Indicios de mártires anteriores a Nicea 2 de la más importante necrópolis

…….… En «Indicios de mártires anteriores a Nicea 2 Milan» nos centramos en la labor de Ambrosio, obispo de Milán en tiempos de Teodosio.

© Copyright Fernando Conde Torrens, el 28-7-2.006

……….Esta vez la acción se traslada a Milán. No hace mucho tiempo tuve ocasión de visitar en Milán la iglesia más antigua de la ciudad, la basílica de S. Ambrosio, construida por el santo del mismo nombre, contemporáneo de Teodosio, allá por el año 386.

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Basílica de San Ambrosio en Milán

La basílica de San Ambrosio en MiIán

(Fuente: Colección propia.)

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……….San Ambrosio fue obispo de Milán (340?-397) desde el año 374. Hombre de leyes por tradición familiar, designado gobernador de la provincia cuya sede era Milán, la capital del Imperio en aquella época. Accede al grado de obispo por aclamación popular tras el fallecimiento del anterior obispo, de tendencias arrianas, según el libro que sigo en parte.

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Indicios de mártires anteriores a Nicea 2

(Edita: Silvana Editoriale, 2.003)

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……….El hecho fue que, visitando la basílica fundada por Ambrosio en el 386, un grupo de turistas escuchaba a una guía italiana que les contaba la historia de la basílica. En tales circunstancias siempre es conveniente arrimarse a un árbol más sabio que la nada y eso hice. Me uní al grupo de manera un tanto subrepticia.

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Patio ante la Basílica

El grupo de visitantes en el que nos incrustamos

(Fuente: Colección propia)

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……….En la cripta, bajo el altar, estaban los esqueletos del célebre obispo y de dos mártires protocristianos, anteriores a Ambrosio. La explicación que daba la guía era muy típica.

……….«San Ambrosio, ya obispo, quería construir una basílica en Milán y necesitaba reliquias de santos. Estaba muy preocupado porque no había santos oriundos de Milán. Y en éstas, una noche tuvo un sueño, en el que se le dijo que sí que los había y que estaban enterrados en tal lugar. Al día siguiente fue el santo con personal ayudante y, en efecto, en el lugar descrito por el sueño encontraron los restos de los dos mártires, Gervasio y Protasio. Y con ellos pudo fundar la basílica que quería fundar, en la que dispuso ser enterrado, cosa que así se hizo, a su muerte.«

……….Hasta aquí el relato de la guía. He ido a mi libro de Historia de la Iglesia, que es la versión oficial de lo sucedido por parte de la Organización y me encuentro con la descripción del hallazgo hecha así:

……….«Otro fenómeno característico (de finales del siglo IV) es el de la invención o descubrimiento de reliquias hasta entonces olvidadas o desconocidas; descubrimiento casi siempre provocado o garantizado por alguna intervención considerada milagrosa, sueño o visión: así el de las reliquias delos santos Gervasio y Protasio por san Ambrosio, en Milán (386), en lo más enconado de su lucha contra la emperatriz arriana Justina, solemnemente trasladadas por él bajo el altar de una basílica suburbana.» (Nueva Historia de la Iglesia. Vida cristiana a finales del siglo IV. Ediciones Cristiandad, 1.982.)

……….De las varias iglesias que Ambrosio fundara, dispuso que su cuerpo fuera enterrado en la que yo estaba visitando, la única que se ha conservado de las fundadas por el santo patrón de Milán. La razón de esta predilección la da el libro que allí me compré. Leamos.

……….«La predilección de Ambrosio era debida a la presencia en esta zona suburbana, al sudoeste de la ciudad, fuera de la Puerta Vercellina, de la más importante necrópolis de la ciudad, en la cual habían encontrado sepultura los restos de algunos mártires (en época preambrosiana Naborio y Felicidad, Gervasio y Protasio, Victorio. Habían sido sacados de ella por Ambrosio en el año 394 los restos de los santos Vital y Agrícola, por lo que la necrópolis era conocida como cementerio de los Mártires.) La memoria de los primeros cristianos de Mediolanum (Milán) …. y no había trazas de ninguna lápida (cellae) en memoria o de alguna pequeña basílica (basiliculae), que se hubiera erguido sobre el lugar de sepultura de mártires o sobre el edifico sepulcral de importantes familias que hubieran abrazado la fe cristiana.» (Obra citada, página 30. El remarcado en negrita es mío.)

……….En el libro La Basílica de San Ambrosio de Milán, editado en 2.003, no se dice claramente que san Ambrosio tuvo la visión en sueños y le fue revelado el lugar donde yacían los restos de mártires milaneses que él buscaba. Lo dice, pero de manera nebulosa:

……….«Quedaba de hecho el recuerdo de que delante de la tumba (de otros mártires ya descubiertos) yacían aún bajo el pavimento, sin que no obstante ninguna inscripción recordara la sepultura, los restos de los mártires Gervasio y Protasio. Los cuerpos enteros fueron extraídos y, después de una noche de vela en la Basílica Fausta (… hoy destruida) fueron solemnemente enterrados bajo el altar de la basílica ambrosiana …» (Obra citada, página 30.)

……….Quiero aclarar al lector que lo precise, que la comunicación entre humanos y dioses, o entre los vivos y los muertos, se daba, en la literatura antigua, durante los sueños. A esta comunicación hay dedicado un capítulo en el libro El Grupo de Jerusalén. Era la moda.

……….Hay ejemplos abundantísimos de esta comunicación entre Dios y ciertos humanos seleccionados. Sin ir más lejos, tome el lector el Evangelio de San Mateo y en 1,20 tiene el primer ángel del Señor que advierte a José que no debe sospechar del embarazo de su esposa. En el capítulo 2,12 los Magos son advertidos en sueños de no volver a Herodes. En 2,13 otro, o el mismo ángel, no queda claro, se aparece de nuevo a José para decirle que se largue a Egipto. En 2,19 nueva aparición en sueños de ángel del Señor a José.

……….No sólo a José se la aparecía gente en sueños, a San Pablo le sucedía lo mismo, como dice Hechos 16,9. A San Pablo se le aparece en sueños un varón macedonio, que le indica la ruta a seguir. Hasta a un colectivo, como el de los pastores de Belén, se les aparece no uno, sino docenas de ángeles, esta vez cantando.

……….Esto, en textos sagrados. En libros profanos sucedía lo propio. Cuenta Flavio Josefo en Antigüedades Judaicas, libro larguísimo, que a la viuda de uno de los hijos de Herodes el Grande, que se había casado con el tío del difunto, que era rey, se le aparece en sueños su ex y le advierte que por, ser promiscua, sus días están contados. Y así fue, porque a los tres días se murió, sin que mediara enfermedad. Estos detalles deslumbraban al lector antiguo y le encogían el corazón.

……….Apuleyo de Madaura (125-180), por su parte, relata en su libro «El asno de oro» que al protagonista, de nombre Lucio, convertido en asno por un conjuro equivocado, se le acaba apareciendo en sueños la diosa Isis, cuando aún está en forma de asno. No tiene nada de particular que, recuperada ya su forma humana, se le aparezca la misma diosa unas cuantas veces más.

……….De modo que, en la Antigüedad, todo escritor daba por hecho que los dioses, siempre que querían, y los espíritus de los muertos, no se sabe exactamente cuándo, pero también, se aparecían en sueños y comunicaban lo que tenían que comunicar. No tiene, pues, nada de particular que a San Ambrosio, que estaba en un santo apuro, se le apareciera un ente sutil y le resolviera el problema pío de encontrar una reliquia a mano.

……….Como se ve, les he perdido el respeto a los relatos antiguos que usan técnicas literarias imaginativas para tratar temas que debieran ser serios. Porque, vete a probar que no hubo tal aparición … Y vete a probar que no hubo otra cosa que voy a relatar a continuación en la vida de San Ambrosio. No sólo tenía Ambrosio comunicaciones con el Más Allá, sino que cuenta la tradición que viajó por el espacio y de manera instantánea.

……….En efecto. Otro obispo de su tiempo, Martín de Torus, moría en Tours en el año 397, poco antes que el propio Ambrosio, que también lo haría ese año. Con ocasión de la muerte de Martín de Tours, Francia (o Galia de entonces), parece que consta que Ambrosio fue transportado para estar en los funerales del obispo y futuro santo de Tours.

……….«… San Ambrosio, mientras celebraba la Misa en Milán, fue presa de un sueño y fue transportado en espíritu a Tours, donde participó en los funerales de San Martín.» (Folleto Basílica de S. Ambrosio. Milano, pág. 3.)

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Pequeño folleto que se vende en la Basílica