Egipto Antiguo 81 Funerales modestos por Pompeyo
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el Lunes 20-5-2.013
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En el artículo anterior hemos visto cómo el trío dirigente de Egipto llevó a cabo su plan de conseguir asesinar a Pompeyo para congraciarse con su enemigo, Julio César. Pero no siempre los planes salen como los desalmados piensan.
Sólo el asistente de Pompeyo, el liberto Filipo, en la nave que había sido capitana, pidió permiso al oficial al mando para, en un bote, llegarse a tierra y ofrecer al cuerpo de su general un final digno, incinerándolo. Por temor a cualquier reacción de los egipcios, quedó acordado que la incineración se realizara en el mismo muelle. Había oficiales partidarios de traer el cadáver a bordo, pero su proposición fue descartada.
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Falsa puerta en una tumba egipcia
(Fuente: Gran Historia Universal. Volumen 3. Egipto y los Grandes Imperios. Carlos Moretón. S.A. de Promociones y Ediciones. 2.006)
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Al atardecer, Filipo, remando él solo en un bote, se llegó al muelle. Un grupo de soldados egipcios le rodeó. Por señas explicó lo que deseaba hacer. Los egipcios reservaban solemnes honras fúnebres a sus muertos y estaban extrañados del abandono de los despojos del romano. Los soldados consultaron a su oficial. Éste ya tenía órdenes de dejar quemar el cadáver, pero en suelo egipcio.
Los mismos soldados egipcios ayudaron a Filipo a arrastrar una vieja barca pesquera a un extremo del muelle. Sobre ella extendió Filipo el cadáver de su general, envuelto en su propia capa y, tras hacer una oración a los dioses en voz baja, le prendió fuego. La barca ardió pronto, antes que el cadáver.
Filipo pidió ayuda a los soldados, que observaban un poco apartados, y otra barca, en trozos, se añadió a la hoguera. La hoguera cogió fuerza de nuevo. Cuando se extinguió, Filipo recogió del suelo cenizas del cadáver y cenizas de las dos barcas. Llevaba una urna romana preparada para tal fin. También llevaba unas monedas, que repartió entre quienes le habían ayudado. Hecho esto, embarcó de nuevo y puso proa a su nave. Al día siguiente, las tres naves, en una de las cuales viajaba la ahora viuda, Cornelia, zarparon rumbo al Oeste. Se dirigirían a la África romana, donde sus partidarios les acogerían.
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Sarcófagos de Tamutnefret, para conservar sus despojos
(Fuente: Gran Historia Universal. Volumen 3. Egipto y los Grandes Imperios. Carlos Moretón. S.A. de Promociones y Ediciones. 2.006)
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Mientras estos hecho ocurrían en los muelles de Alejandría, Cleopatra, en Ascalón, dialogaba con su comandante Presbus sobre la postura a tomar de cara a Roma, ahora que sabían que Pompeyo, al que Cleopatra había ayudado y enviado tropas, había sido derrotado. Sopesaron la posibilidad de que Julio César considerara a Egipto como reino no amigo y lo invadiera. Había que pasarse del bando del perdedor, al del vencedor. Pero la iniciativa no la podía tomar Cleopatra, máxime exilada de Egipto.
Había que esperar acontecimientos, en concreto la llegada de tropas romanas. La postura de su jefe daría pie a saber qué pensaba Roma respecto a Egipto. Sería positivo que las tropas no fueran muchas. La llegada de una gran fuerza expedicionaria, con multitud de barcos de guerra, podría presagiar lo peor para Egipto, y, por extensión, para Cleopatra. Ésta se consideraba la única que podía hacer algo en bien de Egipto, su tierra. Su hermano se había dejado arrastrar por un pequeño grupo de ambiciosos, a los que lo único que les interesaba era su propio medro. Nunca hubieran salido de la mediocridad, pensaba ella, si no hubieran tenido la oportunidad de engañar a un niño nominalmente Faraón. Ése era todo su mérito. Pero interés por el bien de Egipto, ninguno.
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Egipto helenístico-romano
(Fuente: Gran Historia Universal. Volumen 3. Egipto y los Grandes Imperios. Carlos Moretón. S.A. de Promociones y Ediciones. 2.006)
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Enlace con el próximo día: Egipto antiguo 82 La proteccion de los dioses.
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………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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