………. Una descripción de lo que aquí llamamos «El Camino» es este poema, «El Sendero». Es autobiográfico.
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© Copyright Fernando Conde Torrens
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A A. B. de A. V.
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La senda que nos refieren
los padres y los abuelos,
la senda del «Cristianismo»,
la senda que ellos siguieron,
no es la senda equivocada
mas no es camino completo.
Es válida en los principios,
cuando el humano es lobezno
y a los otros considera
ovejas del matadero.
Superados dos niveles
y mediado ya el tercero,
sin duda te darás cuenta
de que se acaba el sendero,
de que los «guías» no saben
cómo guiar la viajero
y que el camino que había
se ha borrado por completo.
No da la Felicidad
que buscas con tanto anhelo,
ni te conduce al dominio
de tu potencial interno
que tantos frutos produce.
Cuando al fin comprendas esto
será señal que tu más
habrá superado al menos
del Sumo Conocimiento.
Existen otros sistemas,
existen otros senderos,
existen otros lenguajes,
pero lo que sí asevero
es que habrá en esas mil sendas
temas que mucho me temo
sean siempre, fiel amigo,
de obligado cumplimiento:
Cierto nivel de bondad,
como requisito previo,
no vivir para comer,
sino practicar lo opuesto,
del juego no ser amigo,
ni borracho o mujeriego.
Vivir, pues, en este mundo,
mas con cierto desapego,
dando importancia a valores
que no los compra el dinero.
No tener mil enemigos
ni arisco temperamento,
ser generoso y no avaro,
y ser más sutil que denso,
optimista ante la vida,
confiado y no agorero,
con los demás tolerante,
ni fanático, ni hueco.
Estos valores de base
los potenciará el Sendero.
Y el Sendero ha de incluir
como primer mandamiento
confiar en uno mismo,
y hacer caso al Fondo Interno
más que a tantas tonterías
que aprendimos de pequeños.
Y tendrá por objetivo
dominar el pensamiento
y lograr que nuestra mente
no siga los derroteros
que a ella misma se le ocurren;
para lograr después de eso
silenciar la propia mente
y escuchar la Voz de Trueno,
que es una Voz que no suena,
se siente con todo el cuerpo.
Comunica la Verdad
y el cuerpo es consciente de ello.
Conectar con esa Voz,
eso es el Conocimiento.
Enseñar a conectar,
Meta de todo Sendero.
Decir que existe esa Meta,
eso hizo todo Maestro.
Lo que te cuento por tanto
es la clave del Sendero,
que no está contaminado,
por eso es claro y directo.
En los sótanos charlamos
y verás que no tenemos
ni liturgia, ni Escrituras,
ni tampoco, claro, clero,
porque estas cosas añaden
obstáculos al Sendero.
Y se corre así el peligro
de perder el Norte. Y ello
sería el fin del Camino.
En suma, que el Fondo Interno
es la clave del asunto.
Debe ser el Instrumento
que te permita volar
y sentir en dicho vuelo
que eres uno con el Alma
Primera de Universo.
………… El Sendero

El Sendero. Cuadro de Muñoz Sola.
. El Sendero
. El Sendero
. El Sendero
………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
Es impresionante! Todo lo q he leido en los textos de sabiduría y en el sendero es simplemente impresionante….
Fernando, muchas muchas gracias por compartir estos escritos con todo el mundo q esta interesado en trascender el espiritu.
Es muy buen síntoma por su parte, Juan Alfonso, que lo vea así. Debe ser sin duda un «buscador» avezado, que suelo decir. Siga buscando y «sintonizando». Las poesías de «Textos» son para lograr esas «sintonías». Una al día máximo y muy despacito, «llevándolas» adentro, «sintiendo» lo que se lee. Como hacíamos con las «galenas» antaño, moviendo el dial suavemente. Un abrazo.
Muy interno!!!! me gusta! 😉
Me alegro, Sergio. Están puestos estos versos para que al leerlos despacio, dejando resbalar su contenido en el propio interior, provoquen resonancias y pase algo. Se puede intentarlo de nuevo, pasado un largo tiempo, si a la primera no pasó nada. Son artículos con truco, con sorpresa, si bien ésta no está garantizada.
Un abrazo.
Leyendo esto me doy cuenta de que algo no va bien conmigo y sin duda debe ser que desde hace tiempo me salí de alguna forma del sendero. Un buen dia «algo pasó» y me descolocó completamente. La experiencia me mostró que en la vida hay cosas mucho más extrañas e inexplicables que la vulgar religión, aunque como me asusté mucho me agarré de ella como si en ello me fuera la vida…me imaginé muchas cosas a cada cual peor, pero de alguna manera salí hacia adelante y todo aquello quedó atrás, aunque no terminado. Sin embargo como las cabras que tiran para el monte, nunca he dejado de buscar explicaciones y ahora escribiendo me viene a la mente la idea de que quizás ese ha sido mi fallo, busco y busco pero no me comprometo, no me esfuerzo, algo de mí se niega a cambiar, algo de mí es más terco que una mula…¿El ego? No sé lo que será pero se resiste a tener disciplina, lucha como un condenado y puede ser eso lo que me mantiene atascada como una borrica que no quiere andar.
Me entristece mucho, te diré que iba a leer cada uno de los articulos por orden pero este parecia que ha tirado de mí. Me tranquiliza saber, porque lo dijiste en otro de mis comentarios que lo aprendido no se pierde. O eso espero porque no me veo capaz de seguir, no acabo de intentar dar un paso cuando la vida se me complica de mala manera y entonces entro en la fase de rebeldia, es inevitable.
De todas formas seguiré leyendo, algo más aprenderé porque la buena noticia es que entiendo bastante bién tus lecturas. La mala …que igual no me va a servir de nada.
Saludos.
Hola Carmen. Hablemos de las fases que se dan en lo que llamo «búsqueda inconsciente». Es tal la búsqueda cuando se ha dado un sinsabor, un vacío, un notar la falta de algo serio que dé sentido a la vida de uno. Las ideas que siempre nos guiaron ya no son suficientes, se echa en falta algo, pero no se sabe que és. En tales circunstancias lo que se hace es buscar. Por eso es el primer escalón de la «búsqueda». Pero uno no sabe qué busca. Y mira en múltilplies fuentes, acude a muchos sitios, se sienta en múltiples charlas, se lee mucho, a ver si lo que le diga alguien llena ese hueco. Esta etapa de búsqueda puede durar años. Tal vez dos o tres, o incluso más.
Y un buen día se descubre algo que llama la atención, algo que sobresale por encima de todo lo que ha oído anteriormente. Y decide aplicar el oído con más cuidado, de manera más singular, para ver si le convence o no. Mientra se aplica el oído al nuevo tema, se deja de acudir a más charlas. Es prioritario decidir si lo nuevo es lo que uno buscaba o no lo es. Enterado con la suficiente amplitud del posible camino, llega un momento en que uno se desanima, y da media vuelta, o llega el momento en que uno «pone el corazón» es ese camino recientemente descubierto. Ese «poner el carazón en un camino» es fundamental, imprescindible. Mientras no se dé esa moción, esa convicción, esa decisión, no se avanza, no se puede avanzar. Uno está quieto, simplemente mirando.
El acto de «poner el corazón en un camino» es el umbral de la «búsqueda consciente». Es el punto en el que la «búsqueda inconsciente» se convierte en «búsqueda consciente». Porque a partir de entonces esa perosna en búsqueda ya sabe lo que debe hacer y lo hace. Lo va haciendo poco a poco, como tiene que ser. Porque ese acto de decisión no ha cambiado su interior, que sigue siendo como era, con todas sus Asignaturas pendientes.
Te toca situarte. De todas formas tu «entiendo bastante bién tus lecturas» es un buen síntoma, que estás en la onda de la mejora personal. Será en éste o en otro camino, pero se ve venir que será. Un fuerte abrazo.
Gracias Fernando, leerte me da ánimos.
Debe ser el Instrumento
que te permita volar
y sentir en dicho vuelo
que eres uno con el Alma
Primera de Universo.
………… El Sendero
Sé que he nacido para Amar pero que » duro » es el Sendero.
Acabo de asimilar que nada de » duro » tiene el Sendero .
Mi semilla divina se inclina ante tú semilla divina.
Gracias
Te felicito entonces, Isabel. En efecto, no es duro. Otra cosa tal vez esté un poco dura, o estaba. Pero caminar por el Sendero es grato; la Plenitud no se deja ganar en generosidad. Tiempo al tiempo, no obstante, siempre. Vamos a la velocidad que podemos, y llegamos hasta donde nos permite llegar nuestro motor interior. Como lo interior es lo más perfecto que tenemos, todo está en orden …
Un abrazo.