Escuela virtual de Sabiduría de Pamplona.

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Elías Garralda Enero 2009 c

Elías Garralda Enero 2009 c

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© Copyright Fernando Conde Torrens, el Lunes 11-4-2.011  

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        Hoy tenemos dos ríos. Ente los diez cuadros que figuran en el Catálogo, cuatro son ríos. Ya hemos dicho que hay muchos en Navarra, pero creo que la razón es otra: Lo agradecida que es el agua.

        Defiendo, por propia experiencia, que el agua de mar es difícil de pintar. Tal vez la razón es que el agua de mar no contiene reflejos, que todo es agua,. y hay que pintar cada ola, ola de agua. Y eso es muy difícil. En cambio hay otra aguas, las aguas de los ríos, la de los lagos, circunstancia en que el agua pasa a convertirse en un espejo, de color verde-azulado. Y es esa cualidad de espejo la que vuelve el agua agradecida y – me parece – más fácil de pintar. Hasta para un aficionado, como soy yo.

        Veremos, en los cuadros de hoy, que el agua se pinta pintando lo que hay sobre ella , pero cabeza abajo. Y más oscuro. Eso hace que resulte cómodo pintar rincones con trozos de agua remansada. Claro que hay cuadros y cuadros de ríos. Los de Garralda tienen mucho más que el simple espejo verde oscuro. En el cuadro que sigue vemos esa cualidad del Pintor de crear, de alterar los colores para que todo entone, sea agradable a la vista. Garralda tiene al facultad e volver romántico cualquier paisaje en el que se fija su mirada. Tal vez – imagino – sea que él ve la Naturaleza a través de unos ojos diferentes, en que no ve lo que es , sino lo que podría ser, convenientemente tratada, interpretada. la piedra, que es realmente gris, pero que Garralda vuelve rojiza.

        Y, como siempre, la complejidad de la pintura, la cantidad de colores nuevos que se incorporan al cuadro. Eso implica una continua elaboración de colores en la paleta … Guardando siempre una entonación. En el cuadro presente, en tonos rojizos, color que lo impregna casi todo, hasta los troncos de los árboles lejanos. 

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Elías Garralda. Río Baztán. Óleo sobre lienzo, 50 x 61 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

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        Puestos a confesar mis debilidades, los cuadros en los que Elías Garralda pinta casas, me gustan menos. La razón no tiene nada que ver con este Pintor ni con el tema. espero que el Lector no me acompañe en este prejuicio. Pero hace muchos años, estando de vacaciones en una villa del Mediterráneo, un Pintor callejero exponía, sobre la acera, una docena de cuadros de casas y calles desvencijadas, viejas, en tonos blancos y azules. Los precios eran sumamente baratos, los hacían serie … Y esa imagen me ha quedado grabada. Y no valoro los cuadros de simples casas, los haga quien los haga. Desde luego que aquellos cuadros callejeros no tienen nada que ver con el que viene a continuación … Así y todo, prefiero los montes y los ríos, las arboledas y los caseríos aislados de Garralda.

        Nótese cómo se consigue la sensación de pavimento mojado, gracias al reflejo en gran parte. Y es que, cuando llueve, o ha llovido, el suelo también se convierte en espejo. Y eso lo vuelve agradecido.

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Elías Garralda. Txokoto de Elizando. Óleo sobre lienzo, 38 x 46 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

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       El mismo cuadro, en tamaño reducido. Como puede apreciarse, se ven otras cosas. Ni mejor, ni peor: Distinto.

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Elías Garralda. Txokoto de Elizando. Óleo sobre lienzo, 38 x 46 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Año 2.009.)

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        Dejamos los ríos y nos vamos al bosque. Pero un bosque también mojado. Mantengo que tenemos que pagar un tributo por tener el paisaje verde desde la  Primavera al inicio del Otoño. Y el precio es la lluvia, que se pase medio año lloviendo. Renunciamos a los cálidos días de Noviembre y a bañarnos en pleno mes de Marzo. A cambio, un paisaje verde, agradable, durante muchos meses al año … Un paisaje al que Elías Garralda le saca el jugo.

        Otra cosa que, mantengo, es difícil, es pintarle a un árbol las hojas. Tiene demasiadas. Es más fácil pintarlo de lejos, cunado las hojas forman un todo unido. Ir hoja por hoja es diabólicamente difícil. Pero Garralda sale muy bien del atolladero. Diría que para él no hay nada difícil.

        La hojarasca del primer término destaca por la despreocupación con que ha sido pintada. es como si el Pintor tuviera prisa por terminar, porque amenazaba lluvia o por lo que sea. Sabido es que los cuadros se pintan en general de lejos a cerca. Así la pintura se superpone, lo cercano a lo lejano, tal y como hacen los objetos. Perfil claro que separa las dos ramas del árbol más cercano …

        Y otra característica que procuraba hacer mía cuando pintaba, que Garralda mezcla los colores en el lienzo, no en la paleta. Fíjese el Lector en esos trazos con tonalidades diferentes paralelas. Eso es porque la pintura, o materia, no estaba uniformada en un solo color en la paleta, y se ha ido mezclando conforme el pincel la extendía sobre la tela. Es un mérito. Hay que pintar con pincel de pelo duro, de cerda, no de pelo de marta, pera que los pelos hirsutos del pincel dejen su huella en la tela, detalle que se aprecia en multitud de pinceladas. Son esos trazos paralelos en ellas, lo que aumenta la riqueza cromática. Empezaron a hacerlo los Impresionistas.

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Elías Garralda. Charca en el robledar. Óleo sobre lienzo, 50 x 61 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

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        El mismo cuadro, en tono menor.

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Elías Garralda. Charca en el robledar. Óleo sobre lienzo, 50 x 61 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

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        Y para finalizar con los cuadros, el cuarto río. El Bidasoa a su paso por Sumbilla, no lejos de su desembocadura. Como se aprecia, no se pinta el agua, se pintan los reflejos que hace la misma. Y primero se pita el río y acto seguido se pintan las ramas del arbolillo que está en primer plano. Pero no se espera a que la pintura del río esté seca, sino que se pinta sobre húmedo, que se dice. Es más difícil, pero el efecto es superior. Parece que ambos objetos, agua y ramas, se superponen. Para eso hay que pintar graso (ramas) sobre magro (agua del río), pintura más oleosa sobre pintura más diluida en trementina.

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Elías Garralda. El Bidasoa en Sumbilla. Óleo sobre lienzo, 50 x 61 cm.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

 

        No le vamos a cobrar el lector las clases de Pintura que aquí se dan, aunque deberíamos.

        En unos artículos dedicados hace años a este mismo Pintor, reprodujimos un retrato suyo. Hoy lo haremos con este bonito y fiel dibujo, también en el Catálogo conseguido.

        Con él nos despedimos de un magnífico Pintor, Elías Garralda, poco (nada) aficionado a los Certámenes y Concursos, pero que ha sabido hacerse valer por su fecundidad, su iniciativa y su peculiar manera de entender, amar e interpretar al Naturaleza a través de sus pinceles.

        Gracias, Maestro Garralda, y hasta siempre.

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Elías Garralda. Dibujo de Francesc Soler.

Elías Garralda Enero 2009 c

(Fuente: Catálogo de la Exposición. Enero 2.009.)

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……….  Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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