«Filipo II de Macedonia 5» pone fin al relato de la vida de este hombre ambicioso, inteligente y despiadado, como debía serlo todo el que optara a generar un Imperio.
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el 1-2-2.010
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……….Hemos visto a Filipo enfrentarse a múltiples ejércitos y vencerles siempre. Sólo ante los muros de Bizancio no pudo alcanzar la victoria. Digamos que mientras Filipo sitiaba inútilmente, pero durante varios meses, Bizancio, Alejandro gobernaba Macedonia. Varias tribus fronterizas creyeron ver la ocasión, con Filipo lejos, de recuperar la libertad de acción y saquear las regiones macedónicas próximas. Comprobaron que el hijo tenía la misma energía y la misma capacidad que el padre y sus correrías fueron severamente reprimidas por un Alejandro con 16 años.
……….Filipo era un hombre inteligente. Durante el período en que fue rehén de Tebas, aprendió las tácticas tebanas, que eran, recordémoslo, las más avanzadas de su época. Pero también supo de otros generales griegos y así, cuando volvió a hacerse cargo de las riendas de Macedonia, aplicó éstas y otros mejoras que introdujo. En esencia diversificó su ejército uniendo en él la fuerza de varias armas.
……….Dueño de la Tesalia, fomentó la caballería como un arma eficaz que complementaba a la infantería. Nunca dispuso de grandes contingentes de jinetes, cuyo número era muy inferior a los que formaban en las falanges, pero hizo de ella un arma eficaz, que atacaba en los puntos débiles de la infantería y que resultaba arrolladora si acertaba con el cuándo y el dónde atacar. Lo hemos visto en la batalla de Queronea.
……….Adoptó la falange tebana, alargó incluso la longitud de las lanzas de los hoplitas que la formaban. Hizo que las filas traseras apoyaran sus lanzas en los hombros de sus compañeros delanteros, de modo que la falange parecía un erizo blindado, inexpugnable incluso para la caballería enemiga. Eso dotaba a su falange de una absoluta libertad de movimiento y podía dirigirla hacia donde quisiera. Con esta autonomía, su hijo Alejandro iba a ganar varias batallas a los persas.
……….Filipo captó que la falange tebana era inexpugnable, pero resultaba un conjunto pesado, por su gran profundidad. Era buena par atacar, pero sólo en una dirección, de frente. La aligeró y entrenó a las filas traseras para que en un momento dado, supieran dar la vuelta y formar otra falange, de escasa profundidad, que pudiera hacer frente al enemigo que les atacara por la espalda.
……….Para proteger los flancos de la falange, copió a Ifícrates de Corinto y dio importancia a la infantería ligera, a los peltastas, que, apenas protegidos – lo que les daba gran movilidad – y armados con jabalinas y hondas, protegían los flancos de las falanges.
……….A todas estas mejoras añadía su capacidad de observación y su inteligencia para adelantarse a lo que pudiera pensar el enemigo. Era un buen líder militar y enseñó todas estas artimañas a su hijo Alejandro. Con todas estas armas, Filipo realizó todas sus conquistas. Y si en algo estaba deficitario, lo fue en el sitio de ciudades, donde el combate no era cuerpo a cuerpo ni mediante encuentros de falanges. La poliorcética (de polis + orzai = atacar una ciudad), que Dionisio había desarrollado en Sicilia pocos años antes, todavía no era dominada en la Grecia continental. Pero lo sería a no tardar, como veremos con un sucesor de Alejandro, que tendrá de mote Poliorcetes, sitiador de ciudades.
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La Hélade y Macedonia
(Fuente: Los viajes de Pausanias. París, 1.836.)
……….Sólo Esparta se resistió al empuje de Filipo. Y tras el congreso de Corinto, Filipo inició los preparativos para conquistar el Peloponeso. Pero Filipo era consciente de sus limitaciones. Estaba preparando un gran ejército para desembarcar en Asia Menor. La Hélade se le quedaba pequeña y sus ambiciones de conquista se dirigían ahora hacia el inmenso Imperio persa. Con tal plan en perspectiva, la conquista del Peloponeso para someter a la minúscula Esparta le resultaba un inconveniente, un retraso. Por ello, dirigió una embajada a Esparta, buscando el sometimiento o la colaboración de los tozudos espartanos. El mensaje decía: «Si entro en Laconia, destruiré Esparta.» Los espartanos le respondieron con su proverbial laconismo: «Si …«. Quizás suponían que Filipo no podía perder el tiempo con ellos con el plan proclamado en Corinto de invadir Persia y eso se sumó a su natural orgullo. El hecho es que Filipo nunca invadió Laconia.
……….Filipo era todo menos una persona modesta. Una idea de lo pagado que estaba de sí mismo es que, cuando se hizo con el control de Delfos, construyó en el recinto sagrado una edificio nuevo, diseñado por él mismo, y en su interior colocó estatuas de oro y marfil – criselefantinas – de sí mismo y de su familia. Estos materiales se reservaban para hacer las estatuas de los dioses, pero Filipo no se cortó por ello. Él los valía.
……….Así que Filipo, además de ser un gran estratego, era, como todo tirano, hombre nulamente acostumbrado a que le llevaran la contraria. Su mujer, Olimpia, era princesa del Épiro, hermana del rey de esa región, que era su hermano. Y como perteneciente a la casta real, era también orgullosa. La Historia, escrita por hombres de entonces, dice de ella que tenía un carácter difícil. Tengo para mí que no era una esposa sumisa y que le cantaba las cuarenta a su augusto esposo, dado que ella también era augusta y procedente de un reino con más solera que la Macedonia que heredó su marido. De ahí que, cuando Filipo fue el todopoderoso monarca de la Hélade, el año 337, se hartó de la insolencia doméstica y repudió a Olimpia. Ésta, despechada, se volvió a la corte de su hermano, el rey del Épiro. Para entonces, Filipo ya tenía sustituta en la joven y agraciada sobrina de uno de sus generales.
……….Nada más romper con Olimpia, Filipo se casó con la sobrina. Ya hemos visto que Filipo no era partidario de perder ni un minuto. Y a los pocos meses, la sobrina estaba procreando un segundo hijo varón de Filipo. Olimpia, desde su destierro, no perdió ocasión para tramar la perdición de su ex-marido. Filipo quiso contrarrestar los efectos que una lengua viperina, como la que sabía que tenía su ex.-mujer, causaría en el rey del Épiro. Y para ello le propuso fomentar la unión entre ambos reinos ofreciéndole a su hija, Cleopatra, que se casaría con su tío, el rey epirota. Éste aceptó, aunque, a juzgar por lo que sucedió tras la boda, tal vez formaba también parte del plan.
Busto de marfil hallado en una tumba en Vergina, posiblemente retrato de Filipo II
(Fuente: El mundo de los antiguos griegos. J. Camp y E. Fisher. Editorial Blume, 2.004.)
……….El hecho es que los preparativos si hicieron por todo lo alto en Pella. Filipo no cabía en sí de gozo, sus problemas parecían solucionarse. Asia le esperaba. Su joven mujer era un encanto. Un nuevo retoño le sonreía.
……….Casó a su hija Cleopatra con su cuñado, el tío de la criatura. Pero cuando se dirigía en una procesión al templo, poco después de la boda, fue apuñalado por la espalda por un desconocido. Se dice que Alejandro no era ajeno al complot.
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……….Fernando Conde Torrens es autor de “Año 303. Inventan el Cristianismo”, “Simón, opera magna”, “El Grupo de Jerusalén”, “La Salud” y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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