Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

fcondetorrens@hotmail.com

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa

«Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa» es la primera entrega a la que seguirán al menos dos más. Tratamos de deducir cuál puede ser el comportamiento de seres humanos trascendidos en base a circunstancias que podemos observar en otros que bajan de nuevo con caracterísiticas, digamos, singulares, destacadas.

.

© Copyright Fernando Conde Torrens, el Martes 5-3-2.019

.

.

.

         Para entender bien este tema hay que tener en cuenta varias premisas que calificaremos de axiomas, porque no deben necesitar demostración para quien por esto se interesa. Caso de no aceptarse estos axiomas, tendrá que buscar respuestas a estos temas en otros lares.

         En primer lugar, el objetivo de nuestra existencia es la Evolución, la maduración, el crecimiento esencial, que algunos llaman “espiritual”. La labor que no se ha realizado en esta vida deberá proseguirse en un futuro.

         Lo que caracteriza a cada individuo mejor que ninguna otra característica es su “nivel de Evolución”, que indica cómo de crecido, evolucionado, maduro y pulido internamente está. O lo que es lo mismo, cómo de crecidas tiene las Capacidades Superiores, o cómo de cerca está de desarrollarlas, si aún no empezó a hacerlo. Es también lo mismo que decir cómo de feliz es en su vida cotidiana, por ser la Felicidad consecuencia de lo avanzada que esté la Evolución de un ser humano.

         Hay personas con alguna de las Capacidades Superiores bastante o muy desarrolladas. De esas personas decimos aquí que tienen un elevado “nivel de Evolución”,  para lo que deben haber iniciado la marcha por la rampa de acceso a la Meseta (ver Niveles de Evolución).

         Por el contrario, hay muchas personas con un bajo «nivel de Evolución», con las Capacidades Superiores casi nada desarrolladas. Esas personas no son felices, viven amargadas la mayor parte de su existencia. Y las Capacidades Superiores que estas personas poseen en potencia, no las poseen en acto; ni en vida, ni una vez fallecidos.

         Otra característica de cada ser humano es su “idiosincrasia”, que aquí dividimos en mental o sentimental/emocional. En el estado actual de Evolución de este filum humano, los varones, en su mayoría son mentales. Esto significa que los antiguos cazadores, que necesitaban ser más inteligentes que los animales para poder cazarlos sin riesgo para sus vidas, desarrollaron habilidades mentales, para idear trampas y engañar a sus presas. Debían prever la reacción de la manada a cazar, idear la forma de matarlos sin correr riesgos.

.

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa

.

         Mientras tanto, las mujeres de la tribu o comunidad se quedaban en los hogares que les servían de refugio, cuidaban de la prole, de los campos, preparaban la comida, confeccionaban los vestidos, daban forma a las vasijas que utilizarían en el hogar y otras tareas, importantes, pero rutinarias. La obligada tarea de dar a luz y cuidar la prole desarrolló en ellas esa idiosincrasia emocional. No tuvieron necesidad de desarrollar el ingenio para vencer otras inteligencias, las de los animales que querían cazar.

         La mayor fuerza física del hombre y la importancia de conseguir un buen botín de caza, con la que subsistiría el grupo, cimentó la supremacía del hombre. Supremacía de la que el hombre abusó y extendió a muchas facetas a las que no debió extender. Partimos de una situación en la que los primeros humanos eran sólo animales bípedos. Y su nivel de Evolución era en todos los casos muy escaso, muy primitivo.

         Conforme pasaron las generaciones, conforme todos los habitantes del filum tuvieron ocasión de madurar en sucesivas existencias terrenas, fueron dándose diferencias de nivel de Evolución.  Partiendo de la época en que el ser humano puede calificarse de tal – sea esta fecha hace 500.000 años en cuevas como Atapuerca, o hace 40.000 con el llamado “homo sapiens sapiens”- parece ser que la mayoría de varones han mantenido su idiosincrasia y siguen hoy en día siendo mentales. Y las hembras siguen siendo, en su inmensa mayoría, sentimentales o emocionales.

         Dado que lo óptimo es participar una misma persona de ambas idiosincrasias en similares proporciones, el hecho de que la mayoría de varones hoy en día sea mental induce a pensar que aún no se han dado las suficientes bajadas a la vida terrena, y la consiguiente mejora en la Evolución, como para que una gran parte de los varones asuman el deber de dominar la otra idiosincrasia, la que le complementaría.

         Lo mismo puede decirse a la inversa: Las mujeres siguen eligiendo adoptar la idiosincrasia que llamamos “ancestral” a la hora de tomar cuerpo humano, eligiendo el mismo sexo que tuvieron en todo su recorrido como seres humanos.

         Esto es lo que elige la mayoría de los humanos a la hora de volver a la vida terrena, a proseguir su Evolución esencial, interna, espiritual: Repetir el mismo sexo que siempre han tenido. Eso puede muy bien significar que en modo alguno han alcanzado la madurez dentro de su sexo, o idiosincrasia, y que deben madurar más la misma, desarrollando la Capacidad Superior más accesible a los mentales, la Mente Superior, para dedicarse a perfeccionar la idiosincrasia que no ha practicado aún, la opuesta o complementaria, que le llevaría a desarrollar el Corazón Superior. Y el Corazón Superior en las hembras; para pasar más adelante a desarrollar la Mente Superior, Capacidad ésta que les es más extraña en su condición de emocionales/sentimentales.

         Esta sería la situación actual, a juzgar por el predominio de la «idiosincrasia» mental entre los varones y sentimental/emocional en las hembras.

.

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa 

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa 

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa 

Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa  Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa

2 comentarios en “Una hembra ancestral decide ser varón y viceversa”

  1. Daniel moreno cavallè dice:

    HOLA DE NUEVO
    INTERESANTISIMAS ESTAS ENSEÑANZAS.
    LLEVO 33 AÑOS BUSCANDO Y BUSCANDO Y PARECE QUE POR FIN HE ENCONTRADO LO QUE PASA, NO SABES EL ALIVIO QUE HA SUPUESTO PARA MÍ.
    SI SALGO DE ESTA, TE ASEGURO QUE TIENES UN AMIGO PARA LO QUE SEA, DANDO MI VIDA SI HACE FALTA.
    TAMBIÉN DEDICANDO A EXPANDIR ESTA ENSEÑANZA CUANDO ESTÉ PREPARADO.
    LO MÁS PARECIDO QUE ENCONTRÈ ESTÁ EN TEXTOS BUDISTAS Y TAOÍSTAS.
    TAMBIÉN EN MEDICINA TIBETANA. ESTÁN LOS TRES HUMORES …. VIENTO (DEL OMBLIGO Ó TAN TIEN) …. BILIS (PARTE MEDIA) …. FLEMA (DE LOS PULMONES A LA CABEZA).
    ES UN ESTUDIO QUE ME APASIONA, 28 AÑOS BUSCANDO LIBROS DEL TEMA.
    LO QUE QUIERO ENCONTRAR SON LOS CUATRO (TOCHOS), EN DONDE ESTÁ EL ESTUDIO COMPLETO, TAMBIÉN LLAMADO GUIZI EN TIBETANO, PERO NO HAY MANERA. HE LEIDO QUE EN MILÁN, HAY UNA UNIVERSIDAD QUE HACE UNA CARRERA DE 5 AÑOS Y SALES COMO MEDICO EN EL TEMA, PERO POCO A POCO. LO QUE PASA ES QUE HE PERDIDO TANTOS AÑOS EN MI ENFERMEDAD QUE AHORA ME VIENEN PRISAS. UN ABRAZO.

  2. Fernando Conde Torrens dice:

    Hola Daniel. Me alegro de lo que comentas. Que sepas que lo puesto en los artículos es una especia de reclamo, un resumen, el inicio de lo que hay. No es el remedio para procurar solucionar la problematica. Eso debe hacerse poniendo remedio. Pero hablar de una cosa así no es para hacerlo en un escaparate, ni aun siendo de lectores afines a estas cosas. Por eso está puesto mi mail personal arriba de cada artículo, y también en la portada inicial de la Web. Por si hace falta. Los problemas que tenemos, o las dificutlades, se pueden aliviar, y llegar a resolver si sabemos qué tecla hay que tocar. Y para eso alguien nos lo tiene que decir. Un fuerte abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.