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París 28 Luís XIII Cardenal Richelieu María de Médicis Regencia

París 28 Luís XIII Cardenal Richelieu María de Médicis Regencia

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© Copyright  Fernando Conde Torrens

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  1. Entra París en la Historia de la mano de Julio César. Uno de los pueblo galos, los Aeduos, llama en su ayuda a Roma.
  2. Roma, con Julio César, expulsa a los Helvecios y, a petición de los Aeduos, derrota y expulsa a los germanos de Ariovisto.
  3. Cuando Galos y Romanos quedan solos, la Galia se rebela contra Roma, amiga de los Aeduos y de unos pocos más. César sitia Alexia.
  4. César toma Alexia, pacifica la Galia, celebra su triunfo en Roma y deja paso a Octavio, Augusto. La Galia es ya una provincia.
  5. Nada sacude París hasta la llegada del César Juliano, que en París es proclamado Augusto. Con los bárbaros, una nueva etapa.
  6. Reinan en Francia los merovingios y luego los carolingios, mientras los vikingos hacen correrías casi cada año.
  7. Comentarios sobre los periodos pasados.
  8. Hugo Capeto, señor de París, se hace coronar rey en Reims. Le sucede su hijo Roberto. Reyes Capetos hasta las Cruzadas.
  9. Felipe Augusto engrandece y embellece París. Luis VIII reinó poco y repartió mal el Reino. San Luis, Luis IX, embelleció París.
  10. Termina la línea directa de los Capetos y se inicia la colateral de los Valois. Felipe VI hace frente mal a la invasión inglesa.
  11. A Felipe V le sucede Juan II, todo un caballero medieval, y sufre nueva derrota en Poitiers, cayendo preso. El Delfín lo hace mejor.
  12. La invasión de Eduardo II fracasa y Carlos V dirige bien sus fuerzas. Mejora de París. Muerte de Carlos V e inicio de la guerra civil.
  13. Juan sin Miedo mata a Luis de Orleáns: Guerra civil. Enrique V de Inglaterra. Desastre de Azincourt. Toma de Rouen. Matan a Juan.
  14. Los ingleses se hacen con el poder en Francia norte y sitian Orleáns; Juana Dearco invierte la situación. Coronación en Reims.
  15. Comentarios sobre la marcha del trabajo y episodios finales en la vida de Juan de Arco.
  16. La Guerra de los Cien Años da un brusco viraje cuando se pone fin a la guerra civil francesa. Política acertada de Carlos VII.
  17. Últimos años de Carlos VII, con un triste final familiar y acceso de su hijo, un Rey desabrido, con su padre y con todo el mundo.
  18. Las tres últimas campañas de la nobleza contra Luís XI, la ambición de Carlos en Temerario y su muerte. Muerte de Luís XI.
  19. Regencia de Ana de Beaujeu durante la minoría de edad de Carlos VIII. Ínfulas conquistadoras de éste.
  20. Carlos VIII es atacado en Italia pero logra vencer y volver a casa. Luís XII hace algunos arreglos y parte para Italia, con los Borgia.
  21. Desventuras de Luís XII en Italia. Acceso al trono de Francisco I.
  22. Las guerras casi continuas que Francisco I de Francia mantuvo contra el Emperador Carlos V.
  23. Reinado de Enrique II, que lucha contra Carlos V y, cuando éste abdica, contra Felipe II, hasta su muerte en un accidente.
  24. Se inician las guerras de religión por la intolerancia de todos los que moran en Francia. La Regente Catalina trata de poner paz.
  25. Los reinados de Carlos IX y de Enrique III ven aumentar las luchas religiosas. Enrique de Navarra se perfila como posible sucesor.
  26. Acceso de Enrique, Rey de Navarra, al trono de Francia al morir Enrique III; será Enrique IV. Apaciguamiento del Reino.
  27. Labor política y muerte violenta de Enrique IV. Le sucede su hijo de 9 años bajo Regencia de la Reina María de Médicis. 

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………. Con los que nos han mandado, peor podía haber ido. Analizando la Historia con cierto sentido crítico, llego a al conclusión de que nuestro mundo es un manicomio. Manicomio en que a los locos más peligrosos, a los más desalmados,  a los menos sensibles y generosos se les confía la dirección del manicomio. Con tal planteamiento, peor nos podía haber ido. Casi parece un milagro que las cosas se vayan ordenando poco a poco, con lo mucho que aún queda por ordenar.

………. Cuando uno de los locos dirigentes resulta ser medio normal, a ése le llaman Enrique el Grande. Claro que no podemos fiarnos de todos los Grandes de la Historia. Ahí están Alejandro el Grande, megalómano al que sus propios soldados tuvieron que poner freno; o Constantino el Grande, personaje incapaz de organizar su propia casa y que nos organizó un cisco casi universal, o Teodosio el Grande, militar tan poco sensible a la vida civil que culminó la aberración de Constantino. Todo depende de quién les haya adjudicado la «grandeza«, que parecen ser de su cuerda.

………. Pero a lo que íbamos, somos un caso perdido. Como sociedad, venimos siendo dirigidos por los más inútiles, los nulamente sensatos, los ciegos, los impenitentes. ¿Por qué será que progresamos a pesar de nuestros guías? Porque hay una cantidad no despreciable de sensatez en las gentes que no dirigen, las que sufren a sus alocados dirigentes, y esa sensatez acaba por afluir, una y otra vez, hasta que por fin es atendida, y lo es porque no queda más remedio. También entre las masas hay insensatez, odio, pasiones bajas, afán de venganza, sentimientos ruines, egoísmo y el mismo triste etcétera que rige entre los dignatarios, es evidente; pero esa mala miasma sólo influye en la Historia general cuando los que mandan dejan de mandar; y eso ocurre muy de vez en cuando, muy escasamente, en los períodos de anarquía.

………. De forma que, diría, progresamos a pesar de nuestros dirigentes. Y el papel del humano de a pie, del ciudadanito conspicuo, es procurar pasar lo menos ajetreado posible por el mundo que le tocó vivir, tratar de sortear las trampas que le ponen sus dirigentes para aprovecharse de él y dar la menor importancia posible a las adversidades de la vida, adversidades que son consecuencia del egoísmo desatado de los que mandan.

………. Uno no puede ver cómo ha fraguado nuestra Historia sin sentirse un tanto descorazonado de la extracción de nuestros dirigentes. Los peores, los que ni ven, ni oyen, ni entienden, llegan allí. Será porque sólo se preocupan de sí mismos y eso les impide ver a cuanto les rodea. Lo malo es que sus decisiones afectan especialmente a cuantos les rodean. Y su objetivo es que ellos le den el máximo de satisfacción, para lo que debe «usarlos». Nuestra Historia es la historia de un uso, de un uso que no conoce límites. Hoy tengo complejo de balleta de limpiar zapatos reales …

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Política de Richelieu bajo Luís XIII

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Como contra los nobles – Richelieu arremetía

y ante los hugonotes – la misma cosa hacía,

en murmullos adversos – Francia se deshacía;

Luis XIII ya contaba – con que tal cosa habría

y hasta que ambos murieron – siempre le apoyaría,

que Luis XIII era listo – y muy bien comprendía

que Richelieu era el hombre – que más le convenía,

que la de Enrique IV – política seguía,

aun sin ser mujeriego – y sin su simpatía,

que el Cardenal es tieso – y reír no sabía,

pero cosa que quiere, – cosa que conseguía

y el hugonote pierde – lo que logrado había

con Reyes timoratos; – la nobleza bravía

fue entrando en el redil – de donde no saldría

en siglo y medio largo, – y España descendía

esa larga pendiente – que hasta ayer llegaría

y Francia hasta la cima, – orgullosa, subía,

y de nuevo se cumple – la hermosa teoría

de que de los vecinos – depende mi valía,

que también el Imperio – horas bajas vivía.

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Con Richelieu en el frente – Luis XIII conseguía

si no ser Rey amado, – que nadie le odiaría

que para blanco de odios – al Ministro ponía,

y él, mutis por el foro – cada vez que se lía

la mínima algarada – o que un noble porfía.

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El París de Luís XIII (Azul y lápiz + trazos rojos). Con las Tullerías y el Palacio de Luxemburgo, al Sur

París 28 Luís XIII Cardenal Richelieu María de Médicis Regencia

(Fuente: París-Atlas. Fernand Bournon. Librairie Larousse. París, hacia 1.910.)

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Mejoras en París bajo Luís XIII

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Y Luis XIII a París, – claro, hermosearía

dentro de la política – que el monarca tenía

de que cuanto le toque – brillo tener debía.

Nace un hermoso barrio, – el Marais se decía,

donde la gente rica – su casa elevaría,

donde la Place Royal – que Enrique IV hacía.

También el Luxemburgo, – que iniciara María

de Médicis, que su hijo – pocos años tenía,

Palacio que jardines – inmensos contaría

y al que un alto acueducto – agua limpia traía,

desde unos tres mil metros, – que allá en Rungis fluía.

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La muralla existente – Luis XIII la ampliaría

alargando al Oeste – y así Paris tendría

una enorme explanada – donde colocaría

los más bellos jardines – que soñar se podría

serán las Tullerías. – Más abajo abriría

en el borde del Sena – un paseo, do iría

la gente de abolengo – que carroza tenía.

Si un paseo cortito – el noble apetecía

iba a la Place Royal, – que bien cerca tenía;

pero si la carroza – mejor le parecía

el siervo con librea – que al noble obedecía

al Paseo la Reina – el coche dirigía.

Mas no sólo edificios, – que Luis favorecía

la llegada de artista, – poetas de valía,

arquitectos ilustres – que de Italia traía

que en Italia naciera – la Regente, María,

y en Italia casaba – otra hija que tenía.

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La Corte era suntuosa. – Cada dama lucía

vestidos llamativos – con oro y pedrería

y a tal extremo el lujo – en vestir llegaría

que el agrio Cardenal, – que de negro vestía,

las luces y oropeles – por Ley limitaría.

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Toma de La Rochelle

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Volviendo a la política – que el Cardenal seguía

como puede pensarse – La Rochelle tomaría,

sitiándola del modo – que a Tiro sitiaría

Alejandro y que Quinto – Curcio relataría

en un libro que tengo, – y Richelieu tenía.

Y solo, él, por la noche, – estudiaba y leía

aprendiendo del Magno – lo que él hacer debía.

Y haciendo como el Magno – La Rochelle conseguía

y esto es Historia pura – y no una ficción mía.

El Edicto de Nantes, – que a toda fe valía

daba en toda la Francia, – de nuevo asumiría

y con ello la guerra – de religión moría

que a Francia dañó mucho – y bien muerta estaría.

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Política interior de Richelieu

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Otra campaña firme – que el Cardenal haría

a la brava nobleza – directo apuntaría,

los duelos con la pena – de muerte proscribía;

entre la gente noble – el deporte existía

de batirse a la espada – por cualquier tontería,

que mi hermana es honrada, – que si es fea tu tía,

que si en un burdel sucio – viéronte el otro día,

en amplio descampado – y cuando amanecía

el a espada más diestro – la razón conseguía

y ya cuatro mil muertos – en veinte años había,

que cuatro a la semana – de media suponía.

El Cardenal prohibe – la estúpida sangría,

aunque en algo la gente – desfogarse debía,

y alguno se rebela – y mal acabaría,

perdiendo la cabeza, – como entonces se hacía.

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Política exterior

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Las guerras contra España – todas las ganaría. –

No sé si las ganaba – o España las perdía; –

contra el Imperio de Austria – mil alianzas haría

y que fuera otra parte – la que la guerra hacía;

cuando no hubo más partes – a la guerra entraría

y también esa guerra – la Francia ganaría.

En el cuarenta y dos – el Cardenal moría

y en el cuarenta y tres – Luis XIII le seguía,

dejando un Delfín niño – que cinco años tenía

por lo que la Regencia – su madre llevaría.

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Regencia de Ana de Austria, viuda de Luís XIII

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Ana de Autria, que un otro – Cardenal elegía,

bueno, no es que eligiera, – es que se lo imponía

Luis XIII, su marido, – pues Richelieu diría

que Mazarino bueno – para Francia sería,

y Luis a Richelieu – aun muerto caso hacía.

Ana al gran Cardenal – odio mortal tenía;

rechazó el testamento – que Luis le dejaría

y lloró al Parlamento, – como llorado había

María, la de Médicis, – y el Parlamento haría

lo que aquel otro hiciera, – que simplificaría

y la simple Regencia – la Reina Ana tendría,

sin esas condiciones – que Luis XIII quería.

Para asombro de todos, – la Reina elegiría

a Julio Mazarino – y Ministro le haría;

¿Qué baza Mazarino – en la manga tenía

que logró que la Reina – haga lo que él quería?

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La Historia no lo sabe. – Creo sé qué sería …

Ana, como española, – gran devoción tenía,

era altiva, era seria, – era fiel, era pía,

y París de conventos – de monjas llenaría,

como las Ursulinas, – las Hijas de María,

o las Visitadoras, – o más que traería

y colocó en el Sur, – donde terreno había.

 

Continuará …

………. Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://www.sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.

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