Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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A Filólogos e Historiadores

………. Éste es un llamamiento A Filólogos e Historiadores para trabajar en cierta colaboración , a definir entre todos, para avanzar en el análisis  de los textos fundacionales cristianos. Sin condiciones, con criterios científicos.

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© Copyright Fernando Conde Torrens, 12-12-2.004

…A Filólogos e Historiadores

……….Creo llegado el momento de intentar el contacto con personas serias, serenas y sensatas. Con Profesionales de las Letras que se interesen por cuanto aquí estamos tratando personas que sabemos mucho menos que ellos de lo que hablamos. Y, si tal cosa pretendo, lo primero que he hacer es presentarme.

……….Mi nombre, Fernando Conde Torrens. Terminé mis estudios de Ingeniería Industrial en Bilbao, 1.970. Me ha costado decidirme a doctorarme. Defendí mi Tesis en la Universidad Pública de Navarra en Marzo de 2.001. Mi tema es la Síntesis de Mecanismos y los Métodos Numéricos. Desde hace 8 años me dedico a la docencia de temas de Ingeniería en la Universidad de La Rioja. Titular de Escuela Universitaria desde Diciembre de 1.999.

……….Hace ahora 20 años decidí averiguar la veracidad o no de mis convicciones profundas sobre temas importantes de la vida. Comencé a estudiar a las personas que han dejado huella en la Historia de nuestra sociedad debido a las ideas que propugnaron. Realmente yo quería averiguar de dónde venían las ideas actuales de Occidente. No comencé por el Cristianismo, me remonté más atrás. Pitágoras, Parménides, Heráclito, Sócrates son sólo algunos de los primeros y más conocidos autores. Dun Scoto, Maese Eckhart, Khalil Gibran, Tony de Mello o Antonio Blay pueden ser autores que muestren que el estudio llegó a nuestros días. Excluyendo todo lo relacionado con nuestra religión, a este análisis dediqué 10 años. Tengo 20 trabajos escritos sobre este período y estos autores.

……….En esencia, el Helenismo, los Maestros griegos. Para poder traducir del original algunos textos griegos de Platón aprendí a traducir griego. No estoy seguro de ser muy diestro en ello. Las Filípicas de Demóstenes me superan. Latín aprendí de jovenzuelo. Hebreo he aprendido a traducir más recientemente. Estoy enamorado del Hebreo, es fantástico. Pude comprar bibliografía en Francés e Inglés, lo que siempre es una ayuda. Estoy convencido de que para poder trabajar en algo, hay que leer el texto en su idioma original. Se pierden demasiadas cosas con las traducciones.

……….Una vez comprendí el rico caudal de ideas que tenía nuestra sociedad occidental allá por el año 0, acometí el análisis en profundidad de nuestra religión. Sin pasión, sin prejuicios, sin animadversión de ningún tipo. Con absoluta objetividad, con la mente fría y dispuesta a ser utilizada. Sin buscar comprobaciones, con asepsia emocional, libre de toda infección. No me iba nada en ello. Lo que había encontrado en mis 10 años anteriores ya me daba las respuestas que había buscado. Ahora se trataba de entender por qué mi religión no me las daba. Debía averiguar el origen de mi religión, quiénes la fundaron, quiénes escribieron los textos fundamentales. Los autores reales, la mano que mece la pluma. No la figura ideal que está detrás, el personaje de carne y hueso que termina el libro que forma parte de esa «palabra de Dios» que tantas veces oyera desde niño. Sólo que yo iniciaba mi estudio siendo ya mayor.

……….Fui hallando aspectos interesantes y fui elaborando ficheros inconexos. Mi base primera: No hay dos personas que escriban una carta larga sobre cierto tema de la misma manera. Los estilos de los autores son detectables. Según este para mí axioma, debía analizar los estilos de los diferentes autores del Nuevo Testamento y ver qué resultaba de ese análisis. Llegué a frutos interesantes, pude separar dos etapas redaccionales en cada escrito que analicé con detenimiento. Y analicé los Evangelios de Marcos y Juan, la Carta de Pablo a los Romanos y el Apocalipsis. Todos ellos tenían una primera etapa redaccional. Todos. Y eso era sorprendente, muy extraño. ¿Para qué?

……….He dejado huella detallada de esta fase de mis averiguaciones en el libro «El Grupo de Jerusalén». El libro no será prolijo para un profesional, pero tal vez lo sea para un profano. Va a depender del grado de interés del lector. A mayor interés del lector profano, menor dificultad. Para cuando redacté dicho trabajo ya había proseguido mis análisis y había encontrado a Simón. Pero en ese libro la acción abarca el estudio de lo escrito en el siglo I. Solamente lo que había sido escrito por autores del siglo I. En este campo de las ideas de nuestra sociedad, entendí que no podía escribir nada hasta tener pruebas documentales. Y con Simón las tuve en la mano. Entonces me decidí a dejar por escrito lo averiguado hasta un cierto momento, el año 100.

         Todos saben que publicar y distribuir un libro por medios propios no es algo fácil y rápido. Exige tiempo y dedicación. Me dediqué un año a tal cosa. Y durante el siguiente preparé la versión que iba a dar al segundo libro, «Simón, opera magna», título evidente para toda persona de Letras.

……….Personas que entienden mucho más que yo del mercado español de libros me insinuaron que el primer libro era demasiada investigación y poca divulgación. Corregí el rumbo y así ha resultado «Simón, opera magna», un libro más ligero, de lectura más fácil, menos denso, menos documentado. Menos apto para profesionales. Más adecuado tal vez al mercado general. Por todo ello, precisaba una manera de completar resultados más profundos, que un libro «vendible» no había permitido. Y afortunadamente existen los blogs, periódicos virtuales de descarga gratuita. E inicié un blog el mismo día que presentaba el libro, el 22/9. Este blog.

……….Creo poder decir que no soy un exaltado, ni un cruzado (guerreo medieval fuertemente mentalizado), ni un iluminado, ni un líder carismático de nada. La cualificación propia para hacer cuanto acabo de describir es la de «ser humano» que vive en una sociedad donde la libertad de pensamiento y de expresión están permitidas legalmente. Periodistas me han calificado de lingüista y de otras cosas. Es su responsabilidad, no la mía. He usado la palabra filológico para calificar de alguna manera el método que empleé para separar las etapas redaccionales en escritos neotestamentarios. No creo con ello haber faltado a nadie, sino contribuir a que la Filología sea un poco más conocida del público profano. Si comprendo que debo emplear otro vocablo, modificaré tal hecho.

……….Dice de intrusismo mi Diccionario Espasa Quince: «Intrusismo: Ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada legalmente para ello.» Ninguna actividad profesional he tratado de ejercer al escribir y publicar un par de libros con mis ideas y averiguaciones. He ejercitado un derecho que en este país es universal.

……….No pienso que sólo los profesionales pueden opinar sobre el mundo de las ideas trascendentes. De hecho, ideas trascendentes tenemos todos, hasta los que afirman no tenerlas. Ya que, para mí, rechazarlas es posicionarse, tanto como elegir ésta o aquéllas. Pero afirmaciones y análisis de este tipo sí creo sea bueno reciban el contraste y la crítica de personas entendidas.

……….El tema sobre el que he trabajado es altamente sensible. Puede mover las pasiones con cierta facilidad, pero sólo en personas propensas a ese tipo de mociones. Quisiera dialogar con entendido dispuestos a trabajar «ad rem», no «ad personam». Con personas no comprometidas emocionalmente con el origen de nuestra filosofía de vida, de nuestra concepción del mundo, de nuestra religión. Ruego a los cruzados abstenerse.

         Considero que la lectura de «Simón, opera magna» y de «El Grupo de Jerusalén» sea condición no sólo aconsejable, sino necesaria. Para que sepamos todos de qué hablamos. Teniendo en cuenta que voy a ser interlocutor con peor nivel en otros muchos aspectos, no deseo tener que estar explicando por escrito detalles que ya están escritos y editados.

……….No tengo ritmos, no tengo plazos, no tengo metas. Es ésta una reflexión personal e ignoro la respuesta y lo que se podrá llegar eventualmente a hacer. Deseo colaborar con personas de buena voluntad, a las que este tema les deje frías emocionalmente. Creo que es aconsejable una cierta sintonía, frente a una discrepancia visceral, un cierto paralelismo de trayectorias, y no un antagonismo frontal. Profesionales relacionados con los que encabezan este artículo es a quienes esta especie de invitación ha sido cursada. Ahora sólo me queda esperar.

……….Un saludo a todos.

……….PD: En la red empleo sólo un nombre, una dirección de correo, una web y un blog. Cualquier otro nombre o dirección corresponden a otras personas. Esto para los filólogos será evidente.

…………A Filólogos e Historiadores

Siguiente artículo: A Matemáticos e Ingenieros Informáticos.

 ……….         …………A Filólogos e Historiadores

……….Fernando Conde Torrens es autor de «La Salud», El Grupo de Jerusalén», «Simón, opera magna», recientemente de «Año 303. Inventan el Cristianismo» y de una serie de artículos sobre el mundo de las Ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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2 comentarios en “A Filólogos e Historiadores”

  1. Iñaki lasa dice:

    Holka Fernando.Soy Iñaki (ya sabes(jk).Acabo de releer tu libro Año 303);
    El descubrimiento es impepinable.
    y produce alegria se saber la verdad.
    Me imagino que estara calando poco a poco.
    Recuerdos y un abrazo desde aqui.

  2. Supe que eras tú desde el principio. No se olvidan encuentros tan gratos. Yo también confío en el tiempo. El mercado lo sigue pidiendo. Estoy preparando la cuarta edición. Que todo vaya bien por tu tierra y en tu familia. Por aquí todo marcha, Un fuerte abrazo, Iñaki.

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