Viene esta Tertulia, «tesis 66 Malos profesores b», como continuación de la anterior, «Tesis 66. Malos profesores», como se deduce con facilidad.
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el 4-6-2.005
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……….Algún lector puede pensar que soy duro o que me guía el despecho. No es eso. Es que hay unas reglas de juego, la racionalidad, la honradez, que permiten que la Ciencia avance, que la Humanidad progrese. El que se burla de las reglas, las exige a los demás, a sabiendas de que él las vulnera siempre que le conviene, ése no es digno de la Ciencia. La Ciencia le viene ancha, está en el nivel del estafador, del mercader deshonesto, del charlatán de feria, aquél que vendía estilográficas a precios imposibles. No es un interlocutor válido, es otra cosa. Es un cuentista, no se merece que se le considere, ni a él ni a sus mentiras.
……….Pues bien, entiendo que se debe ser excluyente con quien practica tales «artes». Con gente así no se puede construir nada. Gente así no puede haber construido nada digno del ser humano. No son de fiar. Y como no son de fiar, a nada de lo que digan se debiera prestar crédito. Porque su misma esencia, su idiosincrasia, es opuesta a la recta inteligencia. Esa forma de ser lo dice todo sobre ellos. Ignorarles es lo menos que debiéramos hacer.
……….Discutir con un malhonnête, con un tramposo, no conduce a ningún sitio. Porque, si recurre a tales argucias, si da por buenas las mentiras, ¿qué sentido tiene el intercambio de razones con un ente así? ¿Cuál será la próxima?
……….Mantendré que la casta sacerdotal, el grupo depositario del Nuevo Testamento, ha mentido y sigue mintiendo en lo referente a los signos de puntuación en los escritos que viene llamando textos sagrados y con los que ha formado la ideología de Occidente. Y lo haré hasta no ver claro que estoy en un error. Y yo voy a desconfiar de las tesis mantenidas por la casta sacerdotal, ahora con pruebas de que, en un aspecto concreto, mienten de manera descarada.
……….Quiere ello decir que revisaré personalmente las demás tesis, a ver qué hay de cierto en ellas y qué no lo es. Y sólo me fiaré, en temas de ideología, de lo que yo compruebe personalmente que es cierto. Su manera de actuar me impulsa a esta postura de desconfianza. Que no quiere decir que ello me lleve a un rechazo automático a sus tesis, sino a una revisión profunda de ellas, sin aceptar nada que no está comprobado por uno mismo.
……….Y quiero significar que mentir a sabiendas, sospechar que lo que uno defiende no es cierto y seguir defendiéndolo hace que el que así actúe pierda toda credibilidad, por emplear un sistema que no es conocimiento ni desconocimiento. Eso tiene un nombre y se llama falacia, que es engañar a sabiendas para hacer daño a otro. Porque daño, hacen, cuando nos ocultan la verdad en temas de ideología. Por ello mantengo que dialogar y argumentar, cuando te das cuenta de que la persona que tienes delante es falaz, no tiene sentido. Es como si la gacela entrara en conversación con el guepardo del Serengueti, confiando en que del diálogo surgirá la amistad. Pobre de ella. Tampoco tiene sentido argumentar con quien tiene como profesión engañarte. Lo que hay que hacer con esa gente es desenmascararla y que no pueda engañar a más alumnos de buena fe.
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………. Conclusiones de Tesis 66 Malos profesores b.
……….En lo sucesivo, basaré en estos dos artículos sobre los malos «profesores» la desconfianza sobre temas ideológicos ancestrales y el rechazo a lo que la misma casta ha acuñado como el consenso de los eruditos. El consensum eruditorum, al que alguna vez he oído hacer mención. ¿Eruditos los que mienten a sabiendas? ¿Quién les dio tal título? ¿Dónde se logra el título de erudito? ¿Qué estudios concretos se precisan para conseguirlo? Para mí, y a la vista de lo que han mantenido los llamados eruditos, tengo la sospecha que sea el club de los mentirosos profesionales, de los titulados sin vergüenza, afectos a la casta.
……….En adelante, cuando alguien me mencione el consensum eruditorum como guía de comportamiento, pensaré o que es uno de ellos o que es un alumno que ha tenido malos Profesores. Quiero salvar y me solidarizo con los alumnos repletos de buena fe. Yo he sido de ésos. Hace unos 20 años, cuando empezaba a ver discrepancias entre lo que me enseñaba mi religión y lo que modestamente iba captando, acudí a un Curso de Teología para adultos, que se celebró en los locales de la parroquia de San Miguel, de mi ciudad. Lo dio un teólogo, hermano de un compañero de clase, que se apellidaba Más. Participé y seguí el Curso completo. Me decepcionó la Teología. Saqué la conclusión de que era coser frases de textos humanos para que resultara lo que uno deseaba como resultado. Y llamar al remiendo humano, palabra de Dios. El juicio, entonces, lo expresaba de manera más suave.
……….Meses más tarde acudí a otro Curso de Catecumenado para adultos, celebrado éste en mi parroquia, la de San Francisco de Asís, franciscanos. Pensaba que se podía hacer algo desde dentro. No llegué a terminar el Curso. Me dijeron, el nivel de jerarquía por encima del párroco, que lo mío no era cristianismo y que mejor dejara el curso. Y lo dejé. Es decir, he sido alumno de buena fe. ¿Cómo no me voy a solidarizar con los alumnos de buena fe, que creen buenamente lo que defienden, porque así se lo enseñaron en la Universidad y lo leen en todos los libros de los eruditos? Pero les remitiré a los artículos anteriores de este blog y les preguntaré a ver qué opinan de lo que en ellos se dice. Y entonces sabré si son alumnos de buena fe u otra cosa.
……….Mañana más.
………. Tesis 66 Malos profesores b
Siguiente artículo: Tesis 67. Firmas. Situación interna.
………. Tesis 66 Malos profesores b
……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud», recientemente «Año 303. Inventan el Cristianismo» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com/ expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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Tesis 66 Malos profesores b
Tesis 66 Malos profesores b
. Tesis 66 Malos profesores b
. Tesis 66 Malos profesores b