Despidiéndonos del Monasterio de Piedra y 5
© Copyright Fernando Conde Torrens
Tras las tres cascadas dichas
nos fuimos a ver la cueva.
Allí esperamos en fila
para entrar por la escalera.
Escalera impracticable
si no existiera la cuerda
que te evita en ocasiones
caer y entrar en barrena.
¿La pendiente? Ochenta grados,
por no decir que noventa.
La cueva no es para ancianos
ni niños en su silleta:
O te vales por ti mismo
o te quedas a la puerta.
Dentro de la cueva. (Fuente: Coleccion particular)
P
………………………………..
…Pero una vez que estás dentro
la aventura te compensa.
Poca luz, mucha humedad,
al fondo una senda lleva,
colgada de una pared
que la prudencia exacerba,
líquenes que exudan agua
y flashes que parpadean.
La cavidad es enorme,
un secreto de la tierra.
La salida está horadada
en la dirección opuesta:
Es imposible volver
por la empinada escalera.
Cincuenta metros de altura.
Cincuenta metros, cincuenta
tiene el “Salto del Caballo”.
Desde dentro de la cueva
es la mejor perspectiva
para captar la manera
en que surgió este regalo:
Una impresionante fuerza
tectónica primitiva
jugó sin duda con esta
zona del Bajo Aragón
creando una cordillera,
la Ibérica, y más abajo
la escasa fuerza que resta
hiende la roca formando
una cavidad inmensa
y una falla en el terreno,
que descubre una gran veta
de agua que corrió profunda
sin que nadie percibiera,
mas ahora salta con ímpetu
sobre la verde maleza.
Al extremo del barranco
el líquido prolifera,
aguas de todos los saltos
escapan hacia otras tierras.
Antes que salgan las aguas
y por barrancos se pierdan
se pensó en unos estanques
conectados en cadena
para vivero de peces
que en tales aguas colean:
Centro de Piscicultura
que fuera obra pionera,
no sólo dentro de España
sino de puertas afuera.
Y los peces de este centro
nutren, según se desea,
las corrientes de otros ríos
de cuencas aragonesas.
Los niños echan migajas
del almuerzo o la merienda,
mientras los mayores charlan
debajo de la arboleda.
La Peña del Diablo. (Fuente: Coleccion particular)
.
Hay otras cosas que ver
que quedan a la experiencia
de quien estas líneas lee …
Sólo quiero hacer expresa
descripción de un bello lago
de aguas limpias, que reflejan
los árboles y las rocas
que lo abrazan y rodean.
Es el “Lago del Espejo”
y sobre el mismo campea
una gran mole maciza,
la Peña del Diablo, peña
que a la luz del sol poniente
luce y casi centellea
y hace que el lago refleje
la luz que del Sol le llega.
Puente móvil sobre el lago.
(Fuente: Coleccion particular)
.
Un puente de barcas, móvil,
abre en el lago una senda
y todos por allí pasan
aunque les tiemblen las piernas.
.
Últimamente unas algas
en el lago proliferan
y aunque no pierde el reflejo
el agua aparece espesa.
Tal vez sean los vertidos
de alguna lejana Empresa
que acidulan estas aguas
y es que hoy nada se respeta
y minamos poco a poco
la misma Naturaleza.
.
El agua es un bien precioso
la abundancia representa
y allí donde es abundante
la vida bulle, perfecta.
.
Gracias, amigo Don Carlos,
gracias a cuantos conservan
entre tan áridos páramos
esa bendita parcela.
.
.
……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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