Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

fcondetorrens@hotmail.com

El Gimnasio en el mundo helenístico 84

El Gimnasio en el mundo helenístico 84 y las razones de su éxito, como inicio de una carrera

.

© Copyrigth Fernando Conde Torrens el miércoles 7-3-2.012

.

        Estábamos hablando de la educación. Y en la época helenística el centro donde se recibía esta educación era, lógicamente, el Gimnasio. En las ciudades de ascendencia griega el Gimnasio fue lo que en nuestros días son las escuelas de enseñanza elemental obligatoria. Dado que sólo una minoría de jóvenes recibía educación en aquella época, los privilegiados que la recibían formaban una especie de aristocracia informal. Fundaron, como ya hemos dicho, sus Clubs y en todas las ciudades griegas de Asia y Oriente, el Gimnasio era el arquetipo de la vida a la usanza griega.

        Así, no es que a los jóvenes les gustara luchar desnudos en el Gimnasio, lo que les atraía era el futuro prometedor que implicaba su participación en un Gimnasio. Una villa de menor tamaño que lograr construir uno estaba ya en la vía para constituirse en ciudad pasado no mucho tiempo. Una ciudad importante, como por ejemplo, Pérgamo, disponía de tres Gimnasios, uno para muchachos, otro para efebos y otro para los jóvenes que habían superado ya el efebato.

 

El Gimnasio antiguo de Pérgamo, capital de los Atálidas

El Gimnasio en el mundo helenístico 84

(Fuente: Historia de la Humanidad. Grecia helenística. Rebeca Rubio et alia. Arlanza Ediciones, 2.000.)

        El entrenamiento atlético se impartía en todos ellos. Sobre la formación intelectual que se impartía asimismo en los Gimnasio estamos peor informados, pero seguramente no iba más allá de la Gramática, la Poesía, la Música y algo de Retórica. Algunos Gimnasio tenían biblioteca. Quien quisiera una formación más elevada, tal como Filosofía o Ciencias, tenía que buscársela por su cuenta, siendo aceptado como alumno de algún profesor de reconocido prestigio.

        El despacho del gimnasiarca estaba siempre lleno de gente. Era frecuente que el gimnasiarca tuviera que poner dinero, y no poco, de su bolsillo para gastos comunes, premios en festivales y organización de éstos. La vida de los estudiantes de entonces no era demasiado dura. Había  multitud de fiestas locales y, además, estaban los acontecimientos extraordinarios, como que naciera un heredero al trono, que el rey visitara la ciudad o que lo hiciera un personaje egregio. En tales casos, la religiosidad de la época implicaba una procesión solemne de toda la ciudad al Templo más señalado, unas largas ceremonias con ofrendas de animales, una acción de gracias y un ágape posterior.

        En un calendario que nos ha llegado de Cos, había en un mes 8 fiestas locales y 4 días de exámenes. Es decir, de la semana, dos días eran festivos y en uno había exámenes. Los demás, se trabajaba, o sea, se estudiaba. Si visitaba la ciudad un defensor de la ciudad en otra, o un hijo adoptivo, se organizaba otra procesión. De modo que el ritmo de trabajo era un tanto distendido, según baremos actuales. Claro que era a lo que el personal se había acostumbrado y ritmos superiores les resultarían, tal vez, insoportables.

        Las costumbres de los estudiantes no han cambiado mucho en los últimos 23 siglos. En las escuelas primarias, es decir, Gimnasios, excavados en Pérgamo y Priene las paredes de ciertas salas estaban recubiertas del suelo al techo de grafitti con los nombres de los estudiantes que por allí pasaron. Ya hemos dicho que los efebos de tal o cual Gimnasio fundaban su Club, que imitaba los usos y costumbres de los Clubs de sus mayores. Los mayores, que había pasado ya por el efebato, constituían la llamada gerousía, los antiguos, y ya bajo Roma llegaron a constituir un virtual senado municipal. Incluso las jovencitas que había acudido a las escuelas primarias formaban sus Clubs y dictaban sus resoluciones, nombramientos y normativas.

        No olvidemos que la sociedad era la que era, lo que hoy denominamos una sociedad muy jerarquizada, muy racista. Los situados en lo alto hacían todo lo que podían para dejar claro que ellos eran la flor y nata, la creme de la sociedad. Y se oponían con todas sus fuerzas a que cualquier recién llegado, cualquier advenedizo, les igualara. Esta tensión entre los muy bien situados y los muy desgraciados no siempre fue asumida por los segundos y se dieron revoluciones locales. Los primeros no hay cosa que más temieran que la revolución de los segundos, porque, aunque tenían mucho menos, eran muchos más. Hablaremos de ellas.

         Y ya que hemos dado unas imágenes de esculturas clásicas, sépase que había también artistas modernos en aquellos tiempos. Se hizo famosa la escuela de Tanagra, con figuritas de un diseño más informal, mas indefinido, más ornamental. Serían el equivalente a nuestras estatuillas de Lladró, diríamos aquí. Tanagra está en la Beocia, al norte de Atenas y al Este de Platea.

 

Dos muestras de figuras de Tanagra, notables por su moderno diseño

El Gimnasio en el mundo helenístico 84

(Fuente: Historia de la Humanidad. Grecia helenística. Rebeca Rubio et alia. Arlanza Ediciones, 2.000.)

.

Enlace con el próximo día:  La emancipación de la mujer. Mundo helenístico 85.

.

……….  Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

.

El Gimnasio en el mundo helenístico 84  El Gimnasio en el mundo helenístico 84  El Gimnasio en el mundo helenístico 84

El Gimnasio en el mundo helenístico 84  El Gimnasio en el mundo helenístico 84  El Gimnasio en el mundo helenístico 84

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.