Esparta en la cima 7 Grecia clásica 158

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……….En el artículo pasado defendí el valor de lo que en la Hélade se generó mientras tuvieron los helenos autonomía propia. No es poco, fue importante y hay que resaltarlo. Pero no deseo quedarme con la boca abierta y el corazón esponjado pensando que «todo el mundo es bueno». Los errores que hemos observado en el período que estamos analizando, la época de predominio espartano, puede servirnos para entender un poco mejor la Historia, para comprender mejor quizás al ser humano y, sobre todo, para comprender lo que no debe ser la Historia.

……….Cierto que un blog no es un espacio al nivel de las conclusiones a las que pretendemos llegar aquí, pero tampoco estamos seguros de que estos puntos de vista deban llegar a las Naciones Unidas. Ellos tiene sus problemas y tal vez no tengan tiempo para asomarse a este espacio.

……….El primer factor que parece ser influye en la política de los pueblos es lo que podríamos definir como el odio soterrado al vecino. Este odio se manifiesta especialmente cuando el vecino no está presente. Y cuando, estando ausente, y, por tanto, sin que pueda vernos, podemos tomar decisiones sobre él, estas decisiones serán siempre las que más le perjudiquen. Y esto se hará sistemáticamente, reiteradamente o, como decía mi ya lejano Profesor de latín, «semper et ubique«, que significa, para el que ha olvidado lo que aprendió con pantalón corto, «siempre y en todas partes«. Claro que el Profesor lo aplicaba a la educación de los niños al modo de los romanos. Los romanos enseñaban a sus mocosos educación y como parte de ella inculcaban en las mentes de sus pequeñuelos esta frase, «taceo semper et ubique«, que significa, «me callo – o estoy callado- siempre y en todas partes«. Los niños romanos daban muy poca guerra con ocasión de las visitas de, o a, sus padres.

……….Pero estábamos en Grecia. Si el lector es aficionado a la Historia y se detiene a analizar la política que los reinos han seguido con los reinos vecinos, los Imperios con los Imperios vecinos y las ciudades-estado con las ciudades-estado vecinas, se dará cuenta de que han aplicado sistemáticamente la política del odio soterrado al vecino. Francia la aplicó con España durante siglos, y viceversa. Inglaterra la aplicó con Francia. Roma con Persia siempre que podía. Y Persia, igual. Esparta la aplicó con Atenas cuando Atenas era el gallo del heleno gallinero. Y Atenas le pagó con la misma moneda cuando el cacareo corría a cargo de los espartanos. Y si Esparta no permitió que Atenas fuera destruida y los atenienses vendidos como esclavos, como pedía Corinto y Tebas, fue porque vio que una Atenas interpuesta entre Esparta, Tebas y Corinto era mejor que nada. Y si Atenas no dejó que Esparta sufriera igual suerte cuando fue vencida por Tebas fue por idéntica razón, no se fiaba de su nuevo aliado y vecino Tebas.

……….A ese odio contenido al vecino se la llamaba en la Hélade xenofobia, de xenos = extranjero y fobos= miedo, terror. Claro, en la Hélade, compuesta de ciudades-estado eran extranjeros, de otro estado, los habitantes de cualquier otra ciudad. Y claro también, el miedo se convertía en odio a las primeras de cambio, cuando nosotros éramos más que ellos. Y eso, aquí, sucedía siempre. Ese posicionarse sistemáticamente en contra de la ciudad vecina trajo las consecuencias que era de esperar. Algo habrá que cambiar.

……….Otra faceta que intervino en la Historia de los helenos de antaño es el protagonismo de los visionarios. Lo que suelo llamar cruzados. Hay personas que no se conforman con vivir en su ciudad, trabajar en lo que han aprendido, casarse, tener hijos, engordar un poco, perder poco a poco facultades – conforme crece la bolsa o faltriquera- y envejecer pacíficamente rodeados de nietos más o menos revoltosos, según practiquen más o menos el «taceo semper et ubique«. Ese tipo de vida ni la contemplan como su destino. Ellos están abocados a una vida más gloriosa, más notoria, ellos necesitan triunfar y para triunfar precisan tiempos revueltos, por aquello de a río revuelto. Y se encargan de revolver el río, o lo que sea, para que en ese mare magnum ellos puedan hacer su agosto.

 ……….Alcibíades era un pájaro de éstos. Y fue ruinosos para Atenas, su ciudad natal. Tampoco en Esparta paró mucho, quizás porque no sabía estarse quieto. El caso es que armó una buena, porque hay cruzados o visionarios que nacen acompañados de la elocuencia. Y eso en la Grecia antigua se valoraba mucho, era un bien preciado.

……….Agesilao fue otro ejemplar al que se le metieron dos ideas en la cabeza, la gloria y el odio a Tebas. Tal mezcla iba a ser la perdición de Esparta, de la que Agesilao era rey. Y la gloria le hizo embarcarse con su gente en una aventura de la que finalmente no salió nada, el viaje al Asia Menor a pescar peces de otra pecera. Alejandro Magno hizo lo mismo, pero Alejandro era de otra pasta, y puso primero orden en casa.

……….La ambición suele mover a estos individuos. Eso cuando se habla de ellos desde lejos y desapasionadamente. La gloria es lo que ellos persiguen. Llaman gloria a ser envidiados por todos, a ser más brillantes y poderosos que todos, a tener poder sobre todos. El poder. La clave de estos individuos está en su concepto de poder. Poder, mandar, decidir sobre vidas y haciendas ajenas, eso es poder. Eso es lo que buscan y en eso cifran su existencia, en la obtención de poder. Porque, como Alcibíades, no lo tienen. O, si lo tienen, lo quieren ampliar; el que tienen las parece poco; poco no, nada.

……….Tengo para mí que tales especímenes tienen un complejo de inferioridad íntimo, oculto, jamás reconocido. Y que quieren demostrarse a sí mismos – y al resto de contemporáneos – que ellos no son como son, que son estupendos, brillantes, líderes. Y se empeñan en crear la situación en que puedan demostrarlo. Hay casos en que triunfan, porque tienen además del complejo, cierto genio o fuerza interior. Pero en la mayoría de casos, sus sueños se van por la alcantarilla después de haber removido Roma con Santiago para la demostración. Y en ese movimiento perecen no pocos de sus contemporáneos.

……….A escala macro tengo para mí que las cosas son así, lo hemos visto en la Historia analizada. Pero, ¿y a escala doméstica, a escala de aldea, de pueblo, de villa, de ciudad o de comarca? Tal vez las cosas no sean muy distintas y las personas que alcanzan un cierto grado de poder se sienten realizadas, se sienten importantes y lo usan para enaltecer su ego, haciendo «demostración» de su superioridad por las decisiones que pueden tomar respecto a sus allegados y conocidos.

……….Lo que vamos a ver de la Historia de la tribu parece dar pie a pensar que el ser humano no aprende, que cae siempre en los mismos errores, generación tras generación. Se aplicaba la táctica del enfrentamiento sistemático con el vecino en la Hélade el año 350 AEC. y se va a seguir aplicando por muchos siglos. Aparecerán personajes ambiciosos, sus planes serán secundados por muchos y ello se saldará con la muerte de miles de contemporáneos. La elocuencia, la ambición, el miedo al extraño y el complejo interno van a dar mucho juego. Quizás porque son universales. Por eso el hombre no aprende.

……….No puede aprender. Él es así. A menos que …