificar lo que no conoce, pero afirma conocer. La historia que describo en el libro es concreta, detallada, casi – como un lector calificó – «como si yo hubiera estado presente en cada acción descrita en el libro». Todo lo contrario de lo que Vd. imagina, primero, y afirma después.
          Otra joya: «niega al Ser supremo pero no lo deja de llamarlo Creador.» En «Año 303» me limité a describir hechos mundanos, terrenales, los sucedidos en vida de Constantino, que es el protagonista principal del relato. Porque aglutina a los demás personajes, que giran en torno a él. No hablo de ideología. No hablo de la Divinidad. Eso quedaba fuera de la historia narrada en el libro. En mis vídeos sí hablo de temas de ideología. Vd. ha escuchado vídeos míos. Pero no se ha atrevido a leer mi libro. Y me critica por lo oído, no por lo leído.   
          Estoy de acuerdo en que mi hallazgo es heterodoxo, cuando dice: «la heterodoxia que Usted manifiesta es tal que separa al hombre de lo material«. Pero nada de separar al humano de lo material. Todo lo analiza y rechaza Vd. en función de sus convicciones, que lleva profundamente grabadas. Pero si se asoma a otras concepciones, debe poder enjuiciarlas por ellas mismas. No por comparación férrea con las suyas. Dé como argumento en qué difiero de las suyas. Pero no pretenda encontrar razones rocambolescas, como que en la Vida Eterna, según Vd., «los cuerpos gloriosos siguen unidos a sus almas». Cosa que imagina que yo niego al defender la Reencarnación, lo que tampoco hago en el libro, sino en los vídeos.
          Sigue hablando de los vídeos cuando escribe: «habla de la reencarnación con demasiada ligereza, dado que sus afirmaciones son meramente especulativas.» En el libro, insisto, no hablo de ideología. Hacerlo hubiera sido un error por mi parte. Eso lo reservo para los vídeos. Donde expongo el Conocimiento de los Maestros griegos, anterior en 800 años a la fundación del Cristianismo en el siglo IV. Y cuando digo «Maestros» me refiero a Pitágoras de Samos, Parménides de Elea, Empedocles de Agrigento, Anaxágoras de Clazomenes, Demócrito de Abdera, Heráclito de Éfeso, Sócrates, Zenón de Citio, Pirrón de Elis, Epicuro, Epicteto y Plotino. No a otros, como Platon o Aristóteles, que no fueron Maestros del Conocimiento. 
          Porque sigue: «no tienen el sustento filosofico«. En un libro escrito para el público en general, para «el hombre y la mujer de la calle», no puedo andarme con fundamentos filosóficos, como parece que pide Vd.
          Y ya que afirma de Tomás de Aquino, Platón y Arustótelas que «estos hombres han trascendido la Historia con su brillantes mentes«, que sepa que para hablar y defender el Mundo de las Ideas lo que hace falta no son «brillantes mentes», sino únicamente «cumplida experiencia», señor mío. No sirve de nada lo que la mente elucubre, sino lo que el ser interior haya experimentado. Para poder hablar de ello por propia experiencia. Pero su experiencia es sólo mental. Y por eso no puede distinguir, ni imaginar, que sólo cabe defender y exponer aquello que uno ha experimentado por sí mismo. No leído en Catecismo, libro de texto, Diccionario o escrito alguno. La experiencia, señor mío, la experieincia es lo único que sirve. Si no se tiene de lo que uno defiende, sus escritos es como si lo fueran con tinta invisible.
          No por ser obtusa quiero dejar de responder a su última flecha: «grave inconsistencia con la superposición de almas de la reencarnación, la cual no explicaría este fenómeno de singularidad extrema, ya que el alma, así con su DNA, es una pertenencia de cada cuerpo, por una simple reflexión deductiva del pensamiento Socrático.» Desde sus Fuentes – cegadas por sus propios dogmas – no son capaces de entrar en el «Conocimiento socrático». Mucho menos pueden «deducir reflexivamente» algo que ni sus Fuentes ni Vd. entienden.
          Desengañémonos, señor mío. Somos inmiscibles. Vd., con sus neuronas habituadas a circular por los circuitos neuronales bien delimitados desde su Primera Comunión. Y yo, que he viajado por otros Sistemas más cercanos a la Realidad. Y menos vamos a converger, si Vd. evita, como alma que lleva el diablo, leer mi libro, al que pretede rebatir. Cuando en realidad rebate o contrargumenta lo que expongo en múltiples vídeos, que no cuesta nada escuchar con ánimo indolente y aires de superioridad. Y luego viene aquí y cree rebatir algo que no se ha atrevido a leer.
          Como colofón de su larga misiva, porque está obligado a cerrar su discurso con un aparente triunfo, añade: «¿Como explicar, mi querido amigo, estas inconsistencias?» (Los interrogantes son mío). No son inconsistencias. Son opiniones suyas, que ha elevado al grado de objeción acertada, señalamiento de inconsistencia. Cuando sólo son discrepancias con sus dogmas aceptados. Porque los leyó en un sitio al que dio aceptación con su mente. Pero si los llama «reflexión deductiva del pensamiento Socratico» queda mucho mejor y alcanza el grado de verdad irrefutable. Siendo, como es, un simple «pastiche creativo de una mente osada».
          Y termina casi con ese «los EVANGELIOS seguirán siendo guía y precepto del ser Humano que reconoce a Dios.» Es la postura de todo creyente. Lo que él cree es Verdad, la única Verdad. Y todo el discrepante está condenado e «irremediablemente caerá en des-gracia«. De nada va a servir que le diga que no hay tal «des-gracia», que todos estamos «salvados» y nos veremos en el mismo Lugar, Allá Arriba, después de esta vida. Aunque Allá tengamos diferentes «edades», de acuerdo a lo que hemos experimentado, unos y otros, aquí abajo.
          Y nada más me queda por comentar de su última misiva. Y como mi intención era no debatir, lo dejo. Quede Vd. con Dios.             
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