«La dificultad de modificar nuestras ideas De autopistas y cabras» es la primera piedra de un importante edificio.
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el 28-1-2.019
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………. Tratamos de conocernos a nosotros mismos y a los que no rodean, de comprender cómo funcionamos, a qué reglas obedecemos. Y para ello debemos basarnos en lo último que ha salido en el campo de la Ciencia. No debemos ignorar conceptos como los que se exponen en este vídeo:
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………. Juzgando el lector sobre la validez de lo expuesto, vamos a tratar de explicarnos con ello hechos varios que se dan en la vida.
………. Vamos a hablar de los temas siguientes:
………. 1 De las dificultades que tienen los “buscadores” para mejorar su comportamiento.
………. 2 De las dificultades que tienen mis amigos ateos para subir a la Meseta.
………. 3 De la dificultad de los investigadores independientes para dar validez a otras soluciones distintas en parte a las suyas.
………. 4 Del interés de la Organización eclesial para que a todos los niños se les enseñe la religión cristiana.
………. 5 De la imposibilidad de los propagandistas del fraude cristiano para darse cuenta de los puntos débiles de su argumentación.
………. 6 De la inutilidad de casi todas las discusiones sobre el mundo de las Ideas.
………. Y lo haremos en base a la formación de “autopistas neuronales” en el cerebro a base de repetir una y mil veces la misma idea, vocalizada o sólo en modo mental.
………. Empecemos por el principio.
………. En un momento dado, toda persona tiene consolidado un “mapa de carreteras neuronales” en su cerebro. Es el resultado de todas las ideas que le han introducido en su mente a lo largo de su vida y que ella ha aceptado y dado por buenas. Ésa va a ser su situación de partida.
………. Supongamos, en el caso 1, que esa persona decide dedicar mucha más intensidad a mejorar su comportamiento, a obedecer más estrictamente a la Ética, a mejorar como ser humano. A una persona así aquí le decimos ser un “buscador”. Supongamos que sigue el Método que aquí divulgamos, el Conocimiento de los Maestros griegos.
………. Entonces se va a enterar de que las primeras Reglas que habrá de incorporar a su comportamiento diario son:
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- “Elimina pensamientos y sentimientos negativos”
- “No te dejes afectar por los comportamientos de los demás”
………. Si esa persona “buscadora” no se había ocupado de practicar estas normas, la primera vez que intente cumplir, por ejemplo, la primera de ellas, se va a encontrar que esa idea o ese comportamiento es un “sendero de cabras” en su mundo neuronal. Apenas está transitada esa senda, es muy estrecha, y le cuesta mucho caminar por ella. Sin querer se vuelve a las “autopistas” que tiene en su mente y piensa mal con frecuencia.
………. Al darse cuenta, va a disgustarse por su poca constancia, por su falta de propósito, por su débil voluntad. No debiera disgustarse consigo misma. No puede hacer otra cosa que fallar al propósito renovador. No se convierte un “camino de cabras” en “autopista” en dos días, ni en dos meses. Tal vez requiera muchos meses.
………. ¿Cómo se logra esa transformación? A base de caminar por la “senda de cabras”, hasta que, a base de pisarla, se amplíe y pase a ser “carretera vecinal”; luego “carretera comarcal”; más tarde “carretera general”. Y finalmente pasará a ser “autopista neuronal”, que se recorre sin apenas esfuerzo, mirando al paisaje y silbando. A esto lo hemos llamado desde siempre que “el hábito hace al monje”. Poniéndose, con fuerza de voluntad, el hábito de monje, uno acaba siendo monje por dentro.
………. Nada de enfadarse con uno mismo por los fallos en que se incurre. No hay más remedio que volver a veces las “autopistas” que siempre utilizábamos en el pasado. Aún están ahí, tentadoras, cómodas, a mano. Pero si nos damos cuenta de que hemos abandonado el camino deseado, basta con volver a él. La próxima vez será un poco más fácil no abandonarlo, porque se habrá ampliado un milímetro la anchura del “sendero de cabras”.
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………. Hablemos ahora, tema 2, de las dificultades que tienen mis amigos ateos para subir a la Meseta. Han leído tantas veces que los mejores de entre nosotros, los intelectuales de renombre, los personajes más encumbrados, los premios Nobel, han apostado por ser ateos, que han formado en ellos “autopistas neuronales” en tal sentido. Y si no hay Dios, no hay nada tras la muerte. Y no merece la pena el esfuerzo más allá de lo humanamente posible. Y a quienes les muestran ideas contrarias … no las consideran.
………. Porque una doctrina, el Cristianismo, esté errada, porque esa falsa doctrina apueste por la existencia de un Dios – distinto, por descontado, al real – un Dios personal, con su corte celestial – al modelos de un monarca humano – un Dios que premia y castiga – como los reyes de la Historia – involucrados directamente en los asuntos de su súbditos, y todo ello sea falso, deducen que no hay Dios.
………. Debieran concluir en que, si hubiera una Divinidad, en modo algún podría ser como la que defiende el Cristianismo. Pero no, los intelectuales han concluido que como el Dios cristiano es falso, no hay Dios alguno.
………. Es el momento de decir que ser un adelantado en el intelecto en un campo determinado no implica ser un adelantado en el saber en cualquier campo extraño a esa intelectualidad, a esa especialización. Ser un premio Nobel en cualquiera de las secciones en que la Academia sueca reparte galardones, no garantiza que en asuntos del mundo inmaterial, trascendente, profundo, sutil, uno sea un hacha, una mente privilegiada, un crack. Ni capaz de decir con acierto que ese mundo no existe … “Zapatero, a tus zapatos”.
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………. PD: De este asunto, y con este ejemplo viario, sacado de algún otro artículo muy anterior, ya hablamos en este enlace:
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www.sofiaoriginals.com/cómo-crecemos/
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………. Fernando Conde Torrens es autor de “Año 303. Inventan el Cristianismo“, recientemente editado, “Simón, opera magna“, “El Grupo de Jerusalén“, “La Salud” y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano, lo de «quién soy yo, qué hago aquí, de dónde vengo y adónde voy«.
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