Egipto Antiguo 112 Ingeniería genética made in Cleopatra VII, o los posibles cálculos de una gran estratega.
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el miércoles 31-7-2.013
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En el artículo anterior hemos visto cómo las tropas de César salen victoriosas de la primera batalla que merezca tal nombre en «La Guerra Alejandrina«.
En este artículo, ultimo artículo histórico antes de las vacaciones, bien merecidas, de Agosto, haremos un pequeño alto en el camino y nos ocuparemos de dos asuntos de importancia. De la concepción y nacimiento de Cesarión, el hijo de Cleopatra y Julio César, y del futuro de Alejandría.
Para lo primero, bueno será prestar un poco de atención a la cronología. Recapitulemos. Pompeyo arribó a Alejandría el 28 de Septiembre del año 48 AEC. No hay constancia fidedigna de cuántos días después llegó César con sus hombres, escasos para el lío que se avecinaba. Los historiadores antiguos dicen que «pocos días después«. Supongamos que esos pocos días sean 4 ó 5 días, ya que de lo contrario se hablarían de una semana, o semana y media.
Por lo que César llegó a Alejandría como muy pronto en torno al 2 de Octubre. En esos momentos, Cleopatra estaba en Asia – concretamente en Ascalón, según nuestras nebulosas fuentes. César mandó llamarla, pero hubo un forcejeo epistolar previo. Finalmente, cuando Cleopatra vio cumplidas sus condiciones, se embarcó para Alejandría.
Ello da que el encuentro, que fue inmediato a su llegada a la Ciudad, bien pudiera haber tenido lugar a finales de Octubre, pero no mucho antes. Digamos que hacia el 23 de Octubre Cleopatra y César pudieron haberse encontrado en el cuartel general de éste. El encuentro físico y el carnal tuvieron lugar en la misma sesión. En esa ocasión se convirtieron en amantes, como las fuentes indican unánimemente. Pasan los meses. Cleopatra está embarazada. Se lo dice a César. No se lo pudo decir antes del 12 de Diciembre, eche cuentas el lector.
Se suceden los hechos que estamos refiriendo en artículos anteriores, «La Guerra Alejandrina«. Son días y noches de tensión y de amor. El niño nace el 23 de Junio del año siguiente, el año 47 AEC., con Alejandría liberada, hecho que ocurrirá en la primavera del 47.
Basta una simple resta para comprender que Cleopatra se quedó esperando a su bebé a la primera ocasión que la Naturaleza le brindaba. Si no fue en ese famoso primer encuentro, muy pocos días después, pero dentro de su período fértil de finales de Octubre. Dada su determinada intención de ganarse al romano, cabe preguntarse si los retrasos que ella impuso con sus epístolas no tenían como objetivo atrasar la fecha en la que se presentara junto al dictador romano, para que fuera cuando ella estuviera en pleno período fértil. Porque los hechos posteriores encajaron como una mano y su guante. Cleopatra, astutamente, pensó que debía hacerse con la voluntad de César al primer envite, tenía que «llegar y besar«, porque en la ocasión siguiente sus posibilidades serían menores, carecería del factor sorpresa.
Si las cosas fueron como aquí suponemos – un caso claro de ingeniería genética – el niño nació de 8 meses. De haberse retrasado la fecundación un mes, el niño hubiera nacido sietemesino y, en aquellos tiempos es dudoso que hubiera salido adelante. Argumento que apoya nuestra tesis de la premeditación y el cálculo sibilino por parte de Cleopatra hacia un general que venía como conquistador y resultó conquistado.
Quede constancia de nuestra admiración hacia aquella singular mujer, a la que la Historia, salida de tinteros romanos, no hizo justicia, tachándola de ambiciosa e intrigante, sólo porque no les gustó que sorbiera el seso de dos de sus tres hombres más brillantes, Julio César y Marco Antonio. Y a la que terminaron declarando la guerra, de la mano del que poco más tarde llegaría a ser César Augusto.
Volvamos ahora nuestra vista a la Ciudad en la que este romance sucedía, Alejandría. Un mapa de la misma bastante fiable, por haber sido establecido muy recientemente, sería el que sigue. En él se aprecian, en verde las zonas modernas que no estaban en la antigüedad, por depósito de sedimentos. También figuran, en el mismo color azul que el mar, las partes de tierra firme de la Antigüedad que se han sumergido en el mar.
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Mapa de la Alejandría ptolemaica
(Fuente: ROMA. Legado de un Imperio. Tim Cornell y John Matthews. Ediciones Folio, 1.993)
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Así, el Timonium, la isla de Antirrodos, sede del Palacio de Cleopatra, y gran parte del muelle Loquias están hoy sumergidos. Comparar el mapa anterior con el mapa que sigue.
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Plano de la Alejandría ptolemaica
(Fuente: Atlas of Ancient & Classical Geography. Everyman Library. 451. J. M. Dent & Sons Ltd. 1.942)
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¿Qué ha sucedido para causar este desastre? Como le sucedió también a la vieja ciudad de Antioquía sobre el Orontes, construida sobre una falla tectónica, Alejandría sufrió en un milenio más de 20 terremotos. El primero de ellos en Julio del año 365, se dio un terremoto que, por tener el epicentro cerca de la costa, originó un maremoto, o sunami, a continuación. Una quinta parte de la Ciudad, la contigua a la costa, desapareció bajo las aguas. Era precisamente el Bruqueion, la parte más noble de la Ciudad, donde estaban los mejores monumentos. Según los contemporáneos, unos 50.000 habitantes perecieron. Pasamos por alto los avatares que sufrió la Biblioteca y el Serapeum por la pugna entre cristianos y los llamados por éstos «paganos», porque afectaron a la Cultura, pero no a la orografía del terreno.
En la imagen que sigue vemos el aspecto actual de la gran Ciudad, a vista de satélite. La Naturaleza ha igualado la costa y los edificios y muelles construidos por los Ptolomeos han desaparecido. El Heptastadium junto con los depósitos de siglos han originado ese brazo de tierra que une lo que fue la isla de Faros con tierra firme, como ya se esboza en el plano precedente.
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Vista aérea de la actual Alejandría
(Fuente: Google-Maps)
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Tal vez la última misión de Arqueología Submarina, la dirigida por Frank Goddio, ha excavado en las arenas de la bahía de Alejandría buscando el Palacio de la Reina Cleopatra y parece ser que lo han encontrado, en la sumergida isla de Antirrodos. Es un vídeo que merece la pena ver, por ofrecer información de cómo se manejan con las mediciones bajo el agua y por los hallazgos realizados.
Pero también desde un satélite se puede intuir la existencia de la parte sumergida de la vieja Ciudad. Ampliando la imagen anterior, se observa zonas más claras con huellas irregulares que denotan edificaciones ruinosas. Accediendo a Google-Maps puede apreciarse incluso un esbozo de la isla de Antirrodos. Son las zonas que pisaron los monarcas Ptolomeos, Pompeyo, Julio César, Cleopatra VII y tantos otros personajes ilustres de la Antigüedad antes de que Neptuno las reclamara para sí.
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Vista aérea de la actual Alejandría. Zona sumergida del Puerto actual
(Fuente: Google-Maps)
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Como cada año, en Agosto guardamos vacaciones y sólo colgaremos artículos sobre Exposiciones de Pintura que se celebren en tal mes, como la que Joan Coloma exhibirá en Potes (Cantabria) del 13 al 31 de Agosto, tema que será el del artículo siguiente.
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Enlace con el próximo día: Egipto antiguo 113. Julio César cogido entre dos fuegos.
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………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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