La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53
.
© Copyright Fernando Conde Torrens, el 31-3-2.006
.
.
.
.………No debemos distraernos de nuestro objetivo, al batalla naval que se avecina. Pasado el peligro persa, es decir, después de la batalla de Salamina y de la de Platea, se encargó el diseño de la ciudad de Pireo al mismo Arquitecto que diseñó Priene y Mileto, que ya vimos, a Hipódamo de Mileto, quien tenía por norma diseñar las ciudades con una geometría perfecta. Dicen las crónicas que diseñó Pireo para tener 10.000 habitantes y que tal cifra parecía astronómica para la época. Veamos la ciudad de Pireo el año 460 y hoy.
……….A la izquierda, el Pireo de Hipódamo, con el puerto de Cántaro al fondo, el de mayor cabida, que quedó reservado como puerto comercial, donde descargar las provisiones de cereal que venían del Mar Negro (el Helesponto griego). Más hacia el lector, el puerto de Cea, y en primer plano, el de Munikia . El puerto de Cea era capaz para 196 naves de guerra. En el de Munikia cabían sólo 82. En tiempos posteriores, en que la flota ateniense superaba esta capacidad, con nada menos que 372 naves de guerra, los demás barcos se acogían en el puerto de Cántaro, al fondo, en una dársena de barcos de guerra habilitada dentro del puerto comercial, que se aprecia a la parte derecha del puerto comercial, y es mucho más modesta. Se construyeron bocanas en los tres puertos, de modo que por la noche se cerraban con cadenas.
……….
La zona del Pireo hoy y hace 2.500 años
(Fuente: La ciudad antigua. La vida en la Atenas y Roma clásicas. P.Conolly, H.Dodge. Acento Editorial, 1.998)
……….
……….Como se ve, se mantiene el trazado de Hipódamo casi al completo. El perfil de la costa no ha sufrido alteración, al no haber ríos cercanos con caudal suficiente como para depositar aluviones capaces de alterar el perfil costero. Claro que las previsiones de 10.000 habitantes, suficiente en la Antigüedad, se han visto superadas con creces, pero eso era de esperar.
……….Excavaciones recientes han puesto al descubierto restos de las instalaciones del puerto de Cea. Se trata de varaderos al mismo nivel del agua, de donde los barcos eran arrastrados al mar. No han quedado los cimientos completos, de modo que no se sabe con seguridad la longitud de los mismos, pero una longitud de 40 metros es la cifra que barajan los expertos.
……….
Los cobertizos de las naves
(Fuente: La ciudad antigua. La vida en la Atenas y Roma clásicas. P.Conolly, H.Dodge. Acento Editorial, 1.998)
……….
……….Mucho más tarde, hacia 350 AEC., se construyó un enorme almacén o Arsenal central, donde se guardaban los mástiles, velas, cordajes y remos de las naves que permanecían en el puerto de Cántaro. No quedan restos del mismo, pero una descripción hallada ha permitido recrear lo que habría sido el Arsenal ateniense más moderno y colosal.
……….
El arsenal de Atenas. Obra de Filón en el Pireo, hacia 350 AEC.
(Fuente: Greece. From Mycenae to the Parthenon. H.Stierling. Taschen, 1.997)
……….
……….Pues bien, con todos los preparativos hechos, con los persas encima del Peloponeso, con Atenas tomada por el enemigo el 19 de Septiembre, y su población evacuada a dos islas más al sur, los helenos se enfrentan a una situación comprometida. Han tenido lugar las dos batallas señaladas en marrón en el mapa que viene, las Termópilas y la pequeñas escaramuzas en el cabo Artemisio, con resultado naval de tablas. En las Termópilas, lo sabemos, se impusieron finalmente los persas. Recuerde el lector que en la Antigüedad la guerra y los viajes debían evitarse en invierno. Estamos a finales de Septiembre, de modo que Jerjes parece que comienza a impacientarse. Él desea retornar victorioso antes del invierno, entre otras cosas porque es malo dejar el Imperio sin mando durante todo un año.
……….Jerjes está optimista sobre la marcha de la conquista de Grecia; el enemigo se ha demostrado incapaz de frenar su imparable marcha. Sólo falta librar la última batalla y toda Grecia será suya. Jerjes está intranquilo, porque los griegos conservan íntegra su flota. En tierra sabe que no son enemigos en una batalla librada con todo su ejército, pero necesita liquidar la flota helena. Con ella podrían atacar los suministros de su ejército, que ha de hacerse por mar desde Asia Menor. El dominio del Mar Egeo es fundamental y ambos contendientes lo saben. Todo se solucionaría si los helenos aceptaran una batalla a mar abierto. Allí, la superioridad numérica de los persas haría el resto. Pero los helenos se empeñan en esconderse en pequeños estrechos, donde la aún enorme flota persa tiene escasa maniobrabilidad.
……….Los atenienses quieren atraer a los persas a una batalla naval a librar en una franja de mar estrecha, como la del Golfo Sarónico, al sur de Atenas. Los espartanos y demás habitantes del Peloponeso, que no son marinos por naturaleza, confían en detener a los persas mediante una batalla terrestre a librar en la parte más estrecha del istmo de Corinto. Y allí comienzan a levantar sus fortificaciones. De nuevo, la disparidad de criterios. El mapa que sigue plantea la situación y el escenario general. Los persas han conquistado toda la Hélade salvo la península inferior, el Peloponeso, a la que se accede a través de un estrecho pasillo, el istmo.
……….
Mapa de la segunda guerras médica. En rojo, victorias persas. En azul, victorias griegas
(Fuente: ARQUEO, nº 15. RBA Revistas. Barcelona, 2.004)
……….
……….Para captar la astucia ateniense, es necesario contemplar el escenario más en detalle. He rebuscado entre mis Atlas y, paradójicamente, un mapa de carreteras contiene el mapa más amplio de la zona de la batalla de Salamina. Es moderno, pero es detallado, helo aquí. En él se percibe lo angosto del lugar en el que se esconde la flota ateniense y del resto de ciudades helenas. El Golfo Sarónico es todo el golfo situado entre la Argólida y el Ática. En la parte más al Norte está la isla de Salamina, en el mapa, Salamis. Más al sur, la isla de Egina, donde fue parte de la población evacuada de Atenas. Entre la isla de Salamina y la Grecia central está el golfo de Eleusis. Pero incluso este golfo es demasiado amplio para la estrategia ateniense. Ellos se refugian en esas pequeñas escotaduras al este de la isla de Salamina, encima de donde en el mapa pone «Ambelakia«. Nótese que la entrada a la zona de refugio de la flota ateniense está dominada por una pequeña isla. Ese estrecho canal, con dos escotaduras, va a ser el escenario de la batalla de Salamina.
……….Diría que el tiempo estaba a favor de los helenos y en contra de los persas. Y que ése fue el factor decisivo a la hora de comprender por qué Jerjes ordenó a sus naves entrar en semejante ratonera. Vamos a ver que él se hizo construir un observatorio en tierra, exactamente donde está ese círculo donde se lee Perama. De modo que veía perfectamente la posición de las naves griegas y el escenario de la batalla. Jerjes quería destruir la flota helena y eliminar el peligro para los suministros a su ejército y quería hacerlo antes de volver a su tierra a pasar allí el invierno. Cuenta la Historia que se le desaconsejó «meterse en la boca del lobo», pero era el Gran Rey y no hizo caso. Lo pagó.
……….
Mapa actual de carreteras de la zona del Istmo de Corinto
.
……….En estas circunstancias tan especiales, con el persa ocupando tres cuartas partes de su tierra, los helenos tomaron las decisiones adecuadas y actuaron con astucia. Las fuerzas terrestres se dedicaron a fortificar el estrecho istmo, único lugar donde confiaban poder detener al ejército persa. La flota hizo lo posible por atraer a la flota persa a aguas favorables para ellos. Si nos fijamos bien, es la misma táctica que la seguida en cabo Artemisio y las Termópilas, plantar cara en un lugar estrecho, donde el número no fuera el factor decisivo. En cabo Artemisio dio resultado y ambas flotas contemporizaron varios días, una al lado de la otra. Pero Jerjes no cayó en la trampa. Ahora iba a ser distinto. Posiblemente, el Gran Rey tenía prisa y quería terminar de una vez.
……….Para acabar de decidirle, el estratego ateniense, Temístocles, mandó un criado con un mensaje falso a «desertar» junto a los persas: «Los helenos van a huir y a salvar la flota.» Simultáneamente, un grupo de naves corintias, a indicación de Temístocles, abandonaron las aguas del estrecho y pusieron rumbo al oeste, como para escapar. Esto terminó de decidir a Jerjes, quien ordenó a su flota entrar en la madriguera de los helenos y desalojarlos. «Si los helenos podían navegar en el estrecho, mis naves también«, pensaría quizás el poderoso monarca.
……….Previamente a la batalla, los persas desembarcaron las mejores tropas en la isla que cierra el estrecho, Psitalea. Allá, darían buena cuenta de los griegos que, a nado, sobrevivieran a la batalla que se avecinaba. A Jerjes le quedaban aún 500 naves, tras la tormenta que se llevara 200 al fondo del Egeo. Un paréntesis para decir que la mayoría de los marineros persas no sabían nadar.
……….Para impedir que los helenos pudieran huir, Jerjes destacó un grupo de naves, las egipcias, y les ordenó bordear la isla de Salamina por el sur e impedir la huida de la flota helena: Los helenos tendrían que guerrear. Lo que no sabía es que los helenos estaban deseando guerrear «aquí y ahora». El propio Jerjes se instaló en un promontorio, con el escenario bajo sus pies, en el terreno que había conquistado y dominaba. El gráfico que sigue muestra dos momentos de la batalla. La formación inicial, antes de entrar la flota persa al desfiladero marítimo. Los atenienses, en verde, con sus naves en los puertos de Salamina y Paulia. El resto de naves corintias, más al final del estrecho. Mar adentro, la flota persa, formada en el orden en que entrarían en batalla, los fenicios a la derecha y los jonios a la izquierda, el resto de naves en el centro. Primero entraron los fenicios (naves rosas), luego el resto (naves rojas) y finalmente, los jonios (naves amarillas). El dibujo recoge la formación inicial y el orden de entrada. Las naves atenienses dejaron que pasara toda la formación y que el máximo de naves persas entrara en la ratonera, al igual que hicieran Leónidas y sus hoplitas en las Termópilas.
……….
Víspera de la batalla de Salamina, celebrada el 28 de Septiembre de 480 AEC.
(Fuente: National Geographic. Historia, nº 7. RBA Revistas, 2.004)
……….
……….Lo que vino a continuación es fácil de imaginar. Las naves persas daban el costado a las naves helenas, cuyos espolones apuntaban directamente a los costados de las persas. Comenzó la batalla con el ataque de las naves helenas a las naves persas que más cerca tenían. Quiso la buena suerte que la nave del almirante fenicio fuera de las primeras en ser hundida y éste murió, lo que dejó a la formación situada en vanguardia sin mando. Las naves fenicias intentaron huir hacia aguas más amplias, rompiendo la formación corintia, pero la estrechez del lugar se lo impidió. Mientras, las naves helenas seguían hundiendo barcos persas con sus espolones y retrocediendo hacia sus bases cuando lo precisaban. Lo mismo podían hacer los corintios, con aguas libres a sus espaldas; no así los persas, que se entorpecían unas naves a otras tanto para atacar como para salir del atolladero.
……….Les era imposible a los persas abandonar incluso el lugar de la batalla y algunas naves que trataros de retroceder sólo hicieron crear más confusión y entorpecer la posibilidad de defensa de unas naves que estaban atascadas en un callejón sin salida. El menor tamaño, la manejabilidad y la mayor habilidad de las naves helenas fue la clave de su victoria. Cuando la suerte de los galeones persas ya estaba decidida, los hoplitas helenos desembarcaron en la isla de Psitalea y dieron buena cuenta de los guerreros persas, que pensaban dedicarse a rematar náufragos helenos.
……….El desastre persa fue total y más de la mitad de las naves que entraron en el estrecho se quedaron allí para siempre. El agua se llenó de cadáveres persas, cuya mayoría, ya se ha dicho, no sabía nadar. Jerjes contempló la ruina de más de la mitad de su flota desde su privilegiada posición. Las prisas son malas consejeras. Su marcha triunfal por territorio griego había sufrido un duro revés. La estratagema de Temístocles había dado resultado y lo imposible había sucedido. Los analistas están de acuerdo en afirmar que la batalla de Salamina entre griegos y persas la ganaron los griegos con la inestimable ayuda del monarca persa.
……….
Vista del orden de combate durante la batalla de Salamina
(Fuente: National Geographic. Historia, nº 7. RBA Revistas, 2.004)
……….
……….Jerjes disponía de 465 naves, de las que entraron en el estrecho más de la mitad. La otra mitad bordeó la isla y con ello se salvó del desastre. De las aproximadamente 300 naves que entraron en aguas prohibidas, 200 no salieron. De la flota de 700 navíos que formaban la flota persa al inicio de la campaña, al monarca persa le quedaban sólo 300. Por su parte, los griegos alinearon 310 naves en Salamina, de las que 278 eran atenienses, y perdieron 40. Las cifras habían dado un vuelco. El predominio naval había pasado a manos helenas. Los helenos aprovecharán este cambio y se propondrán que el Egeo sea suyo. Y lo lograrán con el tiempo.
……….El próximo día nos toca ver lo que sucedió inmediatamente después de la batalla. Adelantemos que Jerjes no pudo dormir esa noche en su tienda, a pesar de que acudieron a consolarle lo más granado de su harén. No estaba de humor y las mandó a hacer puñetas a todas.
……….
Enlace al próximo día: La batalla de Salamina 3 en la Grecia clásica 54.
……….
……….Fernando Conde Torrens es autor de “Año 303. Inventan el Cristianismo”, «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En www.sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
.
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53.
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53
La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53 La batalla de Salamina 2 en la Grecia clásica 53