......Sin ánimo de convencer a nadie, como una aportación más a las ya hechas en el Foro – que últimamente tiene más visitantes que nunca, debe de ser porque no intervengo – mi versión del frecuente de este tema: El mal.
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......Una de las primeras cosas que hace unos veinte años hice fue escribir un libro sobre este tema. Esperemos que algún día se pueda publicar. Mientras, valga este adelanto. Me parece que la base del mal, la base de su supuesta existencia, consiste tal vez en tres columnas. Si damos por nuestros los tres pilares básicos, seremos de los que perciben, captan y sufren el mal en su vida.
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......El primero de los pilares es la idea de que no estamos aquí para aprender, sino simplemente para vivir. Vivir, claro está, lo mejor posible. La realidad es que estamos aquí para evolucionar, para pulirnos, madurar, asemejarnos a la Plenitud tanto como seamos capaces. La vida a la que hemos venido tiene como único y principal objeto nuestra Evolución. Por tanto, este período de prueba, esta vida, no es tan positiva como la Vida en el Más Allá, que es nuestra verdadera Patria y Hogar. La deformación ignora las premisas anteriores y se convence de que lo único valioso es esta vida y desconoce que en ella haya que aprender a ser más plenos. Las autoridades de todo tipo que se han sucedido en el tiempo han hecho todo lo posible por activar esta creencia, porque ellas tenían la facultad para cortar esta vida, sólo ésta. Y porque cuanto más vulnerables e ignorantes seamos, tanto mejor. Las cosas, pues, están puestas de modo que quien está ignorante de la conveniencia de su aprendizaje, no aprende y sigue ignorante y vulnerable, porque también padece las irrealidades segunda y tercera, que vienen a continuación.
………. Ignorando las bases de la Perfección, Plenitud o Bien y abrazando el pilar de la ignorancia, la pasividad y el mal, uno quedaría tan ignorante a lo largo de su vida como era cuando nació.
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......Lo que sucede es que, si uno se adhiere y hace suyo el primer pilar, lo más normal es que asuma también como propios los otros dos. Ellos son los que le convertirán en diana del mal. El primero lo deja tan inculto y desajustado como era al nacer.
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......El segundo pilar viene a ser que las leyes humanas dicen «No a los actos negativos», pero nada está legislado sobre pensamientos y palabras negativas. Éstos no dañan a nadie y por tanto están permitidos. La Realidad es que la negatividad es nuestro peor enemigo. Cualquier demostración de negatividad que nos permitamos nos aleja temporalmente del objetivo fundamental de la vida, la consecución de la Plenitud, y nos deja insatisfechos, aunque sea difícil decir si estamos insatisfechos porque hemos sido negativos o hemos sido negativos porque ya estábamos insatisfechos, como resultado de nuestros pensamientos no controlados. La primera regla de este método viene a romper esa convicción, «Elimina pensamientos negativos» sería como la antigua prueba del nueve, hoy del algodón. Siempre que la vulneremos marchamos hacia atrás y nos impedimos momentáneamente la Felicidad y la Plenitud.
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......El objetivo de nuestro aprendizaje, evolución o maduración es precisamente ser capaz de no ver ni percibir los sucesos de esta vida como adversos, negativos o malos, sino su aceptación interna sin el menor esfuerzo, porque hemos asimilado que ciertamente no nos afectan, que nos resultan indiferentes. Cuesta años conseguir lo que se define con tan pocas palabras y se logra mediante un determinado (de determinación) esfuerzo, mental primero y vivencial después. Veamos, por último, la tercera columna del mal.
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......Consiste en vivir con la pretensión de que los demás sean perfectos y yo, como soy. Los demás no pueden ser como son, abrazados a las columnas del mal, deben ser todos seres humanos plenos y comportarse conmigo como tales. Si no se comportan así, sino que se comportan de cara a mí de manera imperfecta, eso me afecta y me rebelo contra su actuación. Dejarse afectar por el entorno es totalmente humano, normal y hasta sano como defensa. De ahí se sigue que nuestra vida sea una constante reacción antes los actos de los demás, una jungla en la que resulta obligado defenderse de los depredadores, que, en un momento u otro, son TODOS los que nos rodean, padres, hijos, pareja, familia, todos. La regla segunda, «No te dejes afectar por los comportamientos de los demás» nos recuerda que el tercer pilar ha de ser evitado, pues la asunción que supone es absolutamente irreal y utópica: Los demás no son perfectos, ni pueden comportarse diariamente de cara a nosotros con Perfección.
...... El mal
......Veamos ahora el antídoto para no captar las cosas en su Realidad. Como seres humanos dotados de una mente inteligente, tenemos la posibilidad mental de enfocar nuestra máquina fotográfica existencial donde queramos y no reconocer que estamos abrazados a pilares errados, apuntando hacia otro lado. Y, como explicación amable, liberadora, surge el concepto, ancestral, repetido hasta la saciedad, del mal. Hay quienes achacan el mal a un Dios en el que creen o no creen. Si no creen en ese Dios, pueden achacarlo a la fatalidad, el destino o el azar. Otros lo achacan a los demás. Todo menos reconocer que si sufrimos es por nuestra ignorancia, por nuestra falta de adecuación a la Realidad, por nuestra desconexión con el mundo Real. De modo que, inmersos en la justificación de que es el mal el culpable de nuestro sufrimiento, nos incapacitamos para buscar unos pilares, a los que hemos sustituido por ese mal que nos permite no tener que buscar en nuestro interior. El oportuno mal echa la pelota fuera y nos permite seguir viviendo en nuestra ceguera e ignorancia.
…… El mal
......Una última aclaración para diferenciar entre daño y sufrimiento y entre sufrimiento y mal. Físicamente podemos tener un percance. Hace un mes resbalé un día que había llovido y caí cuan largo soy sobre la acera mojada y dura. Estuve una semana con cierta parte de mi humanidad, que no voy a mentar, dolorida y el primer día me molestó a la hora de dormir. Eso es daño, no sufrimiento. Todos los humanos estamos sujetos al daño corporal. Pero eso no es el sufrimiento de que aquí se habla. El sufrimiento al que me refiero es la materialización del, o reacción personal al, mal que me inflingen los demás a consecuencia de mi falta de adaptación al medio, de mi desconexión con el mundo en que vivo, de mi desprecio de la Realidad. Mi mente me adormece diciendo que el sufrimiento me lo originan los demás con su comportamiento. Todos los que han superado esa etapa de ignorancia, afirman que el sufrimiento me lo causo yo a mí mismo como resultado de mi falta de realismo a la hora de vivir. No es el comportamiento de los demás sino CÓMO ME TOMO YO ESE COMPORTAMIENTO lo que da como consecuencia inmediata lo que llamo sufrimiento. Y si todos coinciden …
...... El mal
......Ninguno de ellos afirma que superar el sufrimiento y el mal sea tarea fácil, todo lo contrario. Pero todos aseguran que al ser humano le es posible, le está permitido, que es una tarea que cae dentro de las facultades humanas ordinarias. Del mismo modo que hay quienes terminan la carrera de Música o se hacen Ingenieros, hay quienes logran superar el imaginario problema del Mal y viven permanentemente libres de él, por encima, con ese problema dominado para siempre. Pero parece que son menos que Músicos o Ingenieros hay en el mundo. Es una lástima …
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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