Tertulia con Jonathan Gasparotti sobre Año 303
.
.
..
Fernando Conde Torrens hace 1 minuto Tertulia con Jonathan Gasparotti sobre Año 303
Lo primero que tengo que decirle es que no expongo tres “líneas argumentativas”. Eso es deformar lo que ofrezco en el libro. Ofrezco tres “pruebas documentales” de que el Nuevo Testamento oculta un enigma en su interior. Un enigma que sólo ven aquellas personas que no tienen prejuicios y que desean saber cómo se escribió el Nuevo Testamento. Cómo eran sus autores, qué características y qué intenciones tenían. Porque, mi estimado señor, “escribiendo, una persona se desnuda”. Máxime, si escribe sobre temas ideológicos.
.
Vd. y yo nos desnudamos cuando escribimos. Vd. ya lo ha hecho. Y todo el que le lee con sentido crítico, con agudeza, con “pituitaria sutil”, capta lo que Vd. es por dentro. Yo lo voy a hacer a partir de ahora. No tengo miedo de hacerlo, porque no tengo nada vergonzoso que ocultar. Porque lo que tengo dentro no puede sino dar buena imagen de mi personalidad. Prueba de ello son los comentarios que cosecho en mis vídeos. E incluso en los que no son míos, pero tratan de mi libro.
.
Como Vd. tampoco ha leído el libro que se atreve a criticar, pretendiendo rebatir mi Tesis, le diré lo siguiente: No es que el Carbono 14 – como uno de los dos Métodos Absolutos de Datación que hoy existen – sea “el mejor método de datado”, como Vd. dice que yo digo. Es que lo dos Métodos Absolutos de Datación que existen son los únicos Métodos que datan. La Paleografía no data. Sólo puede ofrecer “propuestas de datación”. Y una “propuesta de datación” no es una “datación”. Es sólo una “propuesta”. Por eso se la llama “propuesta de datación” y no “datación”.
.
Puedo demostrarle documentalmente ese extremo. Porque cuando los autores de libros, Estudios, Informes, artículos o Ponencias a Congresos, se disponen a presentar sus trabajos a revistas de prestigio, Congresos o publicaciones para Profesionales, califican sus “propuestas de datación” de “propuestas de datación”. Y nunca se les ocurre presentarlas como “dataciones”. En cambio, cuando escriben para revistas de divulgación no científica, para Wikipedia, National Geographic o revistas de cultura general, para lectores no expertos, ni profesionales en el tema de las dataciones, entonces afirman – faltando a la verdad – que son “dataciones”. Esto lo hacen especialmente si se trata de escritos neotestamentario o cristianos primitivos. [1]
.
Vayamos con su argumento principal sobre la “debilidad” del Carbono 14: Que sólo da un intervalo de 120 años para escritos del siglo III-IV. Cuando dice :”… da una cercanía entre 220-340 D.C”. Eso no es ningún “problema”. Es lo que la Ciencia llega a día de hoy. Las opiniones son otra cosa. No son Ciencia. Son sólo opiniones particulares, que se contradicen unas con otras. Como veremos en breve. El uso de «cercanía» demuestra que Vd. no es Historiador, ni Filólogo, ni Paleógrafo. Desconoce la jerga del oficio. (Lo de desnudarse)
.
Pasaré por alto los aspectos de los escritos que la Paleografía – una asignatura de la carrera de Filología – maneja. Porque cuando se aplica en la realidad, distintos filólogos, autonombrado como “paleógrafos” – no existe esa carrera en ninguna Universidad – dan propuestas de todos los siglos. Ejemplos, los papiros P46 y P52. [2] [3]
Su argumento de que el método de datar de la Paleografía es científico porque “es usualmente usado por los papirólogos, historiadores y filólogos” sólo muestra que Vd. no tiene ni idea de qué es la Ciencia.
Cuando habla de “la doble redacción de Eusebio y Lactancio y su similitud con la carta de Santiago”, he de decirle que no sé a qué se refiere con lo relativo a la Carta de Santiago. Localizados Lactancio y Eusebio de Cesarea como autores del NT, las obras propias de cada uno son fáciles de rastrear, por su contenido, por su estilo, por su vocabulario, por las ideas-fuerza que incluyen, entre otras cosas. Eusebio firma todas sus obras. Lactancio, no.
Dado lo sensible del tema que investigué, no es extraño que los profesionales de Letras en activo eviten pronunciarse en un tema así. Los ya jubilados debieran, pero aún parecen estar pendientes de la relación con sus colegas también jubilados. Y piensan que nadie les manda dar su opinión. Habrá que esperar 50 años para que se incorpore otra generación con menos … miramientos, que sean suficientemente valientes como para llamar a las cosas por su nombre.
Como no ha leído el libro tampoco sabe a qué llamo “estructuras”. No tienen nada que ver con “estructuras de escuelas”. Las estructuras que he descubierto se basan en posiciones de ciertos números especiales a lo largo del texto. Números que he llamado “Sumatoriales” e “Ianuales” y que salen por operaciones aritméticas sencillas.
Y sobre que “los acrósticos se pueden localizar en cualquier texto”, afirmación de su amigo Blomberg, es sólo una afirmación gratuita y falsa. De los acrósticos de Eusebio tienen multitud de ejemplos en el libro “Año 303”. Indíqueme textos neotestamentarios que los tengan. Con media docena me conformo.
Demuestra su amigo Blomberg la misma ignorancia cuando pretende que “simón” sea el verdadero nombre de Eusebio. Para ser nombre propio tendría que ser con «omega», no con «omicron». Sería «Simwn«. “Simon” es el participio del verbo “simow”, que significa “burlarse, desternillarse de risa, mofarse, ridiculizar”. Eso es lo que sentía Eusebio cuando reproducía las ideas de Lactancio. [6]
El final del mail de su amigo Blomberg es apoteósico: “¿Por qué no tomar la apariencia de tales acrósticos … como una misteriosa señal divina de que el primer obispo de la iglesia de Roma estaba dando su imprimatur divino en todo? Todo es ridículo.” Pobres seminaristas del Seminario de Denver con tamaño Profesor … Lo ridículo es atreverse a mandar a través del océano ese mail sobre alguien sin leer nada suyo.
.
Luego propone como nueva religión en lugar del Cristianismo derivado de los hebreos el Mitraísmo, el Zoroastrísmo. Pero, señor mío, esas eran las creencias del más encarnizado enemigo de Roma, los aqueménidas. Es impensable que esa doctrina se predicara en el Imperio romano, la de su enemigo mortal. No sabe lo que dice. Lo suyo es llevar la contraria, sin analizar la coherencia de lo que propone.
.
Omito rsponder a su preguntas sobre si Constantino hizo esto o lo otro, porque nada tienen que ver con lo que nos traemos entre manos, si el libro demuestra algo o no. Son salirse por las ramas y opiniones de personas que viven 17 siglos más tarde. Y con su mentalidad no se puede enjuiciar la del siglo IV.
Y casi al final argumenta: “no hay ningún historiador ni de la época ni posterior que cuestiona la existencia de Jesús”. ¡Pero si la falsificación de Eusebio les ha engañado hasta a los Filólogos, Historiadores y Teólogos del siglo XXI, ¿cómo no iba a engañar a los Historiadores de los primeros siglos, mucho menos cultos y con menos medios para investigar?! Trato de ello en el enlace [4] del final
No me venga con barbaridades. En el Talmud no se habla de cristianos, ni de San Pablo, ni de Jesucristo, ni de nada parecido. Ver [4] y [5].
Yo ya he leído lo que Vd. guarda, viendo los amigos que le apoyan, cuyos CV. resumidos indican abajo.. Y viendo sus continuas intervenciones en los Comentarios.
.
CV resumidos de las referencias aportadas por Vd. en este artículo:
Craig L. Blomberg. Profesor de Nuevo Testamento en el Denver Seminary, en Colorado, donde ha estado como profesor desde 1.986.
https://www.clie.es/autor/craig-blomberg
Paul L.Maier fue Profesor de Historia Antigua (retirado) en la Western Michigan University y autor.
https://www.portavoz.com/autores/maier-paul-l
Dr. Benjamin Shaw es Profesor de Antiguo Testamento en Reformation Bible College en Sanford, Florida. Es autor de Eclesiastés: La vida en un mundo caído .
https://www.ligonier.org/learn/teachers/benjamin-shaw
Dr. Wallace es miembro de la Sociedad de Estudios del Nuevo Testamento, el Instituto de Investigación Bíblica, la Sociedad de Literatura Bíblica, la Sociedad Estadouniden-se de Papirólogos y la Sociedad Teológica Evangélica.
https://www.dts.edu/employee/daniel-wallace/
Los indicios apuntan a Profesor de Nuevo Testamento en algún Seminario perdido Dios sabe dónde …
[1] https://www.sofiaoriginals.com/el-cuento-de-los-papiros-neo-testamentarios-datados/
[2] https://www.sofiaoriginals.com/el-papiro-p46-algo-cambia-en-las-alturas/
[3] https://www.sofiaoriginals.com/el-papiro-p52-y-su-datacion/
[4] https://www.sofiaoriginals.com/tertulia-sobre-judios-jesucristo-el-tamud-y-cuentistas/
[5] https://www.sofiaoriginals.com/sobre-si-el-talmud-habla-del-cristianismo/
[6] https://www.sofiaoriginals.com/tertulia-sobre-el-significado-de-simon
Tertulia con un Jonathan Gasparotti sobre Año 303 Tertulia con un Jonathan Gasparotti sobre Año 303 Tertulia con un Jonathan Gasparotti sobre Año 303 Tertulia con un Jonathan Gasparotti sobre Año 303
Fernando Conde Torrens [Esta publicación cuenta con el apoyo y sustento de Paul L. Maier, Benjamín Shaw, y Daniel B. Wallace]