«Egipto Antiguo 125 Julio César y Farnaces en la Cólquida», o la derrota rápida de un mal estratega.
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© Copyright Fernando Conde Torrens, el Lunes 30-9-2.013
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En el artículo anterior hemos visto cómo Julio César se dispone a partir de Egipto con destino al Ponto.
En cuanto entraron en territorio romano, la provincia de Siria, César mandó emisarios a los reinos amigos y al gobernador de la provincia, Cneo Domicio Calvino, para que aportaran más efectivos a los que ya traía de Egipto. Recibía noticias de sus oficiales en Roma que le comunicaban los movimientos de los partidarios de Pompeyo. Por eso precisaba resolver el problema de Farnaces a la mayor brevedad posible. Se había presentado esta adversidad en un momento muy inoportuno.
César había salido de Egipto iniciado el mes de Julio. Empleó lo que quedaba del mes en recorrer la distancia que le separaba del Ponto. El padre de Farnaces, Mitrídates VI del Ponto, había aplicado tras sus victorias medidas muy duras contra los prisioneros romanos. Había ordenado pasar a cuchillo a todos los civiles romanos que habitaban las ciudades conquistadas. El hijo no le iba a ir a la zaga. A los soldados romanos tomados prisioneros en Nicópolis los había mandado castrar. César tenía conocimiento de tales medidas. Y aunque al saber que César con tres Legiones subía por Asia Menor para presentarle batalla, Farnaces le envió emisarios con un regalo y una propuesta de entablar conversaciones de paz. César recordó a los emisarios el trato dado a sus soldados prisioneros y rehusó cualquier compromiso con Farnaces.
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Batalla contra Farnaces en Zela (El Ponto)
(Fuente: Atlas Antiquus. Dr. Henry Kiepert. 10th Edition. Dietrich Reimer. Berlín, 1.890)
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La batalla se dio en los alrededores de Zela. Las fuerzas de Farnaces eran superiores a las de César. Éste estaba acampado al modo usual romano, con el perímetro fuertemente defendido, a la vista del enemigo. Por su parte Farnaces se había atrincherado en una colina situada frente a los romanos. El terreno favorecía a Farnaces. César esperaba que Farnaces, que había elegido el terreno, esperara en su bien preparada posición el ataque romano.
Pero, al comprobar que las fuerzas romanas eran inferiores a las propias, éste ordenó a su hombres que, abandonando su posición defensiva, atacaran el campamento romano. Y eso hicieron, con sus carros, su caballería y sus infantes. Los romanos no esperaban un ataque a su campamento cuando todavía no se habían desplegado para presentar batalla.
La primera oleada logró penetrar en el campamento, pero pronto los bregados legionarios formaron un frente defensivo y con su mejor táctica y armamento fueron expulsando del campamento a los enemigos que habían entrado. César se presentó en primera línea y con ello elevó la moral de sus tropas. Cuando ya no había enemigos en el campamento y se luchaba en la ladera de la colina, César dio orden de atacar a su caballería, que pronto logró que los mercenarios de Farnaces dieran media vuelto y huyeran colina abajo. Los jinetes y los legionarios persiguieron a sus enemigos y fueron pocos lo que lograron volver al campamento que nunca debían haber abandonado.
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Roma en los primeros tiempos de Julio César
(Fuente: The Historical Geography of Europe. Edward A. Freeman. Longmans, Green and Co. Londres, 1.881)
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Viendo el desastre que su iniciativa había tenido, Farnaces consiguió huir del campamento antes de que fuera cercado por las huestes de César. Logró llegar al Mar Negro, Ponto Euxino de entonces, y hacerse a la mar, dirigiéndose al reino de Bósforo, el Querosoneso Táurica del mapa que sigue. Viendo su derrota, César encomendó a una Legión que persiguiera a Farnaces y trajera, o él o su cabeza, a la capital de Siria, Antioquía. La Legión se embarcó rumbo al Reino del Bósforo. Pero uno de los lugartenientes de Farnaces, en una escaramuza contra los romanos, aprovechó para asestarle una herida mortal por la espalda. Así terminó Farnaces del Ponto su aventura contra Roma.
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Huída de Farnaces hasta el Quersoneso Táurica, Agosto del 47 AEC.
(Fuente: Philips´ School Atlas of Classical Geography, by William Hughes. G. Philip & Son, Ltd. London and Liverpool, 1.868)
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Mientras tanto César, resuelto el problema con Farnaces en menos de una semana, escribió como resumen de esta campaña relámpago su famosa frase, «Veni, vidi, vici» que viene a ser «Llegué, vi, vencí«. Con ello criticaba la supuesta fama militar de Pompeyo, que se había impuesto en Oriente luchando contra ejércitos muy poco preparados. «Así, cualquiera«, venía a decir Julio César. La batalla de Zela se dio el 2 de Agosto del año 47. La campaña contra Farnaces había quedado resuelta en 5 días.
César ya estaba libre para partir contra sus enemigos principales, los partidarios de Pompeyo en África e Hispania. Por cercanía César eligió atacar primero a las Legiones hostiles acantonadas en la Cirenaica, al Oeste de Egipto. Las de Hispania deberían esperar.
Y nosotros vamos a esperar también una semana para documentarnos mejor sobre la vida en el Imperio Romano en tiempos de Cleopatra y de Julio César. Mientras, ofreceremos al lector nuevas viñetas del «Ojo Mágico«.
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Enlace con el próximo día: Egipto antiguo 126. César visita Roma y marcha a África.
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Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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Egipto Antiguo 125 Julio César y Farnaces en la Cólquida Egipto Antiguo 125 Julio César y Farnaces en la Cólquida Egipto Antiguo 125 Julio César y Farnaces en la Cólquida
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