Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Hispania romana de Kiepert 1890

Hispania romana de Kiepert 1890

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……….   Una cosa es hacer mapas hacia 1.710, como hacía Cellarius, y otra elaborarlos en 1.890, como hizo el Dr. Kiepert. Los medios a su disposición eran mucho mejores. Y el fruto se nota, no hay comparación. Hoy veremos el mapa de la Hispania romana del ATLAS ANTIQUUS de Kiepert, editado en Berlín.Tiene la gran ventaja de que constan en él las calzadas que cruzaban el país.

……….   Ya se sabe que los romanos dieron una enorme importancia a las vías de comunicación. Para un Imperio tan extenso, los enlaces de unas regiones con otras debían ser lo más rápidos posibles. Así que topógrafos romanos exploraron todas las vías conocidas para atravesar los obstáculos más imponentes, más dificultuosos, a fin de trazar las mejores vías posibles para, por ejemplo, atravesar los Pirineos, que separaban la Hispania recién conquistada de la Galia. Esto lo veremos en breve.

……….  Para trazar el mapa de carreteras, antes de empezar a construirlas, varios equipos de topógrafos se repartían el territorio y trazaban los planos de todas las regiones de la parte conquistada, con todos los caminos existentes y todas las poblaciones autóctonas que hubiera. Una vez que tenían el retrato del territorio actual, iban a Roma para que el Emperador al cargo del Imperio decidiera con sus asesores qué ciudades convenía promocionar o en qué lugares se debían crear ciudades importantes «ex novo«. Eso decidía el plan de construcción de calzadas y la importancia de éstas. Las necesidades militares primaban sobre todas las demás consideraciones. El plan se empezaba a poner en marcha. Lo acabaría el Emperador actual o un sucesor.

……….   Otra anotación que hay que hacer es que la red de carreteras actual parte de la base de la capitalidad en un punto central de la península, Madrid. Y son radiales; como sucede también en Francia, que muchas convergen en París. No era así en tiempos romanos. Incluso las provincias de que se dividió Hispania fueron cambiando, según las conveniencias políticas de cada época. Si por el interior la red viaria era diferente a la actual, no pasa lo mismo con las vías perimetrales. Debían ceñirse a la costa y unir las ciudades del litoral. Y éste no ha cambiado.

……….   Así como la actual capital, Madrid, casi puede decirse que no existía en tiempos lejanos, habia unas pocas urbes importantes, capitales – actuales o pasadas – de las provincias en que se dividió Hispania, que debían estar conectadas por la red principal de calzadas. Entre ellas, Barcino (Barcelona), y sobre todo Tarraco (Tarragona), capital de la provincia Tarraconense. Siguiendo la línea de la costa, Cartago Nova (Cartagena), capital de la antigua provincia Cartaginense. La Bética tenía como capital a Hispalis (Sevilla). Ciudades importantes eran también  Emérita Augusta (Mérida) y Olisipo (Lisboa). Yendo hacia el Norte, nos topamos con Legio VII Gémina (León), sede de la única Legión que mantenía apaciguada Hispania, y al Suroeste de la misma, Astúrica Augusta (Astorga). En la costa atlántica, Iria Flavia (Santiago). Éstas son los nombre que el lector debiera memorizar, al menos algunos de ellos, para hacer honor a su propia historia, si hispano fuera. Los de allende las fronteras están exonerados de tal encomienda.

……….   Vamos ahora con las calzadas principales. Los Pirineos se atravesaban por una de las SEIS CALZADAS que los dejaban atrás. Dos de ellas por las costas, atlántica y mediterránea.

……….   Fijémonos en la que bordeaba el Cantábrico y unía Lapurdum, en la Galia, con Oiasso, ya en Hispania. Va a seguir por Alba y Veleia – civitas cerca de Vitoria en la que se dio un escándalo arqueológico – para llegarse a Legio VII Gémina y Astúrica Augusta (Astorga), con un trazado sensiblemente horizontal. En esta última ciudad se divide en tres ramas. La rama Norte dará una vuelta para recorrer la provincia de Galletia, pasando por Lucus Augusti (Lugo), Iria Flavia (Santiago), Brácara (Braga), Conímbriga y Olisipo (Lisboa). De allí seguirá hacia el sur, por el Algarbe, para pasar por Hispalis (Sevilla), Gades (Cádiz), seguir la costa por Malaca (Málaga) y terminar en Cartago Nova (Cartagena).

……….   El ramal central desde Astúrica Augusta (Astorga) bajaba hacia el Sur y, pasando por Salmántica (Salamanca), atravesaba Emerita Augusta (Mérida) y terminaba en Hispalis (Sevilla). El tercer ramal cortaba en diagonal hacia el Sureste, atravesaba Cauca (Coca) y Segovia; dejaba atrás Complutum (Alcalá de Henares), Toletum (Toledo), Laminium (), Castulo () y daba al mar en Urci (Almería).

……….  Otra vía preferente era la llamada «Vía Augusta«. Arrancaba de Ruscino (Perpignan) en la Galia (Francia) y cortaba en diagonal, hacia el Suroeste, para cruzar los Pirineos y llegar a la actual Andorra. Pasaba por Ilerda (Lérida) y seguía casi perfectamente recta hasta Urbítica, Libisosa y Laminium, continuando horizontal hasta Emérita Augusta (Mérida) y finalmente Olisipo (Lisboa).

………. Quedaba una tercera Vía preferente, la que bordeaba la costa mediterránea. Provenía de Germania. Descendía por el curso del Ródano y bajaba por Nemausus (Nimes), Narbo Martius (Narbona), Ruscino (Perpignan) todavía en la Galia (Francia). Entraba en Hispania por el interior, aunque cerca de Emporiae (Ampurias), para llegar a Barcino (Barcelona). Luego seguía cercana a la costa, pasando por Tarraco (Tarragona), Dertosa (Tortosa), Saguntum (Sagunto) y Valentia (Valencia). Seguía hacia el Sur por Ilici (Elche) y terminaba en Cartago Nova (Cartagena).

 

  Hispania romana de Kiepert 1890  Mapa de la Hispania romana  Hispania romana de Kiepert 1890

Hispania romana de Kiepert 1890

[ATLAS ANTIQUUS. Dr. Henry Kiepert. Berlín, 1.890.]

 

………. Otras vías transversales unían las anteriores entre sí a diferentes alturas, formando un entramado de calzadas que facilitaba el desplazamiento de los viajeros por nuestra península. Para darse una idea de la solidez de estas calzadas baste indicar un detalle que comprobaremos enseguida. El obstáculo más impresionante, los Pirineos, lo cruzaban, como ya hemos indicado, seis calzadas romanas. Lo insólito es que modernamente esa cordillera la atraviesan seis carreteras modernas. Y lo hacen exactamente por los mismos pasos que usaron los ingenieros romanos para construir sus calzadas. Ni uno menos, ni uno más. Y podría decirse que tienen el mismo trazado. Veámoslo.

………. En primer lugar, una mapa moderno, indicando las seis carreteras que atraviesan los Pirineos.

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Hispania romana de Kiepert 1890  Carreteras entre Francia y España. Pirineos  Hispania romana de Kiepert 1890

[Fuente: Gran Atlas de Carreteras de España y Portugal. Prensa Española. Planeta, 1.992.]

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………. Haciendo un zoom sobre el mapa del Dr. Kiepert, se obtiene su homólogo del tiempo de los romanos. Y se aprecia que la calzada que desciende por el Cantábrico, siguiendo la costa, coincide con su precedente romana, como no podía ser de otra manera. 

………. La segunda vía de acceso a Hispania es un vía que desciende vertical sobre Pompaelo (Pamplona) que se identifica con la que desciente vertical desde el paso por el Coll de Ibardin.

………. Una tercera calzada desciende verticalmente sobre Osca (Huesca) pasando por Jaca, tanto en tiempo de los romanos como actualmente.

………. La cuarta calzada que traspasa los Pirineos lo hace dando una gran curva y entrando por Andorra la Vieja.

………. La quinta es la Vía Augusta, que ya hemos descrito. Arranca en Perpignan (Ruscina), entra en Andorra y tras una doble curva llega a Lérida (Ilerda).

………. La sexta es la Vía Litoral, la carretera antigua, paralela a la cual se ha construido la Autopista AP 7. Nace en Portbou, pasa por Barcelona, Tarragona, Tortosa, Sagunto, Valencia, Elche y termina en Cartagena. El mismo recorrido que la calzada del litoral romano.

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  Hispania romana de Kiepert 1890  Mapa de la Hispania romana. Pirineos.    Hispania romana de Kiepert 1890

[ATLAS ANTIQUUS. Dr. Henry Kiepert. Berlín, 1.890.]

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………. No quiero terminar este artículo sin hablar de «la Mauritania Tingitana». Tal vez al lector no le suene de nada, pero tiene su importancia. Si se fija el lector en la parte inferior del mapa total de Hispania, hay una parte bordeada de amarillo: Ésa es la Mauritania Tingitana, en honor a Tingis, que está casi en el estrecho. «Mauretania» se lee en toda la región, y «Tingitana» apenas se adivina en la parte inferior del mapa.

………. Esta parte del Norte de África romano se hizo depender de Hispania, porque para ir a ella había que partir de Hispania, no de Italia. Pero ya sabemos que Prudencio, sin cortarse lo más mínimo, para lucir su capacidad poética y para cerrarles la boca a los defensores del Paganismo, contrarios al Cristianismo, se inventó un montón de mártires supuestamente inmolados en Hispania durante en la persecución de Diocleciano, el año 303. Por cierto, San Fermín, obispo virtual de Pamplona fue uno de ellos. Todos los historiadores cristianos posteriores a Teodosio e hijos – los únicos que ya quedaban – propagaron y se deshicieron en elogios de los mártires hispanos bajo Diocleciano, el año 303, creaciones de Prudencio.

………. Pero Eusebio de Cesarea había dejado escrito en su «Historia eclesiástica» que Constancio Cloro, el padre de Constantino, que regía la Prefectura occidental del Imperio (las Galias, Hispania y Britania)

NO PERSIGUIÓ A LOS CRISTIANOS.

………. No le costaba nada dejar bien al padre de su amigo y promotor del engaño cristiano, Constancio Cloro, ya difunto para esas fechas, hacia el 310. El problema fue que Prudencio no leyó esa obra de Eusebio y se inventó mártires múltiples a lo ancho y largo de toda Hispania en pleno 303. Incluso, a voleo, se le escapó uno, que cayó en las Galias.

………. Pasaron siglos y nadie se percató del gazapo. Todos los mapas de reparto de las Prefecturas con Diocleciano señalaban correctamente que las Galias, Hispania, con su Mauritania Tingitana, y Britania estaban bajo el dominio de Constancio Cloro, el no perseguidor. Pero en el siglo XX se empezó a hablar de la contradicción flagrante entre un Emperador limpio de sangre cristiana y los mártires de Prudencio, habidos bajo Constancio Cloro. Por eso – y por orden de quien fuera – en lo editado por algunos malos historiadores se ve que, según ellos, bajo Constancio Cloro estuvieron las Galias y Britania, pero no Hispania. Y adjudican Hispania y la Tingitana a Italia, a Maximiano, que ése sí que fue un Emperador malote

………. Ver para creer …

Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890 

Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890

Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890  Hispania romana de Kiepert 1890 Hispania romana de Kiepert 1890 

 

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